El poder del amor
El amor tiene muchos beneficios para la salud. Pero, ¿cuál es el verdadero poder del amor? ¿cómo puede el amor beneficiar al cuerpo y a la mente? Diversas investigaciones han demostrado una gran variedad de beneficios para la salud, asociados a vivir una relación de pareja feliz.
En lo que se refiere a las relaciones sexuales, a nadie se le escapa que el sexo es una forma de ejercicio muy eficaz que, además, cumple una función catártica para liberar tensiones y ayuda a mantener y a reforzar la autoestima. Sin embargo, el poder del amor va más allá y las relaciones de pareja tienen muchos más beneficios para la salud. Los beneficios dependen de diversos factores, como el tipo de relación.
El amor es bueno para el corazón
El corazón es un símbolo visible del poder del amor. Pero cuando decimos que el amor es bueno para el corazón, no lo decimos de manera figurativa, en absoluto.
Según una investigación de la Universidad de Rochester en Nueva York, mantener una relación de pareja satisfactoria puede mejorar la tasa de supervivencia tras una intervención quirúrgica coronaria. Este estudio concluyó que los efectos de la satisfacción de la vida en pareja eran tan importantes como la identificación de los factores de riesgo tradicionales como la obesidad y el consumo de tabaco.
Otro estudio, realizado en la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU), señala que las parejas que se muestran afecto tienen reacciones más saludables ante tareas estresantes como hablar en público. La frecuencia cardíaca y la presión arterial fueron mejores en personas que estuvieron diez minutos de la mano de su pareja y que disfrutaron de un abrazo posterior de 20 segundos, que los mostrados los que simplemente descansaron antes.
Los autores del estudio dicen que estos hallazgos sugieren que las relaciones afectuosas pueden contribuir a una menor reactividad ante los acontecimientos estresantes de la vida.
El poder del amor y la mente
Otros investigadores ha encontrado que el sexo también ayuda a mejorar la salud mental. Sugieren que, al igual que otras formas de actividad física, el sexo reduce los niveles de estrés. Los investigadores realizaron pruebas de estrés relacionadas con actos como cálculo mental en voz alta y encontraron que las personas que tuvieron relaciones sexuales se enfrentaron mejor al estrés que los participantes que no las habían tenido.
Por otra parte, la sensación de bienestar de una persona también puede ser mejorada mediante las relaciones sexuales. Un estudio de Universidad de Indiana Bloomington con 3.000 personas de entre 57-85 años de edad, demostró que aquellos que estaban teniendo relaciones sexuales calificaban su salud mucho mejor que los que no las tenían.
En este estudio, no fue solo sexo lo que llevó a un mayor bienestar, sino el hecho de estar en una relación satisfactoria en general. Los investigadores encontraron que las personas que estaban en relaciones cercanas, eran más propensas a decir que tenía “excelente” o “muy buena” salud, en lugar de simplemente “buena” o “mala”.
Según la Clínica Mayo, el pensamiento positivo derivado de un relación satisfactoria podría llevar a mayores beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo sufrir resfriado común, depresión y angustia, así como de reducir el riesgo de mortalidad global.
El amor no es el mismo para todo el mundo
¿Podrían los niveles de afecto y estilo de apego determinar los beneficios para la salud que las parejas reciben de su relación? Nadie experimenta el amor de la misma manera que los demás. Cada persona se siente atraída por un tipo diferente de persona y espera algo concreto de ella. Por eso las consecuencias del poder del amor para la salud varían de unos a otros.
Un estudio del King’s College London Institute of Psychiatry (Reino Unido) investigó los efectos del estilo de apego en el alivio del dolor. El estilo de apego adulto se refiere a los patrones exhibidos por los individuos en las relaciones, en función de la forma en que buscan cercanía o desean evitarla.
Por lo general, la presencia de una pareja en una situación dolorosa sería considerada reconfortante y un alivio. Sin embargo, no fue el caso para todos los participantes en la investigación. A un grupo de mujeres se les administraron pulsos de láser moderadamente dolorosos en los dedos, mientras que su compañero sentimental estaba presente y ausente.
Las mujeres que preferían que sus parejas no estuvieran presentes realmente sentían más dolor cuando estaban con ellas. Sin embargo, las mujeres que sí deseaban tener cerca a su pareja parece que segregaban oxitocina (la hormona del amor), lo que explicaría que experimentaran niveles reducidos de dolor. El autor principal creía que la oxitocina podría ser parte de un mecanismo neurobiológico involucrado en la formación de los efectos de la interacción con otras personas cercanas a la experiencia del dolor.
La oxitocina se ha asociado con las partes del cerebro que están involucradas en conductas emocionales, cognitivas y sociales. La intimidad, como las relaciones sexuales, ir de la mano y mirarse a los ojos, estimulan la liberación de oxitocina en los hombres y las mujeres.
“Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor.”
-Amado Nervo-
¿Podemos vivir sin amor?
Es posible ser feliz sin tener una relación de pareja. Un estudio realizado con monjas ha demostrado que las relaciones románticas y sexuales no son necesarios para la buena salud y larga vida. De hecho, desde el budismo, se afirma que el amor es el deseo y la aspiración de que todos los seres sean felices y tengan las causas de la felicidad. Se trata de una concepción bastante alejada de la idea romántica del amor que solo se limita a la pareja. Lo más sorprendente, es que las últimas investigaciones científicas, corroboran el poder de la meditación budista en este tipo de amor, aumentando los niveles de felicidad y autoestima.
A pesar de todos los beneficios de salud que ofrece el sexo, una investigación también ha demostrado que una vida de celibato también puede proporcionar una vida larga y saludable. Este estudio informó que vivir sin pareja también puede proporcionar un estilo de vida activo y mantener una fuerte función cognitiva en la vejez. Por eso, es importante señalar que el amor de pareja es un “tipo” de amor más. Pero el amor es algo más universal que se extiende hacia todos los seres. Enfocarlo solo a la pareja, es tan reduccionista que limitamos el amor y nuestra felicidad a encontrar una pareja ideal.
Desde el budismo, el amor, como vemos, es mucho más amplio, más sano y más enriquecedor. Deseamos la felicidad tanto a nuestra pareja, nuestros padres, hermanos, toda la familia, a gente neutra, desconocidos e incluso a nuestros peores enemigos. El amor no entiende de condiciones. El amor no se reduce si lo damos, al contrario, cuanto más amor deseemos, más crecerá. Así pues, ¡veamos más allá y sepamos que el amor genuino es aquel que desea el bienestar de todos los seres!