La música también nos ayuda a ser felices
La felicidad es un concepto que adquiere un significado según cada persona. Mientras unos la buscan en grandes objetivos, otros la consiguen disfrutando los pequeños placeres del día a día. La música es uno de esos detalles que nos ayuda a ser felices, ya que no se puede negar el efecto directo que tiene sobre nuestro estado de ánimo.
La música despierta a nuestro cerebro, lo llena de estímulos y, además, le resulta placentero. Gracias a la investigación en este campo, hoy sabemos exactamente qué provoca en nosotros y cómo nos ayuda a ser más felices.
“La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio.”
-Victor Hugo-
¿Por qué nos gusta tanto la música?
La música, por lo general, gusta tanto que hay personas verdaderamente adictas a ella. Desde que se levantan hasta que se van a la cama necesitan estar escuchando música. Es una droga sana.
Esto es posible debido a que cuando escuchamos una canción que es de nuestro agrado, nuestro cerebro libera una sustancia llamada dopamina. Esta sustancia es el motor fundamental del placer y la felicidad. Así, también cuando comemos algo rico o tenemos relaciones sexuales, se dispara su producción.
La dopamina forma parte del sistema de recompensa del cerebro, lo que significa que cuando la segregamos, el cerebro interpreta la fuente de placer como algo gratificante. Por lo tanto, aumentará la motivación por buscar de nuevo ese estímulo.
La música y sus efectos
La música de por sí genera sensaciones agradables, pero estos efectos van más allá que el puro placer. Cuando ponemos a nuestro cuerpo, y cerebro, en una situación satisfactoria, indirectamente estamos facilitando otros procesos. Es decir, hay varios factores intermediarios entre la música y la felicidad.
Escuchar música nos ayudar a concentrarnos
Cuando escuchamos música que es de nuestro grado, aumenta nuestra relajación. Este estado pone a nuestro cerebro en una situación que permite que aumente la concentración.
Por esta razón, a veces es beneficioso escuchar música mientras se trabaja, ya que puede aumentar el rendimiento. Además, nos ayuda a no distraernos con otros agentes externos que pueden hacernos perder el tiempo.
También puede ser beneficioso para la salud
Sin duda, escuchar una canción que realmente nos gusta activa todo nuestro cuerpo. Nos dan ganas de bailar e incluso aumentamos el ritmo al caminar. Esta activación de la endorfina, y del sistema cardiovascular, tiene efectos directos en nuestra salud.
Por un lado, disminuye la ansiedad y el estrés. Por otro, mejora la salud de nuestro corazón. Por ejemplo, un estudio que se llevó a cabo en el Massachusetts General Hospital se encontró que los pacientes que escuchan al menos 30 minutos de música al día tienen niveles estables de presión sanguínea, palpitación del corazón normal y menos estrés que quienes no escuchan música.
Además, disminuir el estrés y aumentar el bienestar, nos lleva a tener una mejor calidad del sueño e, incluso, mejora nuestro sistema inmunológico. En este sentido, se ha encontrado que escuchar 50 minutos de música energética aumenta la producción de anticuerpos de nuestro cuerpo.
La música y la felicidad
Ser más productivos y tener mejor salud nos hace más felices pero, además, la música afecta directamente a cómo nos sentimos y cómo enfrentamos la vida. Según el tipo de música, nuestro estado de ánimo variará, pudiendo llevarnos a un estado de tristeza, nostalgia, o bien, ponernos enérgicos y alegres con solo unas notas musicales.
Estos hechos han sido corroborados por la ciencia. De hecho, se ha encontrado una relación entre el estilo musical y la actividad del cortex medio prefrontal, significando que la música puede tener efectos a largo plazo. Así, la música que nos ayuda a ser felices ahora puede estar preparándonos para ser más felices en el futuro.