¿La mujer habla de manera distinta al hombre?
¿Sabías que se ha llegado a decir que cuando los españoles llegaron en el siglo XVII a la Isla San Vicente, mujeres y hombres hablaban dos lenguas diferentes que no tenían una lengua vernácula común? ¿O que en una zona de China se dice que existe un lenguaje que solo hablan las mujeres para que los hombres no las entiendan? Parece que en relación al habla entre hombres y mujeres siempre ha habido interrogantes…
En el campo de los estudios de la lengua el factor “género” es uno de los que cuenta con más literatura: entre ellos el de Robin Lakoff, Chambers, Weinreich, etc. Sin embargo, los datos que vamos a dar a continuación hay que mirarlos siempre influenciados por otros factores, como el social o la edad.
Clásicos de la lingüística: el habla de las mujeres
Manuel Seco, que es todo un clásico de la sociolingüística, parte de la hipótesis de que la forma de hablar de las mujeres es distinta a la de los hombres porque suele reflejar más usos como estos:
- Sufijos diminutivos con tres valores (afectivo, eufemístico e irónico): ‘te voy a preparar una sopita buenísima’.
- Superlativos como ‘buenísimo’ o ‘super bueno’
- Truncamientos como ‘pelu’, ‘peli’, ‘porfa’, etc.
- Léxico como ‘monada’, ‘ricura’, ‘eres un amor’, etc.
- El uso especial de pronombres emotivos, esto es: ‘este niño no me come nada’, ‘no me duerme’; frente al tipo: ‘mira lo que ha hecho tu hijo’.
“Desde pequeñas, las mujeres están acostumbradas a hablar mucho entre sí. Hablan de sentimientos sin pudor, los destripan y los analizan, en general, con mucha mayor facilidad.”
-Pilar García Mouton-
Uno de las investigaciones mejor consideradas actualmente para contestar a la pregunta de este artículo es la de García Mouton en Así hablan las mujeres. Ella añade los siguientes aspectos a los de Seco:
- La voz de las mujeres suele ser más suave y con una entonación que tiende a subir y a bajar más que la de los hombres. Además, la pronunciación parece más normativa.
- Usan más expresiones suavizantes como: ‘poquito/pelín’ o ‘es alguien como muy agresivo. Negaciones no tajantes o afirmaciones matizadas, por ejemplo.
Por último, podríamos mencionar también el análisis de Igualada a jóvenes españoles entre 18 y 28 años y que demuestra que el rol de las mujeres está cambiando en el lenguaje, pues pues el 20% de insultos lo aportan los chicos, mientras que el 80% restante lo aportan las chicas; no obstante, los hombres siguen usando más palabras malsonantes que las mujeres.
Diferencias en la conversación
Además de los aportes mencionados, existen tópicos de que las mujeres hablan mucho, que ‘charlan’, que no saben guardar secretos y que manipulan con el lenguaje. Lo cierto es que la mayoría no responde del todo a la realidad, pues está demostrado que los hombres hablan más en público e interrumpen más en una conversación mixta.
De hecho, tanto hombres como mujeres hablan más o menos lo mismo: las encuestas demuestran que es un tópico y que lo que influye es el ámbito de la conversación. Aludiendo a este espacio de charla, se muestran las siguientes diferencias no generalizables pero sí comprobadas:
- Los dos comunican información, pero las mujeres tienden más a buscar crear lazos entre los integrantes.
- Los hombres interrumpen más y cuando las mujeres lo hacen, normalmente, es por otra función, como dar a entender que están escuchando.
- Los hombres mantienen un estilo más periodístico, mientras que el de las mujeres es más narrativo. Eso hace que, además, estas últimas se acerquen más mientras hablan.
- Los hombres suelen hablar temas públicos, mientras que los de las mujeres suelen preferir lo más personales o privados.
“Dado que sus intervenciones son más descriptivas y largas en intensidad que las del hombre, se ve obligada a darle a su discurso todo tipo de entonaciones que lo hacen más rico y emocionante.”
-Susana Campuzano-
Más distinciones entre el habla de mujeres y hombres
Más allá de todas las distinciones que hemos visto, existen otros componentes que también influyen en el comportamiento diferencial de hombres y mujeres en cuanto a la comunicación. En este sentido y teniendo en cuenta que se de una igualdad de condiciones, por ejemplo, las mujeres son más corteses que los hombres: usan más cumplidos, evitan más silencios, suelen implicar al otro en la conversación, etc.
Por otro lado, se llegaron a atribuir las diferencias a una posible subordinación. Sin embargo, los estudios indican que incluso las mujeres que están en algún tipo de posición superior repiten los patrones señalados arriba, por lo que en vez de subordinación, debemos hablar de marca de género en la que influye el contexto.
En definitiva, el habla de las mujeres y de los hombres presenta algunas desigualdades que han sido fruto de muchos debates lingüísticos. Sin embargo no hay que olvidar que en su mayoría estas disimilitudes nacen por otros causas que van más allá del género o el sexo.