Cómo masturbar a una mujer paso a paso
El sexo es un ámbito muy personal, que conecta a las personas en su ámbito más íntimo. Las relaciones sexuales saludables son aquellas basadas en el afecto, el respeto y la pasión. Por supuesto, no hay una única manera de mantener relaciones sexuales, pero sí podemos acudir a algunas ideas para disfrutar aún más en este terreno. En este artículo nos centraremos en la masturbación femenina: ¿cómo masturbar a una mujer paso a paso?
Aunque no hay una única manera de hacerlo, ya que el sexo se basa en la imaginación y la aventura, y no tiene límites, aquí os proponemos un posible camino para recorrer con tu pareja sexual. Son ideas prácticas que te guiarán en la masturbación femenina, aunque tú puedes probar con las adaptaciones o cambios que consideres.
Esquema básico de la anatomía reproductora femenina
Lo primero es conocer las partes más básicas de esta zona del cuerpo. Aquí tienes una lista con explicaciones generales:
- Monte de Venus: zona carnosa situada justo en la parte superior de la abertura vaginal. Es donde crece el vello púbico.
- Vulva: es como se llama al conjunto del clítoris, los labios, la uretra y la entrada a la vagina.
- Clítoris: dentro de la vulva, el clítoris es la parte más relacionada con el placer. Tiene la forma de una pequeña protuberancia y su única función es la de proporcionar placer.
- Vagina: la abertura situada en la parte más cercana al ano y protegida por los labios. Conecta el útero con el exterior del cuerpo.
- Ano: se trata de la salida al exterior del sistema digestivo, por donde se evacúan las heces. Algunas personas son capaces de sentir placer si se estimula esta zona, pero es necesario una comunicación clara al respecto y tener cuidado al intentarlo, sobre todo al comienzo de la experimentación.
Una vez tengas localizadas todas las partes, podrás basarte en este esquema para masturbar a una mujer. Vamos a ver los pasos más sencillos para ello.
Cómo masturbar a una mujer paso a paso
Os dejamos una serie de pasos sobre cómo masturbar a una mujer y conseguir que esta disfrute. Recuerda que la «finalidad» no es tanto que llegue al orgasmo, sino hacerla disfrutar de todo el camino hasta él (sin dejar de disfrutar tú).
1. Crear un ambiente seguro y cómodo
Aunque parezca obvio, ninguna persona disfruta enteramente del sexo si no se siente segura. Aunque algunas veces el ambiente se enrarece por causas inconscientes, lo más importante es trabajarlo para que ambas personas estén cómodas. Recuerda que el respeto, la higiene y la diversión son objetivos que se deben perseguir activa y conscientemente.
2. Empieza poco a poco
A la hora de masturbar a una mujer y de hacerla disfrutar, será importante que vayas poco a poco. En este sentido, recomendamos no ir «directos al grano», es decir, directos al clítoris. Ten en cuenta que el clítoris tiene más de 8 000 terminaciones nerviosas, por lo que, empezar por esta zona sería «quemar» todo el proceso de excitación previo.
Prueba a empezar con otro tipo de acercamiento a tu pareja sexual: besos, caricias, un masaje sensual, etcétera. Crea el momento especial, haz que tu pareja se sienta cómoda; puedes utilizar música, aromas relajantes o una luz baja.
3. Estimula el clítoris (suavemente)
Cuando el ambiente ya sea propenso para el encuentro sexual, y hayáis iniciado ese primer contacto, puedes estimular el clítoris, pero muy poco a poco. Hazlo de abajo hacia arriba, comenzando por la cara interior de los muslos. Esta zona tiene muchos nervios que estimularán de forma indirecta el clítoris y que harán disfrutar a tu pareja.
Prueba a acariciar de forma suave sus muslos pero sin llegar a tocar sus genitales. Es una forma de que su mente y su cuerpo se «preparen» para el momento de máximo placer posterior.
Hay algunos juguetes sexuales, como vibradores para la mujer, que resultan ideales para estimular la cara interior de los muslos a través de suaves vibraciones. En este caso, opta por empezar por una velocidad mínima para ir aumentándola progresivamente.
4. Estimula la parte inferior de la vulva
Estás en un punto en el que ya has recorrido las piernas de tu pareja sexual y has llegado al inicio de sus labios mayores. Es el momento de estimular la parte inferior de la vulva. Prueba a mover tus dedos en forma de círculos concéntricos y ve, poco a poco, aumentando el ritmo, pero sin acelerar demasiado.
