¿Es importante conocer el pasado sexual de mi pareja?

Conversar con la pareja sobre su pasado sexual a veces fortalece el vínculo, pero en otras ocasiones lo deteriora. Es necesario evaluar la conveniencia de hacerlo. ¿Cuándo vale la pena? ¿Se debe evitar? En este artículo responderemos a esas interrogantes.

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 09 junio, 2023

Hablar del pasado sexual con la pareja es una decisión muy personal y depende de la dinámica y la confianza que haya en la relación. No existe una opción única o universal aplicable, ya que las parejas tienen diferentes valores, creencias y niveles de apertura con respecto a las experiencias íntimas anteriores.

Algunas personas encuentran beneficios en compartir de modo abierto sus vivencias, ya que consideran que lo descrito fortalece la confianza, promueve la comunicación honesta y fomenta una mayor comprensión mutua. Quizás consideran su utilidad para abordar inquietudes, discutir preferencias, establecer límites y construir una base sólida tanto en la intimidad como en la conexión emocional.

En cambio, también están quienes sostienen que hablar del pasado sexual podría ser un camino para desencadenar inseguridades o conflictos. Lejos de promover la unión, es un tema que detona distancias, en algunas ocasiones. Debido a ello, hay que sopesar muy bien las características de la relación y de las personas que la componen, antes de tocar estos tópicos.

Hablar del pasado sexual: factores a tener en cuenta

Antes de hablar del pasado sexual, conviene tomar en cuenta algunos factores. El primero de ellos es el grado de comodidad que experimenten ambos miembros de la pareja frente a este tipo de conversaciones. Si alguno de los dos no se siente preparado o tiene reservas, es importante respetar esos límites y esperar hasta que sienta más seguridad.

Otro elemento es la intención. ¿Importa el pasado sexual de una persona? ¿Es para construir una mayor comprensión y cercanía o para juzgar o comparar a la pareja? Responder a estas preguntas ofrece pistas valiosas para saber qué tan conveniente es abordar el asunto. Lo fundamental es considerar el contexto en el que se plantea la conversación y la intención detrás de ella.

Por otro lado, se debe valorar si los miembros de la pareja están en capacidad de conversar en torno a este tema con pleno respeto. El pasado sexual de cada quien es individual y no debe utilizarse para menospreciar, juzgar o generar inseguridades en el presente. Si bien la comunicación abierta es importante, también es válido mantener en privado ciertos aspectos pasados. Cada uno tiene derecho a elegir.

Los beneficios y los inconvenientes de conocer el pasado sexual de mi pareja

Como suele suceder en el mundo de lo humano, todo tiene sus pros y sus contras. Hablar acerca del pasado sexual con la pareja no es la excepción. Ante ello, veamos cuáles son los beneficios de hacerlo y cuáles resultarían los inconvenientes.

Beneficios

• Tener una mejor comprensión y conexión. Compartir experiencias sexuales pasadas contribuye a que ambos se comprendan mejor, construyan una mayor intimidad emocional y fortalezcan el vínculo en la relación.
• Obtener información sobre su salud. Saber el pasado sexual de tu pareja aporta información relacionada con su salud, aumentando la intimidad y el conocimiento que tienes de ella, así lo informa un artículo publicado en Journal of Sex Research.
• Alineación de expectativas. Conocer las experiencias sexuales previas conviene para alinear las expectativas sexuales en la relación. Incluye preferencias, límites, fantasías y otros aspectos que contribuyan a una vida sexual satisfactoria para ambos.
• Incrementar la satisfacción. Las personas realizan revelaciones que pueden ser favorecedoras para la relación. En este sentido, estudios sobre la autorrevelación sexual apuntan a un incremento de la satisfacción sexual y relacional (Byers y Demmons, 1999).
• Cohesión en la relación. Las parejas experimentan beneficios a nivel de satisfacción, ajuste, cohesión, expresión afectiva y consenso diádico, argumenta un estudio sobre satisfacción con la comunicación sexual, difundido en Journal of Social and Personal Relationships.
• Mejorar la comunicación. Se fomenta una comunicación abierta y honesta, maximizando la confianza y la transparencia, creando un espacio seguro para expresar deseos, necesidades y preocupaciones sexuales. En general, la comunicación sexual efectiva tiene un efecto positivo sobre el bienestar sexual a largo plazo, señala Canadian Psychology.
• Aumentar el conocimiento sobre las preferencias sexuales. Puede que ambos se conozcan mejor e identifiquen sus gustos. Un estudio encontró que la divulgación de las preferencias sexuales aumenta la comprensión de los gustos de la otra persona. Este hecho hace que la vida sexual de la pareja sea más gratificante (MacNeil y Byers, 2009).

