Estrés e hipertiroidismo: una relación silenciosa con serios efectos
Existe una relación bidireccional entre el estrés y el hipertiroidismo. Esto significa que el primero podría derivar en el segundo, así como la enfermedad de la tiroides podría colocarnos en una situación estresante persistente.
Los mecanismos de esta relación son cada vez más conocidos, gracias a los estudios científicos. Pero más allá de lo que descubren los investigadores, es importante tener a la mano estrategias que reduzcan el estrés. A su vez, si fuimos diagnosticados con hipertiroidismo, es bueno contar con suficientes recursos para abordar el problema y reducir su impacto en el estado de ánimo.
¿Qué es el hipertiroidismo y qué es el estrés?
El hipertiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides produce en exceso las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Esa disfunción acelera todo el metabolismo del cuerpo, como describe una publicación del año 2016, lo que puede provocar los siguientes síntomas:
- Temblor
- Pérdida de peso
- Intolerancia al calor
- Problemas para dormir
- Fatiga y debilidad muscular
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Irritabilidad y cambios en el estado de ánimo
Como habrás notado, el último síntoma que mencionamos se refiere de modo directo al estrés. Si estamos irritables gran parte del día, es muy probable que percibamos a las situaciones cotidianas con un sesgo de tensión.
El estrés, por su parte, es una respuesta fisiológica y psicológica del cuerpo ante situaciones que percibe como desafiantes o amenazadoras. Es una estrategia natural y útil, pero si persiste durante períodos prolongados, puede tener efectos negativos en la salud física y mental. Por ejemplo, con aumentos repentinos en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, así como cambios en el metabolismo.
Quizá ya estás develando parte de la conexión. Puesto que el estrés altera el metabolismo, es lógico suponer que afecta a la producción de las hormonas tiroideas.
Descubre Qué es la respuesta de estrés
¿Por qué el estrés es un factor de riesgo para el hipertiroidismo?
Empecemos por una afirmación: el cortisol, la llamada hormona del estrés, cambia su concentración en la sangre junto con los cambios en la TSH u hormona estimulante de la tiroides. Un estudio publicado en Thyroid Research encontró que, en personas aparentemente sanas, los niveles de ambas hormonas se elevaban de «modo silencioso», sin generar síntomas.
Luego, en una investigación con animales de 2015, se supo más sobre este mecanismo. Pareciese que en el hipertiroidismo hay un exceso de circulación de cortisol porque falla la regulación de las hormonas en nuestro comando central: el hipotálamo y la hipófisis.
En resumen, las situaciones de estrés persistente incrementan el cortisol en la sangre, lo que deriva en un estímulo mayor para producir TSH. La TSH estimula a la glándula tiroides, que recibe la orden de fabricar más T3 y T4. Estas últimas hormonas aumentan su circulación y se instala el hipertiroidismo.
En un organismo que funcione normal, el aumento de la T3 y la T4 debería reducir la producción de TSH de inmediato, como una regulación de protección. Sin embargo, el cortisol sigue promoviendo el aumento de TSH y bloquea esta regulación negativa que tendría que detener el ciclo.
El estrés podría iniciar un cuadro de hipertiroidismo
¿Todas las personas con estrés crónico desarrollarán una enfermedad de la tiroides? No. Sin embargo, sí se puede decir que el estrés es un factor de riesgo.
Una investigación conducida en Mesina, Italia, identificó a mujeres que iniciaban los síntomas de hipertiroidismo tras sufrir un episodio estresante. En concreto, las más afectadas eran las más jóvenes del grupo.
De modo más específico, una reciente publicación en Nature pudo detallar dos situaciones de estrés comunes en mujeres con desórdenes autoinmunes de la tiroides. Una de ellas era la negligencia emocional y la otra era el abuso emocional. Es decir, vivir sin una gestión adecuada del mundo de las emociones puede derivar en hipertiroidismo.
Según una recopilación de la evidencia realizada por Fukao y publicada como carta editorial, un evento vital estresante será capaz de cambiar nuestro sistema inmunitario, neurológico y endocrino. Por lo tanto, se modifica el funcionamiento de nuestros órganos, incluida la tiroides.
El cortisol elevado por el estrés no solo altera la producción de hormonas tiroideas, sino que también genera un desequilibrio de nuestras defensas. Por ende, será más probable que fabriquemos anticuerpos contra los propios tejidos, como la glándula tiroides.
La genética también tiene que ver
Ya aclaramos que no todas las personas con estrés crónico desarrollan hipertiroidismo. Pero ¿por qué es así? ¿Quiénes son más susceptibles?
En teoría, la genética juega un papel clave en la predisposición. Una investigación holandesa encontró que aquellos con ciertos genes (sobre todo, los polimorfismos en CTLA4), expuestos a determinadas condiciones de vida, son más propensos a tener hipertiroidismo y a edades más tempranas.
¿Cómo genera estrés el hipertiroidismo?
El hipertiroidismo puede tener implicancias en la respuesta al estrés. El exceso de hormonas tiroideas ocasiona que el sistema nervioso tenga una hiperexcitabilidad, lo que puede llevar a una mayor reactividad e irritabilidad.
Además, la medicación para el hipertiroidismo no es inocua. Se han reportado casos de alteración del estado de ánimo como efecto secundario de dichos fármacos.
Un artículo científico de 2015 comenta que el hipertiroidismo mal abordado o con un tratamiento insuficiente incrementa el riesgo de depresión. En ese contexto, la reactividad a las situaciones estresantes será más difícil de gestionar. Las personas que atraviesan cuadros depresivos se encuentran imposibilitadas de dar una respuesta acorde a las circunstancias.
