Emil Kraepelin, el padre de la psiquiatría moderna
El nombre de Emil Kraepelin es uno de los más importantes en la historia de la medicina. Prácticamente se le considera el padre de la psiquiatría moderna. También de la genética psiquiátrica y de la psicofarmacología. Así mismo, fue el principal impulsor de la llamada psiquiatría biológica, que ve las enfermedades mentales como un tema básicamente orgánico.
Pese a que Emil Kraepelin formuló sus teorías a comienzos del siglo XX, todos esos postulados siguen siendo vigentes para un importante número de psiquiatras hoy en día. También ha sido severamente cuestionado por su excesivo “cientifismo”. Sin embargo, nadie se atreve a desconocer sus aportes.
“Aquello que va a visitar al psiquiatra por los males que lo aquejan, ¿es un organismo enfermo, aquejado del disfuncionamiento de algunas de sus partes constituyentes, o bien es un sujeto que habita el universo del lenguaje, y cuyo cuerpo y sus modos de gozar reciben de éste sus marcas indelebles?”.
-Autor no establecido-
Emil Kraepelin se opuso decididamente a los conceptos de Sigmund Freud y del psicoanálisis. Esta corriente estaba en boga en la misma época en la que él realizó sus investigaciones. Aún así, también se interesó por temas típicamente psicoanalíticos, como la interpretación de los sueños.
La historia de Emil Kraepelin
Emil Kraepelin nació el 15 de febrero de 1856 en Alemania. Adelantó estudios de medicina en varias instituciones, principalmente en Leipzig. Desde que comenzó su formación mostró un gran interés por los fenómenos de la mente humana. Eso lo llevó a hacer un curso de psicología experimental con Wilhelm Wundt, el creador de esa corriente. Después se hizo asistente de psiquiatría.
Se graduó en 1874 con una tesis de grado llamada Sobre la influencia de las enfermedades agudas en la génesis de las enfermedades mentales. Después hizo estudios en neuropatología y comenzó a investigar sobre la psicofarmacología y la psicofisiología. También trabajó en varios asilos psiquiátricos de entonces y se hizo profesor en la Universidad de Dorpat (actual Estonia) en 1886.
En 1922 asumió la jefatura del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas de la ciudad de Munich. Para ese entonces, su fama ya era internacional. Había avanzado mucho en sus planteamientos, con investigaciones y exposiciones muy minuciosas, que recogían agudas observaciones sobre los llamados “enfermos mentales”.
La obra de Kraepelin
La primera gran obra publicada de Emil Kraepelin fue Compendio de psiquiatría . En ella reseñaba cientos de observaciones clínicas, a partir de los innumerables casos que había atendido en los asilos psiquiátricos. Esta fue una obra pionera en psiquiatría. Describía las sintomatologías con el mayor detalle y buscaba clasificar las enfermedades mentales de acuerdo con sus manifestaciones observables. Tenía solo 27 años cuando produjo esta obra.
La segunda y tercera ediciones de esa obra dejaron de llamarse “compendio” y comenzaron a llamarse “tratado”. Emil Kraepelin introdujo en esas ediciones el concepto de evolución de la enfermedad, un aspecto que resultó decisivo para hacer diagnósticos diferenciales. También introdujo un capítulo sobre la catatonia.
Entre la cuarta y la sexta edición también apareció el concepto de procesos psíquicos degenerativos. Estos incluían la catatonia, la demencia precoz y la demencia paranoide. De igual modo, introdujo el concepto de “enajenación maniaco-depresiva”. Lo cierto es que en cada edición fue ampliando y precisando las diferentes enfermedades mentales. La octava edición tenía más de 2.500 páginas.
El legado de Emil Kraepelin
Uno de los capítulos más interesantes en la historia de las ciencias de la mente se da cuando Emil Kraepelin atendió a un paciente que se volvió famoso, aunque no por él. Se trataba de Serguei Constantinovich Pankejeff, a quien Kraepelin trató sin éxito, dándole el diagnóstico de “maniaco-depresivo”. El mismo paciente fue atendido después por Sigmund Freud. Este lo consagró en la historia del psicoanálisis con el mote de “El hombre de los lobos” y lo diagnosticó como “neurótico obsesivo”.
Lo cierto es que las clasificaciones de Kraepelin son la base de toda la psiquiatría moderna. Durante su época se impuso sobre todas las demás teorías y adquirió un enorme prestigio. Emil Kraepelin quería, a toda costa, que la psiquiatría adquiriera un estatuto más científico y sólido. Por eso toda su obra es de una rigurosidad impresionante.
Kraepelin también se interesó por el estudio de las enfermedades mentales en otras culturas. De este modo sentó las bases para lo que sería la etnopsiquiatría y la psiquiatría cultural. De hecho, viajó en repetidas ocasiones a México, España, Indonesia, India y Estados Unidos para reunir información. A sus pesquisas las llamó “psiquiatría comparada”.
Emil Kraepelin murió a los 70 años de edad en Munich (Alemania). Una buena parte de la psiquiatría moderna se basa en su obra. Pese a que esta perspectiva ha sido cuestionada desde varias corrientes del pensamiento, aún hoy en día muchos psiquiatras se apegan celosamente a sus postulados.