Se trata de ir aumentando progresivamente el nivel de intensidad y placer. Esto ayudará a que, poco a poco, tanto tú como tu pareja, os vayáis excitando cada vez más. Recuerda: sin pausa pero sin prisa.
5. Adéntrate un poco más
Después de pasar por la parte inferior de la vulva y por los labios mayores, toca dedicarles atención a los labios menores. Son los más internos de la vulva. Prueba a usar tus dedos, subiendo y bajando por la zona a través de suaves caricias.
Cuando bajes los dedos, prueba a rodear la entrada de la vagina. Puedes ir repitiendo este paso hasta que sientas que es el momento de avanzar.
6. Llega/vuelve al clítoris
Cuando ya hemos hecho los preliminares previos, ya podemos empezarnos a preparar para estimular, directamente, el clítoris, que es la zona más sensible de la vulva. Si tu pareja sexual es clitoriana, a través de una estimulación adecuada del clítoris puede llegar al orgasmo.
Puedes probar también a estimular la zona G del clítoris. Prueba con hacer, a través de tus dedos, la forma de círculo, cuadrados, o incluso el abecedario entero.
Cuanto más te demores y con más tacto lo hagas, mejor. Prueba a recorrer las diferentes zonas del clítoris; recuerda que esta estructura tiene muchas zonas sensibles. A cada persona le gusta de una forma u otra, y en este sentido puedes aventurarte a conocer mejor a tu pareja.
Acto seguido, prueba a levantar ligeramente el capuchón que «oculta» el glande del clítoris. Prueba a hacer pequeños toques rápidos en el clítoris con la punta de tus dedos.
7. Estimula la zona G
Es momento de buscar el orgasmo en tu pareja sexual (sin obsesionarnos con ello; recuerda que lo importante es el «viaje» hacia él). Con las manos siempre limpias, introduce un dedo en la entrada de su vagina. Puedes ir poco a poco introduciendo más de uno. Ten cuidado con las uñas para no hacerle daño. Lo ideal es utilizar un lubricante para mejorar la lubricación y las sensaciones.
Volviendo a tus dedos, puedes empezar con uno dos, utilizando las falanges y entrando y saliendo poco a poco de la vagina. Acompaña todo este proceso con caricias y besos, que siempre aumentan el nivel de excitación. Recuerda que puedes combinarlo todo con algún juguete sexual, como un vibrador femenino o masculino.
8. La llegada del clímax
El siguiente paso sobre cómo estimular a una mujer implica presionar con suavidad la pared frontal de su vagina. En este punto notarás una zona un poco más rugosa; se trata del punto G o zona G, muy relacionada con el orgasmo.
Sincroniza el movimiento de tus dedos con su respiración; eso os puede excitar a los dos. No dejes de estimular esa zona y verás cómo, si todo ha fluido y si existe verdadera conexión, tacto, pasión y respeto entre vosotros, el orgasmo llegará.
Algunos consejos extra
Son muchas las variaciones que se pueden buscar para maximizar el placer de la masturbación femenina. Existen varias técnicas efectivas, pero, como siempre, necesitarás de una exploración previa antes de saber cuáles son las mejores. Aquí tienes algunas:
- Usa las dos manos: doblas las posibilidades de placer. Puedes tocar el clítoris y el punto G, introducir un dedo y tocar el clítoris con la otra mano y mil combinaciones más.
- Cuidado con la zona de la uretra: si frotas en esa zona con demasiada fuerza, puede ser desagradable o incluso producir dolor.
- Pregunta si es vaginal o clitoriana: la comunicación en el sexo es esencial. Aunque no sea imprescindible, si ambos queréis que se produzca un orgasmo, es bueno saber cuál es el estilo de ella.
- También puedes utilizar la lengua: la vagina no se autolubrica constantemente. El lubricante con base de agua es una buena opción, pero si empleas la lengua añadirás un extra de variedad al momento.
Reflexiones finales
Estas son algunas ideas sobre cómo masturbar a una mujer paso a paso, aunque, insistimos, la variedad está servida en el sexo. Puedes empezar con este esquema y poco a poco innovar, introduciendo pequeños cambios que os apetezcan a los dos. Lo importante es conectar con la otra persona, hacerla disfrutar y disfrutar tú junto a ella.
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