Diferencias entre alzhéimer y demencia
Es evidente que con la edad disminuyen las capacidades cognitivas. En los últimos años, ha ido creciendo el conocimiento popular acerca de este proceso y de las enfermedades asociadas. Sin embargo, el diagnóstico sigue siendo complicado, pues resulta difícil diferenciar entre alzhéimer y demencia, contando con que esta última abarca muchos tipos.
Para muchas familias resulta complicado saber diferenciar las señales propias del envejecimiento de las de las etapas tempranas de una enfermedad neurodegenerativa. Eso ocasiona que muchas veces las demencias puedan avanzar hasta un punto que perjudica seriamente la vida del paciente.
Por eso, en este artículo puedes encontrar la diferencia entre las dos dolencias que más preocupan a las familias: la enfermedad de alzhéimer y la demencia. No te lo pierdas.
¿Qué es el alzhéimer?
El alzhéimer es un trastorno cerebral degenerativo que altera el funcionamiento de las neuronas. Afecta principalmente al neocórtex, produciendo muerte celular, pero en etapas avanzadas profundiza hacia áreas internas del cerebro.
Durante muchos años permanece asintomática, pues el poder de plasticidad y compensación del cerebro va solventando la pérdida de funciones. Cuando ya no puede “ocultarlo” más, comienzan los signos de deterioro cognitivo y pérdida de memoria, pudiendo avanzar hasta provocar la muerte de la persona.
Los nuevos estudios de los biomarcadores del alzhéimer permiten detectar esta enfermedad de forma precoz, antes incluso de que produzca síntomas. Es especialmente útil para las personas que tienen antecedentes en su familia. Las pruebas que se realizan para detectar los biomarcadores de esta enfermedad son las siguientes:
- Los niveles de proteínas beta-amiloide y tau en el líquido cefalorraquídeo, que se analizan extrayéndose mediante una punción lumbar.
- La detección de la acumulación de esas proteínas en el cerebro mediante tomografía por emisión de positrones (PET).
- Estudios de imagen estructural o funcional del cerebro y sus regiones a través de tecnologías de resonancia magnética y de tomografía por emisión de positrones con un trazador de glucosa.
¿Qué es la demencia?
Por su parte, la demencia se trata de un conjunto de síntomas asociados a las capacidades de pensar, razonar y recordar que provocan dificultades en el desempeño normal de la vida del paciente. No se trata de una enfermedad, pero puede ser causa de una.
El DSM-V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) cambió el nombre de «demencia» por el de «trastorno neurocognitivo mayor», además de agregar una nueva categoría menos grave de dificultad cognitiva, llamada «trastorno neurocognitivo leve».
Este trastorno se diagnostica cuando la alteración de una sola capacidad cognitiva es lo suficientemente grave como para interferir con la independencia. Además, esta alteración no puede haber sido causada por el uso de drogas, el delirio u otras afecciones.
Las habilidades cognitivas que se evalúan para este diagnóstico son las siguientes:
- Atención compleja.
- Expresión y comprensión del lenguaje.
- Función ejecutiva: planificar, organizar, recordar cosas, priorizar o prestar atención a las tareas.
- Función perceptiva-motora: percepción visual de las relaciones espaciales entre los objetos.
- Aprendizaje y memoria.
- Cognición social.
Diferencias entre alzhéimer y demencia
Ahora que conoces cada afección un poco más en profundidad, verás que hay grandes semejanzas entre ellas, como la pérdida de memoria y el deterioro de las funciones cognitivas superiores. Sin embargo, sus diferencias son sustanciales y, una vez hechas las pruebas diagnósticas pertinentes, el tratamiento será distinto.
De hecho, lo primero que debes saber es que «demencia» es un término general, una categoría. A ella llegan múltiples enfermedades, como el alzhéimer, que afectan a las capacidades cognitivas. Demencia por cuerpos de Lewy, demencia vascular, demencia por enfermedad de Wilson… todas ellas están causadas por la enfermedad que les da su nombre.
