Síndrome de excitación sexual persistente

El síndrome de excitación sexual persistente produce niveles enormes de ansiedad. Además, llega a afectar cada una de las áreas en las que se desenvuelve la persona.
Síndrome de excitación sexual persistente
María Alejandra Castro Arbeláez

Escrito y verificado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 30 abril, 2020

¿Te imaginas sentir que no controlas tu propio cuerpo? Podría llegar a ser agotador e incluso vergonzoso. Esto les sucede a quienes cuentan con síndrome de excitación sexual persistente. Se trata de un asunto caracterizado por el descontrol, que lejos de dar placer, genera dolor. Además, suele darse sobre todo en las mujeres y puede suceder en diferentes contextos.

A continuación, te contamos de qué se trata este fenómeno. Además, te hablaremos sobre sus características y posibles causas, y te mostraremos cuál es su tratamiento, que se centra sobre todo en aliviar el malestar.

Mujer triste sentada en la cama

¿Qué es el síndrome de la excitación sexual persistente?

Se le llama también trastorno persistente de excitación genital y está asociada a una reacción fisiológica genital, descontrolada e involuntaria, que se da de forma recurrente. Además, puede suceder en diferentes contextos.

Se trata de un asunto que resulta incómodo tanto para las personas que lo padecen como para las de su alrededor, ya que se puede dar en cualquier momento. De hecho, se da en situaciones que no son eróticas y la excitación que sufre la persona tampoco la percibe de este modo.

Entonces, puede causar un gran malestar psicológico a quien lo sufre. Esto se debe a que la excitación no significa algo sexual para la personas. Más bien se vuelve un tormento. Además, esta excitación no va en sintonía con su deseo sexual ni con el contexto.

Características del síndrome de excitación sexual persistente

Veamos más características del síndrome de excitación sexual persistente:

  • Las experiencias que ocasiona este síndrome son vivenciadas como incómodas.
  • Cualquier movimiento de la pelvis podría llegar a desencadenar un orgasmo no voluntario.
  • La excitación fisiológica descontrolada no cuenta con una relación con la percepción de lo erótico.
  • Los orgasmos se dan de forma inoportuna.
  • La respuesta no se inicia por el deseo.
  • La excitación es persistente y recurrente.
  • La procuración del orgasmo no consigue atenuar la excitación.

No hay que confundir este síndrome con adicción al sexo. Pues, aunque la persona tenga excitación de manera persistente y recurrente, no la tiene porque así lo desee, como sí sucede en la adicción al sexo.

Posibles causas del síndrome de excitación sexual persistente

Se trata de un asunto que no está claro hasta el momento. De hecho, no se sabe si la causa está en el plano psicológico o fisiológico o es exclusiva de alguno de ellos. Se sospecha a nivel fisiológico que puede estar causado por:

Ahora bien, la razón fisiológica de la que más se habla es la de los quistes de Tarlov, que alteran las raíces nerviosas de la parte inferior de la columna. Se trata de quistes llenos de líquido cefalorraquídeo en las raíces nerviosas localizadas en la zona sacra de la columna vertebral.

Hombre pensando en el síndrome de excitación sexual persistente

Tratamiento

Al no estar clara la causa, la intervención se enfoca sobre todo a que la persona se sienta mejor. De una forma o de otra, es importante que la persona acuda lo antes posible a consulta. En primer lugar a un médico, para descartar una etiología orgánica; dado este paso, el segundo profesional de referencia debería ser un sexólogo.

El objetivo de la terapia es que el síndrome de excitación sexual persistente afecte lo menos posible las áreas en las que se desenvuelva la persona. Entonces, se le enseñan al paciente diversas estrategias para que la excitación no derive en un malestar incapacitante. Para lograrlo, en muchos casos se empieza por trabajar con cómo la excitación condiciona la visión que la persona tiene de sí misma (autoconcepto).

Además, se trabaja la ansiedad el control de la ansiedad. Eso ya va a depender del profesional en psicoterapia, medicina o sexología al que la persona con síndrome de excitación sexual persistente acuda. Además, la terapia hace énfasis en que la persona sea capaz de afrontar los momentos sociales incómodos por los que pasa.

Por otra parte, se revisa la vida sexual de la persona. Muchas veces se ve alterada porque comienza a tener una visión negativa de esta, y por ello, le cuesta vivir la sexualidad de una forma sana y placentera. Entonces, la terapia también se focaliza en que la persona comprenda la diferencia entre la respuesta orgásmica involuntaria y la vivencia de su sexualidad deseada en la que si hay estímulos eróticos.

Por último, señalar que es necesario un mayor volumen de investigación que nos permita poner luz donde hoy solo hay hipótesis. Por ejemplo, Bravo, Carmona, Meléndez, & Ramírez, en su artículo “Disfunción sexual femenina su relación con el rol de género y la asertividad”, buscaron identificar el origen de los factores de riesgo ,como el rol de género y la asertividad en la evaluación de las disfunciones sexuales.


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  • Becker, J.v. & Kavoussi, R.J. (1996). Trastornos sexuales y de la identidad sexual. Tratado de psiquiatría, 691-709.
  • Bravo, C.S., Carmona, F.M., Meléndez, J.C., & Ramírez, S.M. (2005). Disfunción sexual femenina y su relación con el rol de género y la asertividad. Perinatología y reproducción humana, 19(3-4), 152-160.

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