Cómo vivir sin remordimientos
Todos tenemos algo almacenado en nuestra memoria, algo del pasado que nos hubiera gustado haber hecho de otra manera, o algo que nos gustaría no haber hecho. Son los remordimientos. A través de ellos nos creamos nuestro propio infierno, recordándonos nuestra mente constantemente que nos equivocamos.
Los remordimientos pueden convertirse en grandes cargas que interfieren con nuestro bienestar.
A medida que el tiempo pasa, aprendemos y crecemos, pero eso no significa que no tengamos que lamentar lo que hicimos antes de aprender cómo hacer las cosas de manera diferente. Si no hubiera sido por experiencias, no seríamos la persona que somos hoy, ni hubiéramos aprendido lo que ahora sabemos.
Esos pensamiento negativos, esos que nos llenan de remordimientos, deben desaparecer. Lo hecho, hecho está, y no podemos hacer nada para cambiarlo. Pero, ¿qué podemos hacer para vivir una vida sin remordimientos?
Cómo vivir una vida sin remordimientos
Estos sencillos consejos pueden ayudarte a dejar atrás los remordimientos. Intenta ponerlos en práctica, todo cambiará.
- Acepta que está bien cometer errores y aprende a perdonar los que cometas para seguir adelante
- Considera tu salud y tu bienestar como tu prioridad y cuida de ti mismo. Solo así podrás cuidar de los demás cuando sea necesario.
- Piensa en ti mismo y no dejes que las opiniones de los demás te influyan demasiado.
- Sigue tu propio camino, no el que los demás te impongan. Tú debes decidir sobre tu propia vida.
- Déjate llevar por la curiosidad y abraza la creatividad.
- Aprende a buscar el humor en la vida y ríe siempre que puedas, aunque sea de las cosas más sencillas.
- Cultiva una actitud aventurera, prueba cosas nuevas y acepta riesgos.
- Relájate y no tengas miedo a los cambios.
- Busca la felicidad en tantas cosas y personas como sea posible.
Tú y los demás
En tu vida y en tus relaciones hay muchas más cosa que puedes hacer:
- No juzgues a la gente antes de conocerlos.
- Agradece lo que tienes ahora, y no te lamentes por lo que no tienes.
- Desea lo mejor para los demás y no seas envidioso.
- Comparte tu felicidad, en vez de acaparar todo para ti mismo.
- No trates de cambiar a los demás según tus necesidades y preferencias.
- Valora la felicidad por encima de cualquier cosa material.
- Utiliza tu energía con inteligencia y no la malgastes en lo que no te aporta nada o solo te hace daño.
- Sé valiente, y busca el coraje que necesitas para cambiar lo que haya que cambiar en tu vida y acepta que hay cosas que no puedes cambiar.
- Controla tus pensamientos negativos y controla la forma en la que contribuyen a los resultados de tu vida.
- Ama tu trabajo y, si no es posible, da el primer paso para hacer algo que realmente te haga sentir satisfecho con lo que haces.
- Enfoca los problemas desde diferentes puntos de vista para tratar de encontrar una solución aceptable y beneficiosa.
Cambia tu forma de actuar
Más consejos para olvidarte por fin de los remordimientos. Tal vez no será fácil ponerlos en práctica, pero debes intentarlo:
- Independízate de los pensamientos que los demás tienen de ti.
- No dejes las cosas para más tarde. Puede que no llegues a tiempo.
- No pierdas el tiempo tratando de gustarle a las personas que no te gustan a ti.
- Cambia tu perspectiva de la vida y adopta una visión más amplia de las cosas y de las personas.
- Conviértete en la personas que realmente deseas ser y deja de arrastrar ese “yo” que no te satisface.
- No guardes rencor, es una pesada carga que no te aporta nada bueno.
- Sé honesto contigo mismo.
- Plantéate qué metas quieres alcanzar, y qué tienes que hacer para lograrlas. Escríbelas.
- Trata a los demás con respeto y compasión.
- Pasa tiempo con las personas que te hacen feliz, y deja de perderlo con quienes no te satisfacen.
- Levántate por ti mismo, y no dejes que nadie te ponga freno.
- Participa en la vida, en lugar de observarla.
- Haz lo que te guste, y no hagas aquello que no te aporta nada.
- Haz todos los días algo que te permita sentirte orgulloso de ti mismo. Que los demás lo sepan es irrelevante.
- Mira siempre hacia adelante, y no dejes de avanzar, aunque sea poco.
En vez de sembrar remordimientos, sembremos aceptación y comprensión, hacia esas cosas que quizás nos hubiera gustado que sucediesen de otra manera.
Veamos cada error cometido como una oportunidad y dispongámonos a avanzar. De otra manera, el remordimiento nos atará al pasado.