La importancia las rutinas en los niños
El célebre educador y psiquiatra norteamericano Rudolf Dreikurs postuló que “las rutinas diarias son para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y dimensión a la vida. Ningún niño se siente cómodo en una situación en la que no sabe qué esperar. La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un sentido de orden del cual nace la libertad.”.
Siguiendo con la los estudios de Dreikurs, este educador fue capaz de elaborar un método basado en la praxis orientado a la formación de los niños. Gracias a esta fórmula, se puede introducir en los pequeños la estimulación de sus capacidades a través de una conducta cooperativa sin necesidad de castigos y recompensas.
“Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”
Karl A. Menninger
Según Rudolf Dreikurs, la mala conducta humana surge de un sentimiento de falta de respeto por el grupo social de pertenencia. Al producirse este hecho sobre la psique en plena formación del niño, acaba provocando metas erróneas, como pueden ser la insuficiencia, el poder, la venganza o la atención.
Las rutinas y los hábitos en los niños
Seguimos en la línea de los postulados de Rudolf Dreikurs. Es evidente que la formación de niños sin responsabilidad y seguridad en su más tierna infancia será un gran generador de futuros adultos con serios problemas conductuales.
Ahora bien, ¿cómo se consigue introducir al niño en el mundo de la seguridad, los límites y el conocimiento de su entorno? A través de las rutinas y los hábitos. Esta es la manera de ofrecer a cada pequeño un ambiente de estabilidad tranquila en el que aprender y ser educado de forma constructiva formando una personalidad segura y consciente.
Qué es un hábito
Un hábito es un mecanismo de estabilidad que permite desarrollar las destrezas de un individuo. Se refiere a actitudes, conductas y costumbres que conllevan a formar pautas de aprendizaje en diferentes situaciones, desde abrocharse un zapato hasta organizar el tiempo de estudio.
Qué es una rutina
Nos referimos a una rutina al hablar de una costumbre personal que se establece por ser verdaderamente conveniente, sin necesidad de modificación ni flexiblidad. En este caso puede ser tan simple como lavarnos los dientes después de las comidas.
Los beneficios de las rutinas y los hábitos
Tanto los hábitos como las rutinas son de vital importancia para la vida de los niños. Gracias a ellos, además del citado ambiente tranquilo y estable en el que el pequeño se siente seguro, también aporta regularidad, constancia y perseverancia en la mentalidad de los jóvenes, algo que será muy útil en su desarrollo hacia la vida adulta:
- Además, encontramos beneficios importantes en la adquisición de hábitos y rutinas. Por ejemplo, la seguridad del pequeño. Hacer aquello que sabe perfectamente realizar y llevarlo a cabo le crea un estado de tranquilidad, pues desarrolla su consciencia sabiéndose capaz.
- También es importante reseñar que un bebé no conoce el mundo que le rodea al nacer. Sus primeros meses de vida son un total descubrimiento del entorno. Los padres o tutores serán sus primeros guías en la vida. Es necesario organizar un ambiente estable con horarios, rutinas, hábitos y actividades que se repiten hasta que el niño interioriza la destreza para hacerlos de forma segura y casi inconsciente.
- Esta organización que los padres establecen alrededor del pequeño permiten que el niño vaya asimilando su propio esquema. Así, cada chico conoce poco a poco su mundo y lo convierte en un lugar predecible y por tanto seguro para su estabilidad.
- Las rutinas son vitales para la propia formación física y psicológica del chico. Los horarios de comida, el sueño, la higiene y todos los hábitos relacionados con estas circunstancias básicas son indispensables para que el niño se eduque y aprenda en un entorno adecuado con todas sus necesidades cubiertas.
Es evidente que Dreikurs, que formó su teoría sobre las rutinas observando y estudiando a preadolescentes guiados por lo que consideró metas erróneas, demostró la importancia de crear un mundo estable y seguro para los pequeños.
“He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño”
-Joseph Heller-
Una forma coherente de evitar futuros problemas de conducta en los jóvenes es rodear a los pequeños de un mundo seguro que les permita explorar la simple inquietud del descubrimiento. Así, serán capaces de conocer y desarrollar sus destrezas, gracias a la estabilidad que trasmiten los hábitos a la vida del niño.