Llegó el momento de retomar tu vida
Es momento de retomar tu vida, porque seguramente ya habrás notado, con el paso del tiempo y la madurez, que vivimos en una sociedad donde nos empujan a percibir nuestros propios errores tan solo como “algo” negativo, carente de practicidad, sentido y aprendizaje positivo. Todo ello, además de carecer de un sano sentido motivante, nos empuja a sentir una mayor culpabilidad cada vez que nos equivocamos en nuestro día a día.
Si todavía no crees que “esto” implique una lección de vida poco acertada, si queremos sentirnos humanos y sanamente vulnerables, permíteme que continúe favorablemente a nuestro favor como personas sensibles y extraordinarias que somos.
“Quién aprende de las caídas no se ha equivocado”.
-Chamalú-
Retomar tu vida empieza por aprender de tus errores
Tus errores personales y aquellas características de tu yo que no te hacen encontrarte conforme contigo mismo, constituyen los pasos que permiten cambiar tu vida. ¿Por qué? Éstos forman parte de pequeñas pistas cuya superación y logro, nos permiten avanzar y así rehacer nuestra vida. O lo que es lo mismo: cambiarla para hacerla única, como muy bien te mereces.
¿El premio que obtendrás además por ello? El don de saber enfrentarte de forma positiva a cualquier obstáculo que se interponga en tu camino. Merece mucho la pena retomar tu vida.
Con el paso del tiempo, aprendí que en nuestro desarrollo personal existe un antes y un después.
El antes implica aquello que eras antes: cómo eras tú previo a cometer los errores que a día de hoy te condicionan y atormentan. Y el después engloba a la persona que vive en tu interior y cada día se siente culpable por haber fallado anteriormente con esos errores. Y debido a ello, en consecuencia bloqueada y prácticamente sin ilusión por vivir.
Si tomas unos minutos para reflexionar sobre la persona que eras antes de llevar a cabo acciones equivocadas, te permitirás cuestionarte qué cosas te limitaron en su momento y descubrir lo que dio pie a las barreras que puedes sentir en el presente. Aquellos muros que no te hacen avanzar, progresar y dar lo mejor de tu persona.
Mientras valoras la historia de tu vida, te percatarás de un precioso detalle: tu propio corazón suplica fervientemente retomar tu vida, tu existencia personal. Te manda el mensaje de que ya ha llegado el momento de regresar a la persona que eras y eres: soñadora, sin barreras o límites. Volver a tu brillante yo, una persona creadora de lo más bello de la vida. Aquello que tu alma te pida…
No pasa nada porque te equivoques. No importa que cometas fallos o errores. Tampoco que te confundas. Recuerda siempre que en esta vida todo lo negativo tiene un lado positivo inmenso, un aprendizaje mucho más fuerte que la propia consecuencia de dichos errores.
Necesitar atreverte a superarte
Ser conscientes de que hemos fallado y superar ese lado amargo que ello implica duele, pero te hace mucho más fuerte. Pero, ¿para qué? Para de esta forma ser consciente de tus propios límites como ser humano. Percatarte que eres uno con el mundo, porque no estás solo y necesitas compartir, escuchar y empatizar con aquellos que te acompañan.
Porque solo con esta vivencia puedes probar el lado opuesto a la luz para, cuando la superas, cegarte con su inmenso brillo y color. Porque necesitas probarte a ti mismo, atreverte a superarte en el infortunio. Comprender ese aprendizaje del lado agrio que implica equivocarnos, y hacerlo tuyo, parte de tu experiencia. Hacer partícipes de esa bondad a los que más quieres.
No olvides que la vida es fluir.
Supone una inmutable energía que solo pretende lo mejor de tu persona, incluso en los peores momentos. Entender esto, te permite hacer las paces con ella y conseguir el poder de transformar cualquier cosa en la que creas en lo más maravilloso.
El poder de conseguir encontrarte en un lugar donde no permites que te hagan daño y donde las decisiones, tus propias decisiones, te salen desde el corazón. Sin juicios personales ni emociones enfrentadas. Es maravilloso retomar tu vida, es muy valioso.
Ha llegado el momento de que, por todo ello, te atrevas a retomar tu vida desde lo más profundo e interno de ti. Desde el mejor deseo: ser tú mismo y sentirte pleno y en paz con la persona que eres y siempre serás. Si eso mismo de verdad lo sientes con un amor incondicional sin miedo, recuerda cuando lo hagas que todo sucede por algo. Todo vale la pena. Tú vales inmensamente la pena.