Inconvenientes

• Sobrecarga emocional. Discutir estos temas puede ser desafiante en lo emocional. Es posible que desencadene vergüenza, culpa o tristeza.
• Desencanto o decepción. Al conocer detalles específicos del pasado sexual de la pareja, tal vez algunas personas sientan desencanto o decepción si sus expectativas no coinciden con la realidad.
• Evaluaciones negativas. Si la pareja tuvo muchos encuentros sexuales, es posible que sea evaluada de forma negativa y su deseabilidad disminuya, tal como sugieren los resultados de un estudio publicado en Sex Roles.
• Comparaciones y celos. Hablar del pasado sexual puede llevar a comparaciones que generen sentimientos de inseguridad o celos en alguno de los miembros de la pareja. Es importante abordar estos sentimientos con comprensión y empatía.
• Pérdida del interés o la atracción. Una indagación sobre la historia sexual y el atractivo, indica que las personas pueden evitar involucrarse con quienes han tenido un pasado sexual muy extenso. Esto puede afectar el interés mutuo en la relación (Stewart-Williams et al., 2017).
• Juicios y estereotipos. En ciertas ocasiones, estos temas llevan a crear prejuicios o estereotipos sobre la pareja. De acuerdo con un análisis publicado en The Journal of Sex Research, el individuo sin experiencia sexual, es posible que sienta estigmatizado y que sea menos deseable para la otra persona.
• Aumentan las sospechas o dudas sobre la fidelidad. A partir de otros estudios, los autores del artículo de The Journal of Sex Research comentan que la persona con un mayor historial sexual quizás es percibida como menos fiel y poca capacidad de compromiso a largo plazo. Estas ideas inciden en el vínculo y la interpretación sobre el comportamiento del otro.

¿Qué sucede si decido no hablar con mi pareja sobre su pasado sexual?

Queremos aclararte que, si decides no tener esta conversación, no pasa nada, los beneficios señalados los alcanzas por otro medio. Asimismo, omitir esta charla no es garantía de que te libres de los inconvenientes mencionados. Así que procura no preocuparte por estos pros y contras si escoges no abordar el tema.

Toma en cuenta que cada relación es única y que varían los aspectos positivos y negativos de hablar del pasado sexual. La clave es la comunicación abierta, el respeto y la empatía mutua, para tratar estos temas de manera saludable y constructiva. Si sientes que estas conversaciones generan dificultades o tensiones, considera la orientación de un terapeuta de parejas para obtener apoyo adicional.

Consideraciones finales

Conocer el pasado sexual de tu compañero/a es una decisión muy personal que depende de la dinámica y la confianza que tengan. Aunque algunas parejas encuentran beneficioso hacerlo, en otras esto puede ser motivo de inseguridades y conflictos.

Acceder a la historia de vida sexual del otro no es esencial para tener una relación satisfactoria. Si prefieres hablar del tema, es importante que conozcas tanto los beneficios como los inconvenientes y que tengas en cuenta factores como el grado de comodidad, la intención, el respeto y la asertividad.

En última instancia, lo más relevante es que tú y tu pareja se enfoquen en la situación actual y en trabajar juntos para tener una relación saludable y un mayor bienestar emocional, con independencia de lo que sucedió antes de que se unieran.