El líquido cefalorraquídeo: el soporte de nuestro sistema nervioso central
El líquido cefalorraquídeo (LCR) o cerebroespinal es uno de los principales fluidos del cuerpo humano. Su función primordial es la de proteger el tejido cerebral y la médula espinal. Así, sirve de amortiguador ante impactos entre el sistema nervioso central y el cráneo o los huesos circundantes. En condiciones normales, el LCR suma un volumen de entre 100 y 150 ml.
Es transparente, su contenido químico es diferente al del suero, pero similar al del plasma sanguíneo. Tiene la misma consistencia que el agua y está compuesto esencialmente por H2O, minerales (sodio, potasio, calcio, cloro), sales inorgánicas (fosfatos) y vitaminas (especialmente del grupo B). También contiene electrolitos, leucocitos, aminoácidos, colina y ácido nucleico, entre otros componentes.
Un tipo de fluido extracelular
El cuerpo tiene 4 compartimentos de fluidos, que se dividen en intra y extracelulares. Aproximadamente, dos tercios del total de agua de nuestro organismo es fluido intracelular o intravascular. Es decir, la parte líquida del citoplasma de las células. El resto, es extracelular. Existen 3 fluidos de este último tipo.
- El plasma sanguíneo, es decir, la porción líquida de la sangre; que está contenido en los vasos sanguíneos y en las cavidades cardíacas.
- El intersticial, también llamado tisular, que está alojado en el intersticio o espacio que hay entre las células.
- Y, en tercer lugar, el líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal, que baña el encéfalo y la médula espinal. A continuación vamos a profundizar en su composición, localización y funciones.
Localización y circulación
El LCR circula por el espacio subaracnoideo, los ventrículos cerebrales y el canal del epéndimo. Vayamos por partes:
- El espacio subaracnoideo es el que existe entre la meninge intermedia (aracnoides) y la más interna (piamadre). La piamadre está en contacto con la superficie cerebral, por lo que por este pequeño espacio por el que circula el líquido cefalorraquídeo separa el cráneo del encéfalo.
- Los ventrículos cerebrales: son cuatro cavidades anatómicas situadas en el cerebro, que se encuentran interconectadas entre sí. En conjunto, forman el sistema ventricular, por el que circula el LCR.
- El canal del epéndimo: es un conducto que recorre toda la médula espinal. Contiene más de 140 ml del líquido cefalorraquídeo del cuerpo de un individuo medio. Ocupa el centro de la médula espinal, ubicándose en el centro de la comisura gris y dividiéndola en una parte anterior y otra posterior.
Síntesis y recorrido del LCR
La mayor parte del LCR se crea a partir del plasma sanguíneo en los plexos coroideos de los ventrículos cerebrales. Una vez sintetizado, pasa a los ventrículos laterales, situados en ambos hemisferios cerebrales. Y, posteriormente, a través de los agujeros interventriculares, al tercer ventrículo (situado a nivel del diencéfalo).
De ahí recorre el acueducto de Silvio y va a parar al cuarto ventrículo, que tiene forma triangular y se encuentra en el romboencéfalo, muy próximo al tronco del encéfalo y al cerebelo. Una vez que realizado este recorrido, sale al espacio subaracnoideo por medio de unos orificios conocidos como de Magendie y de Luschka y baña toda la superficie del sistema nervioso central.
Finalmente, es reabsorbido en los senos venosos, en un proceso pasivo para el que no se requiere energía. En condiciones normales, el LCR se reabsorbe de forma muy rápida, casi a la misma velocidad con la que se forma en los plexos coroideos, lo cual hace que la presión intracraneal se mantenga siempre constante.
El LCR se renueva a un ritmo de 6 ó 7 veces al día aproximadamente y su ciclo medio de vida no suele sobrepasar las 3 horas. Cuando se obstruyen las vías por las que circula el líquido cefalorraquídeo y éste queda acumulado en algún compartimento cerebral se produce hidrocefalia. La consecuencia inmediata es un aumento de la presión intracraneal.
Funciones del líquido cefalorraquídeo
El líquido cefalorraquídeo es uno de los fluidos corporales de nuestro organismo y sus funciones son muy variadas.
- Protege el sistema nervioso central contra posibles traumatismos, golpes e impactos. Se puede decir que es capaz de amortiguar el movimiento intracraneal hasta en un 97%.
- Asume una doble función biológica. Por un lado, de nutrición; puesto que se encarga de transportar hormonas, anticuerpos, linfocitos al tejido nervioso. Por otro, de eliminación, puesto que desecha los residuos metabólicos neuronales.
- Además, actúa como un aislante eléctrico de la médula espinal.
- Permite diagnosticar una serie de enfermedades neurológicas, alteraciones en las meninges, hemorragias subaracnoideas o tumores cerebro-espinales.
- Es la vía de entrada para la anestesia epidural.
El LCR es, como vemos, esencial para el mantenimiento y la preservación del sistema nervioso central. Pequeños cambios en su densidad o cantidad pueden generar, por tanto, consecuencias graves en el funcionamiento cerebral.
Referencias bibliográficas
Zweckberger K, Sakowitz OW, Unterberg AW, et al. (2009). Intracranial pressure-volume relationship. Physiology and pathophysiology Anaesthesist. 58:392-7.