¿Conoces los 14 principales síntomas de los ataques de ansiedad?
La ansiedad convierte aquellas situaciones cotidianas en las que podemos disfrutar y aprender en un auténtico reto. Ser conscientes de su presencia en nuestra forma de vida es uno de los primeros pasos para minimizar su sintomatología y evitar los temidos ataques de ansiedad.
Antes de continuar, recordarte que cuando nos encontramos en una situación donde estamos viviendo con ansiedad, para superarla es necesario que la persona no se centre en los síntomas. Su atención debe enfocarse hacia aspectos más útiles y prácticos, como realizar actividades constructivas, práctica de ejercicio físico, relajación, etc.
El fin es evitar que estos síntomas nos produzcan angustia después de haberlos reconocido eficazmente. Habrá algunos de ellos que ya experimentes y otros que no estén dentro de los mismos. Como bien sabemos todos somos diferentes biológicamente, pudiendo reaccionar de diferente forma durante los ataques de ansiedad.
1. Sensación de ahogo y dificultad para respirar
Estas sensaciones son algunos de los síntomas más angustiosos de los ataques de ansiedad, ya que tenemos la percepción de que alguien nos está ahogando, por ejemplo, con una almohada. Es importante recordar que esta experiencia es solo una sensación producida por los impulsos nerviosos exagerados.
Estos síntomas no pueden generarte daño. Tu respiración no se detendrá.
Al sentir esta sensación será importante respirar profundamente de forma diafragmática. Cuando la ansiedad nos invade, comenzamos a respirar con el pecho y ésta es una respiración superficial. Al respirar con el diafragma relajamos el sistema nervioso central.
2. Ataques de ansiedad y dolor en el pecho
Esta molestia se produce por la tensión muscular. Los dolores en el pecho pueden generar mucho miedo, ya que la sensación inicial de cualquier persona sufriendo un ataque de ansiedad con dolores en el pecho es que se está muriendo de un infarto.
Para evitar esta molestia, se deberá seguir la indicación en el paso anterior, respirar con el diafragma profundamente.
3. Palpitaciones
La ansiedad produce un aumento de los niveles de adrenalina en el torrente sanguíneo, haciendo que el corazón se precipite. Algo a lo que no estamos muy acostumbrados: una disminución del ritmo cardíaco también es una característica normal de la ansiedad.
“El temor agudiza los sentidos. La ansiedad los paraliza.”
-Kurt Goldstein-
Cuando sintamos el corazón palpitar de forma elevada, lo mejor será quedarse quieto y respirar profundamente. Si el cuerpo queda quieto, la mente tenderá a calmarse. Y si la mente se calma, el cuerpo tenderá a quedarse quiero.
4. Palidez de la piel
Cuando nos encontramos bajo los efectos de la ansiedad, la sangre es desviada a los músculos durante la respuesta de “lucha o huida”. Volveremos a la normalidad cuando el cuerpo empiece a normalizarse después del ataque. Cuando ocurre esto algunas personas pueden ponerse un poco más pálidos como acostumbran
5. Transpiración
Durante los períodos de ansiedad el cuerpo se calienta al estar preparándose para huir o pelear. Para volver a conseguir nuestro equilibrio corporal, liberamos sudor para tratar de bajar la temperatura del cuerpo y equilibrarlo. Es normal.
6. Temblor y estremecimiento
Temblar es una reacción normal ante el miedo y/o una reducción de la temperatura corporal. Cuando sufrimos ansiedad es muy normal experimentar temblores o escalofríos. Estos cesaran cuando finalice el ataque.
“Libérate de la ansiedad, piensa que lo que debe ser, será, y sucederá naturalmente.”
-Facundo Cabral-
7. Dolor en los hombros y cuello
Estas zonas del cuerpo suelen ser las primeras en ponerse tensas cuando nos encontramos estresados. La zona de la cara suele endurecerse debido a la rigidez corporal, presentando después contracturas musculares.
La mejor solución es salir a dar un paseo para relajarnos y realizar algunos estiramientos concretos. Los estiramientos los podemos realizar en casa sin dificultad. Incluso, de vez en cuando, nos podemos regalar un masaje para aliviar la tensión acumulada en la zona.
8. Problemas digestivos y estomacales
Nuestro sistema digestivo es una de las áreas en donde más se utiliza la sangre. La sangre es enviada a esta zona para absorber los nutrientes de los alimentos que ingerimos. Durante los ataques de ansiedad, la sangre es desviada a los músculos para responder adecuadamente al estado lucha-huida.
Como consecuencia de esto, la digestión se ralentiza y los músculos alrededor del estómago pueden llegar a ser anudados. Originará problemas digestivos como indigestiones, acidez estomacal y diarrea o estreñimiento.
9. Erupciones en la piel
Síntomas muy comunes de la ansiedad y estrés son las erupciones en la piel, manchas o sequedad. Se pueden producir eczemas alrededor de la nariz, las mejillas y la frente. Estos desaparecen cuando comencemos a sentirnos mejor.
10. Debilidad y hormigueo en las manos o los pies
La respuesta a la que nos sometemos de lucha o huida es una reacción muy intensa con un profundo efecto en las sensaciones corporales. El hormigueo suele ser causado por la acumulación de dióxido de carbono en la sangre de las extremidades. Estos síntomas no son perjudiciales, volviendo a la normalidad con la ayuda de ejercicio ligero.
11. Sequedad en la boca
Durante la ansiedad los líquidos son desviados a otras partes del cuerpo para su uso. Debido a ello la boca es más propensa a secarse. Para evitar esta sensación, intenta beber agua para mantenerte hidratado y lubricar la boca. Este síntoma no es perjudicial y desaparece cuando se supera la ansiedad.
12. Insomnio
Uno de los efectos más importantes y dificultosos de la ansiedad es el insomnio: incapacidad para dormirse o permanecer dormido. Es importante recuperar los patrones y horarios regulares de sueño para nuestro bienestar personal y ayudar a eliminar la ansiedad en nuestro día a día.
Si el insomnio persiste y somos incapaces de pegar ojo, podría ser aconsejable meditar un poco antes de dormir para relajar la mente. Acostumbrarse a irse a la cama con la mente serena nos ayudará a conciliar el sueño con mayor facilidad.
13. Pesadillas
Las pesadillas suelen imitar lo que está sucediendo en nuestra vida diaria. Si nos encontramos relajados y contentos tendremos sueños positivos y felices. Es cierto que las pesadillas son desagradables e inofensivas, pero estas pueden alterar nuestro ciclo de sueño. Para evitarlas, practica ejercicios de relajación durante el día y antes de acostarte.
14. Irritabilidad
Las personas nos encontramos más irritables cuando se sentimos cansados o enfermos. Una de las principales causas de la ira es la tristeza. La ira es una reacción normal ante el temor o miedo, sin embargo, no debemos dejarnos llevar por ella. Detenernos y analizar la situación en profundizad nos llevará a una solución más efectiva que dejarnos llevar por el enfado.
“Ninguna pasión como el miedo, le arrebata con tal eficacia a la mente la capacidad de actuar y razonar.”
-Edmund Burke-
Estos son algunos de los síntomas más comunes de los ataques de ansiedad, pero hay otros, como temor de perder el control, aumento de la depresión y pensamientos suicidas, distorsión de la visión, audición perturbada, problemas hormonales, dolores de cabeza y en los ojos o agorafobia.
No me despediré sin antes compartir contigo este interesante vídeo con algunas pautas para aprender a cuidar y valorar tu persona, evitando así la ansiedad: