El miedo a decepcionar a tus padres te impide crecer
Existen muchos factores que pueden impedirnos alcanzar nuestros objetivos en la vida. De algunos de ellos ya se ha escrito mucho: la procrastinación, la falta de claridad en las metas, la pereza… Pero hay uno que no es muy conocido y que, sin embargo, tiene uno de los peores efectos sobre tu felicidad a largo plazo. Estamos hablando del miedo a decepcionar a tus padres.
Para muchas personas, la opinión de los demás es fundamental para su autoconcepto, pero si hay dos personas cuya forma de vernos nos afecta especialmente, sin duda son nuestros padres. Así, algunos individuos nunca se convierten en las personas que podrían ser debido al terror que sienten a no dar la talla ante ellos.
En este artículo estudiaremos por qué se produce el miedo a decepcionar a los padres y qué efectos puede tener sobre el desarrollo vital. Además, veremos qué se puede hacer para trabajarlo cuando se presente.
¿En qué consiste el miedo a decepcionar a tus padres?
Para la mayoría de nosotros, lo que piensen nuestros seres queridos de quiénes somos es muy importante. Así, en cierta medida, nuestra autoestima se basa en las opiniones que tienen los demás sobre nosotros. Por supuesto, este no es el único factor implicado; pero suele ser muy complicado quererse si nos rodeamos de gente que cree que no damos la talla.
En el caso de nuestros padres, esto se vuelve aún más complicado. Por lo general, lo que ellos valoran no suele ser lo que queremos para nosotros. Es muy probable que existan muchas diferencias de opiniones, gustos y personalidad entre las dos partes; por lo tanto, en ocasiones, se tendrán que tomar decisiones conflictivas y, en consecuencia, correr el riesgo de disgustarles.
En un principio, el miedo a decepcionar a tus padres no debería tener ningún sentido. Supuestamente, su amor debería ser incondicional, pero, sin embargo, no siempre es así. En ocasiones, sus maneras de expresarse o de tratarnos pueden hacernos sentir que solo contaremos con su apoyo si hacemos lo que ellos desearían para nosotros.
Según la psicóloga Isabel Menéndez Benavente, en la actualidad, los padres desean que sus hijos estén bien formados, sean competitivos y con buenas notas. Incluso, llegan a exigirles mucho, desde el desconocimiento de si pueden alcanzar o no lo que desean y además, sin tener en cuenta si están interesados en ello.
Qué efectos provoca este miedo
Para algunas personas, la simple posibilidad de perder el cariño de sus padres les impide hacer lo que realmente quieren. Cada persona expresará este miedo de diferentes maneras; a continuación, veremos algunas de las más comunes.
- Elegir un trabajo “seguro”. Algunos individuos, para no decepcionar a sus padres, desarrollarán una carrera en un ámbito que realmente no les atrae pero que perciben que les proporcionará más estabilidad.
- Evitar correr riesgos. ¿Tienes algún deseo que no hayas intentado cumplir por miedo a fracasar? En gran parte, esto suele deberse a lo que se conoce como principio de sanción social. Este provoca que no hagamos nada en lo que podamos fallar por miedo a decepcionar a nuestros seres queridos.
- Coartar su libertad amorosa. Uno de los efectos más graves producidos por este miedo se da cuando la persona evita formar relaciones amorosas o sexuales por temor a lo que piensen sus padres. Esto suele ser típico de personas no hetero, pero también puede darse con individuos heterosexuales en otras áreas de relaciones amorosas.
Como ves, el miedo a decepcionar a tus padres puede afectar a casi todas las áreas de tu vida. Pero, por suerte, existen maneras de trabajarlo. En el siguiente apartado descubrirás algunas de las más efectivas.
Cómo acabar con este miedo
Una vez tengas localizado dónde afecta tu miedo a decepcionar, el siguiente paso es poner en marcha estrategias para solucionarlo. Aquí tienes algunos consejos que te serán de utilidad:
- Trata de contentarte a ti en primer lugar. Puede que decepcionar a tus padres sea algo muy doloroso. Sin embargo, por lo general lo es mucho más no cumplir tus propias expectativas. ¿Cómo te sentirías si dentro de diez años no hubieras cumplido ninguno de tus deseos? Al final, la única persona que puede elegir cómo vivir eres tú.
- Recuerda que tus padres son distintos a ti. Aunque traten de ayudarte con la mejor intención, la realidad es que muchas veces no saben qué es lo que va a ser mejor para tu vida. Debido a factores como vuestras personalidades y gustos distintos o los cambios sociales que se han producido en las últimas décadas, es muy probable que sus experiencias no sean completamente válidas a la hora de aplicarlas en tu vida.
- Utiliza la asertividad. Si has decidido hacerle frente al miedo a decepcionar a tus padres y empezar a vivir como realmente quieres, probablemente tengas que enfrentarte a ellos tarde o temprano. Para hacerlo de la mejor manera posible, te será muy útil desarrollar habilidades como la empatía, la comunicación persuasiva y el control emocional. Todas ellas forman parte de lo que se conoce como asertividad.
- Si te equivocas no significa que tuvieran razón en primer lugar. Enfrentarte a ellos y arriesgarte con una decisión puede llevarte también al fracaso. Sin embargo, que eso no te haga recular: has hecho lo que debías y ellos deberían apoyarte en tu recuperación, no hundirte más.
- Construye una vida independiente y sana. A veces, el empoderamiento llega a través de los logros vitales. Ser económicamente independiente, rodearte de gente que te apoya o independizarte son pilares que te ayudarán a superar ese miedo a decepcionar.
- Trabaja en tu sensación de culpa: la única forma de superar el miedo a decepcionar a tus padres es decepcionándolos. Eso supondrá un conflicto emocional que debes trabajar, contando con la ayuda de un profesional si lo necesitas.
Enfrentarte al miedo a decepcionar a tus padres puede ser muy complicado, especialmente si aún vives con ellos. Sin embargo, hacerlo será probablemente una de las acciones que más te recompensarán en tu vida. Al fin y al cabo, solo tú sabes qué es lo que realmente quieres y lo que más te conviene.
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