Cómo las bandas sonoras influyen en el cerebro

Las bandas sonoras, muy utilizadas en el cine, influyen en el cerebro y en nuestras emociones. Averigua cómo.
Cómo las bandas sonoras influyen en el cerebro
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Guillermo Bisbal

Última actualización: 07 julio, 2020

La música es un idioma universal. Es capaz de evocar recuerdos, despertar sentimientos e incluso ayudarnos en momentos complicados. De ahí que sea un elemento de gran impacto en el mundo cinematográfico. ¿Quién no recuerda la banda sonora de su película favorita?

Para muchas personas es imposible entender el cine sin música. Un gran número de películas se han hecho inmortales gracias a su hilo musical. Star Wars es un claro ejemplo de ello, al igual que Lo que el viento se llevo o la mítica escena de la ducha de Psicosis. 

Las bandas sonoras de las películas tienen el poder de conmovernos, sacarnos una sonrisa, perturbarnos o hacernos llorar. Y esto solo es posible por las consecuencias que tiene sobre el funcionamiento de nuestro cerebro. Profundicemos.

La música y el cerebro

La música nos rodea, nos emociona y es capaz de hacernos viajar en el tiempo. De hecho, convivimos con ella en todo momento. Ahora bien, ¿qué sucede en el cerebro cuando escuchamos una melodía?

Según algunos estudios, la música, además de tener un extenso pasado, ha jugado un papel importante a nivel evolutivo. Al estudiar la respuesta cerebral a la música se observó que las áreas claves involucradas eran las que estaban relacionadas con el control y los movimientos. A través de este descubrimiento se postuló que la música ayudó a nuestros antepasados a estar unidos y desarrollar comportamientos altruistas.

Un estudio de la Universidad de Helsinki en 2015 afirmó que la música clásica tenía un efecto en los genes relacionados con la sensación de placer. De hecho, las personas que durante el experimento escuchaban una composición de Mozart mostraban una mejor actividad cerebral, la cual era aún mayor si se estaba familiarizado con ella.

Cerebro con unos cascos escuchando música

Julius Portnoy, musicólogo y filósofo, afirma que la música puede aumentar los niveles de endorfinas en el cerebro y producir, por tanto, estados de placer como de relajación. Incluso escuchar música puede cambiar las tasas metabólicas, los niveles de presión arterial, energía y digestión.

La música también se utiliza para el tratamiento de algunos trastornos psicológicos y enfermedades, ya que activa un gran número de regiones del cerebro de forma simultánea, y se conoce con el nombre de musicoterapia. Se trata de un tipo de terapia que utiliza a la música como herramienta para mejorar el estado de salud y bienestar de la persona. De hecho, se ha demostrado que es útil en rehabilitación, programas de bienestar y en el ámbito educativo.

Cómo las bandas sonoras influyen en el cerebro

Los compositores musicales de las películas, saben muy bien cómo las bandas sonoras influyen en el cerebro. Por lo tanto, utilizan el poder de la música como detonador de emociones, según su conveniencia. Un ejemplo de ello fue la insistencia del compositor Bernard Herman hasta conseguir convencer a Alfred Hitchcock para añadir música a la escena de la ducha en Psicosis. 

La música en el cine es sumamente importante, ya que sirve como manera de establecer relación entre el argumento y las emociones que se trasmiten al espectador.

No solo en las películas de terror la música juega un papel fundamental a la hora de generar miedo y angustia. Por ejemplo, en las películas de acción actúa como ese impulso que acelera nuestro ritmo cardíaco y nos hace estar en suspense durante determinadas escenas. O nos invita a la reflexión en las películas de misterio. Cualquier género cinematográfico se enriquece cuando la música sale a escena.

Algunos estudios confirman cómo las bandas sonoras influyen en el cerebro. En 2010, se publicó un estudio en la Universidad de California que demostró que la sensibilidad que tenemos a los sonidos de alarma es muy similar a la de algunos animales salvajes. Sonidos utilizados por los compositores de bandas sonoras para genera angustia, inquietud o nerviosos.

Como vemos, la influencia de las bandas sonoras en el cerebro es inevitable, aunque la mayoría de las veces no nos demos cuenta de ello. De hecho, no hace falta que la música sea de una calidad óptima, basta solo con los tonos y frecuencias adecuados.

Mujer gritando escena de psicosis

Los infrasonidos utilizados en el cine

Existen otras clases de sonidos en el cine -que no son las bandas sonoras-, y que afectan al cerebro: son los infrasonidos. Se trata de sonidos emitidos a niveles no audibles para el ser humano, pero con frecuencias que producen reacciones físicas naturales y emocionales. 

Estos infrasonidos acompañan a las bandas sonoras para reforzar sus efectos sobre el espectador y generan un estado emocional especifico según el género de la película. A través de ellos, los compositores son capaces de inducir en los espectadores emociones como el miedo o la tristeza, entre otras. Por ejemplo, en la película Paranormal Activity se tuvieron que emplear infrasonidos para asegurar que los espectadores experimentasen angustia y miedo en determinadas escenas de la película.

Como vemos, las bandas sonoras enriquecen la experiencia del espectador en el cine, ya que generan emociones, despiertan recuerdos y en buena medida, guían a lo largo de la historia. La música es un arte de posibilidades infinitas que se multiplican si la combinamos con el universo cinematográfico.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Moreno, J. L. (2003). Psicología de la música y emoción musical. Educatio, (20-21), 213.
  • Rebolledo, F. A. (2006). La musicoterapia como instrumento favorecedor de la plasticidad, el aprendizaje y la reorganización neurológica. Plasticidad y Restauración Neurológica5(1), 85-97.
  • Soria-Urios, G., Duque, P., & García-Moreno, J. M. (2011). Música y cerebro: fundamentos neurocientíficos y trastornos musicales. Rev Neurol52(1), 45-55.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.