En este caso, nos estamos centrando en las diferencias entre el alzhéimer y la demencia como categoría general. Por tanto, las principales serían estas:
- El alzhéimer es una enfermedad, pero la demencia es un síndrome, es decir, un conjunto de síntomas.
- La demencia deteriora las funciones cognitivas, pero no es degenerativa. Es decir, es el resultado de la degeneración causada por la enfermedad en curso.
- Algunos tipos de demencia no causan el fallecimiento del paciente, pero el alzhéimer sí.
- Los síntomas de ambas siguen cursos diferentes: mientras que en el alzhéimer comienza con pequeñas pérdidas de memoria y se van sumando síntomas a medida que avanza, en la demencia varían los síntomas iniciales dependiendo la enfermedad que la provoque.
- La demencia, siendo un síndrome resultado de una enfermedad, no es heredable. Lo que sí se hereda son algunas de las enfermedades que la provocan, como, en este caso, el alzhéimer. Aun con todo, algunos tipos de demencia no se heredan, como es el caso de la demencia vascular.
Conclusiones
Según el informe mundial sobre el alzhéimer de 2022, llevado a cabo por la organización Alzheimer’s disease international, el 60-80% de las demencias diagnosticadas corresponden a esta enfermedad. Aunque los estudios y la medicina siguen avanzando, aún no existe cura para estas dolencias y tan solo se puede retrasar su avance.
No obstante, esta ralentización de la aparición de la demencia puede llegar a asegurar una buena calidad de vida durante más años del paciente. Por eso, si detectas en ti o en algún ser querido algún síntoma de deterioro cognitivo, recuerda acudir a un profesional para poner en marcha los procesos diagnósticos pertinentes.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- García-Ribas, G., Moreno, L. S., & García Caldentey, J. (2014). Biomarcadores en la enfermedad de Alzheimer. Rev Neurología, 58(7), 308-17. https://n.neurology.org/content/87/5/539.short
- Morrison, J. (2015). DSM-5® Guía para el diagnóstico clínico. Editorial El Manual Moderno. https://clea.edu.mx/biblioteca/files/original/100427ee7db1097e8ed8e1815bb84e36.pdf
- Mateu, K. A., Guzmán, M. D. L. Á. A., & Jiménez, L. F. H. (2014). Función ejecutiva en adultos mayores con patologías asociadas a la evolución del deterioro cognitivo. Neuropsicologia Latinoamericana, 6(2). https://www.neuropsicolatina.org/index.php/Neuropsicologia_Latinoamericana/article/view/180
- Emmady, P. D., Schoo, C., Tadi, P., & Del Pozo, E. (2022). Major Neurocognitive Disorder (Dementia)(Nursing). StatPearls; StatPearls Publishing: Treasure Island, FL, USA. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34033314/
- Duong, S., Patel, T., & Chang, F. (2017). Dementia: What pharmacists need to know. Canadian Pharmacists Journal/Revue des Pharmaciens du Canada, 150(2), 118-129. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28405256/
- Kumar, A., Sidhu, J., Goyal, A., & Tsao, J. W. (2022). Alzheimer Disease. En StatPearls. StatPearls Publishing. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29763097/
- Jack, C. R., Jr, Bennett, D. A., Blennow, K., Carrillo, M. C., Feldman, H. H., Frisoni, G. B., Hampel, H., Jagust, W. J., Johnson, K. A., Knopman, D. S., Petersen, R. C., Scheltens, P., Sperling, R. A., & Dubois, B. (2016). A/T/N: An unbiased descriptive classification scheme for Alzheimer disease biomarkers. Neurology, 87(5), 539–547. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27371494/
- Bir, S. C., Khan, M. W., Javalkar, V., Toledo, E. G., & Kelley, R. E. (2021). Emerging concepts in vascular dementia: a review. Journal of Stroke and Cerebrovascular Diseases, 30(8), 105864. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34062312/
- Yong, K., Zimmermann, N., Crutch, S., Rossor, M., & Harding, E. (2022). World Alzheimer Report 2022 Life after diagnosis: Navigating treatment, care and support. Alzheimer Disease International. 310-312. https://www.alzint.org/resource/world-alzheimer-report-2022