También los síntomas de la enfermedad tiroidea son obstáculos para una correcta gestión de las emociones. La sensación de fatiga, los problemas para dormir y la presencia de palpitaciones son factores que alteran la vida cotidiana.
En el hipertiroidismo se altera la capacidad para tomar decisiones
Hay efectos de la enfermedad tiroidea en el estrés que son más silenciosos y menos evidentes. ¿Sabías que el hipertiroidismo tiene una influencia negativa a la hora de decidir?
Una investigación en China analizó a pacientes hipertiroideos en distintos contextos. Las conclusiones fueron que se reduce la capacidad de elaborar una decisión acertada en situaciones ambiguas. Incluso, en escenarios con múltiples opciones, ni siquiera el añadido de información extra por parte de los investigadores mejoraba la toma de decisiones de los participantes.
Las malas decisiones o las decisiones incorrectas, inclusive la incertidumbre sobre qué camino tomar, serán elementos contribuyentes al estrés diario.
¿Qué podemos hacer?
La relación entre el hipertiroidismo y el estrés varía de una persona a otra. Sin embargo, nunca está de más implementar estrategias para manejar el estrés, además de cumplir con los controles médicos regulares para el abordaje adecuado de la enfermedad tiroidea.
El hipertiroidismo (gatillado o no por el estrés) tiene un tratamiento concreto que consta de medicamentos antitiroideos.
Ahora bien, el manejo del estrés, a la par del tratamiento acorde, podría prevenir situaciones graves. Sabemos que la tormenta tiroidea (una situación grave en la que todos los síntomas del hipertiroidismo se exacerban al máximo en poco tiempo y corre riesgo la vida) tiene entre sus detonantes al estrés.
Menos estrés será menor riesgo de una tormenta tiroidea.
Los siguientes son, entonces, consejos que puedes aplicar en tu vida cotidiana:
- Prueba técnicas como el mindfulness, la respiración profunda o la meditación guiada.
- Reserva tiempo de calidad para ti. A lo largo del día, deberíamos contar con espacios para nuestras aficiones y gustos.
- Practica deporte o ejercicio físico. La actividad deportiva suele ser una vía de liberación de tensiones, además de que influirá de modo positivo en el control de tu enfermedad.
- Organiza tu descanso para tener las horas de sueño adecuadas para tu edad y tu actividad laboral. Implementa medidas de higiene del sueño, de modo que la noche sea reparadora.
A sabiendas de que estrés e hipertiroidismo guardan una estrecha relación, seamos más conscientes de nuestra realidad para gestionar las emociones. No es fácil, pero la ayuda de un profesional en psicología será un complemento ideal para vivir con hipertiroidismo de manera más segura.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Corso, A., Engel, H., Müller, F., Fiacco, S., Mernone, L., Gardini, E., Ehlert, U. & Fischer, S. (2023). Early life stress in women with autoimmune thyroid disorders. Scientific Reports, 13(1), 22341. https://www.nature.com/articles/s41598-023-49993-3
- Fukao, A. (2016). Stress and Thyroid Diseases. Ann Clin Case Rep, 1, 1008. https://www.anncaserep.com/full-text/accr-v1-id1008.php
- Ittermann, T., Völzke, H., Baumeister, S. E., Appel, K., & Grabe, H. J. (2015). Diagnosed thyroid disorders are associated with depression and anxiety. Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 50, 1417-1425. https://link.springer.com/article/10.1007/s00127-015-1043-0
- Nikolopoulou, E., Mytilinaios, D., Calogero, A. E., Kamilaris, T. C., Troupis, T., Chrousos, G. P., & Johnson, E. O. (2015). Modulation of central glucocorticoid receptors in short-and long-term experimental hyperthyroidism. Endocrine, 49, 828-841. https://link.springer.com/article/10.1007/s12020-015-0528-7
- Toni, M., Pineda, J., Anda, E., & Galofré, J. C. (2016). Hipertiroidismo. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, 12(13), 731-741. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0304541216300889
- Vita, R., Lapa, D., Trimarchi, F., & Benvenga, S. (2015). Stress triggers the onset and the recurrences of hyperthyroidism in patients with Graves’ disease. Endocrine, 48, 254-263. https://link.springer.com/article/10.1007/s12020-014-0289-8
- Vita, R., Mazzi, V., Antonelli, A., & Benvenga, S. (2013). Antithyroid medications and psychosis. Expert Opinion on Drug Safety, 12(6), 865-872. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1517/14740338.2013.823397
- Vos, X. G., Endert, E., Tijssen, J. G., & Wiersinga, W. M. (2012). Genotypes in relation to phenotypic appearance and exposure to environmental factors in Graves' hyperthyroidism. European Journal of Endocrinology, 167(6), 783-792. https://academic.oup.com/ejendo/article-abstract/167/6/783/6659455
- Walter, K. N., Corwin, E. J., Ulbrecht, J., Demers, L. M., Bennett, J. M., Whetzel, C. A., & Klein, L. C. (2012). Elevated thyroid stimulating hormone is associated with elevated cortisol in healthy young men and women. Thyroid Research, 5, 1-6. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3520819/
- Willemsen-Dunlap, A., Leonard, P. A., & Cutkomp, J. L. (2012). Thyroid storm precipitated by stress in an undiagnosed hyperthyroid patient: a simulated medical crisis. Simulation in Healthcare, 7(1), 48-53. https://journals.lww.com/simulationinhealthcare/fulltext/2012/02000/Thyroid_Storm_Precipitated_by_Stress_in_an.9.aspx
- Yuan, L., Tian, Y., Zhang, F., Ma, H., Chen, X., Dai, F., & Wang, K. (2015). Decision-making in patients with hyperthyroidism: a neuropsychological study. PloS one, 10(6), 0129773. https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0129773