Ray Charles, biografía de un hombre contradictorio
Ray Charles fue uno de esos grandes genios musicales, que se dan una vez por siglo. Muchas veces fue llamado “el padre del Soul”. Sin embargo, su propuesta musical iba mucho más allá.
Frank Sinatra lo llamó “El único verdadero genio en la industria musical”. Y Billy Joel dijo que “Eso puede sonar como un sacrilegio, pero pienso que Ray Charles fue más importante que Elvis Presley”.
Este fabuloso cantante, pianista y saxofonista ocupa el puesto número 10 entre los 100 mejores cantantes de todos los tiempos, según la famosa revista Rolling Stone. Se volvió famoso cuando empleó la música religiosa, llamada genéricamente “gospel”, y le dio un giro que caló en la sensibilidad de grandes mayorías.
“Hubo momentos en que me sentí muy mal. Cuando subo al escenario, y la banda empieza a tocar, no sé por qué, pero es como cuando te duele algo, tomas una aspirina y ya no sientes nada”.
-Ray Charles-
Ray Charles también fue un hombre algo caótico y contradictorio. Al menos tres veces se vio envuelto en escándalos por drogas y tuvo una vida amorosa y sexual bastante ajetreada. Incluso, y de forma entre jocosa y poética, él se declaraba un “voyeur” sin remedio.
La difícil infancia de Ray Charles
La primera etapa de la vida de Ray Charles fue realmente dramática. Nació el 23 de septiembre de 1930, en Albany, Georgia (Estados Unidos). Era negro en una tierra altamente discriminatoria y pobre entre los pobres. En varias ocasiones, refiriéndose a la pobreza de su familia, dijo: “Por debajo de nosotros solo estaba el suelo, la tierra roja de Georgia”.
Su madre se llamaba Aretha Robinson. Ella fue huérfana desde muy joven y a los 16 años quedó embarazada de su padre adoptivo. Este había sobrevivido a la madre de Aretha y en cuanto se enteró del embarazo, huyó. La madre de Ray tuvo otro hijo, llamado George, fruto de una nueva relación que también terminó en abandono.
Buscando mejores condiciones, Aretha se mudó a Greenville, en Florida (USA). Allí trabajó como lavandera para sobrevivir con sus dos hijos.
Durante los primeros años de vida de Ray Charles, ocurrió algo que marcó su vida para siempre. Frente a él, su hermano George se ahogó en una tina de lavar la ropa. Ray lo presenció y no hizo nada, pues quedó completamente paralizado por el miedo.
Una nueva manera de ver
La autobiografía de Ray Charles dice que unos nueve meses después del accidente fatal de su hermano, él comenzó a presentar problemas de visión. Entre los 7 y los 10 años fue perdiendo la vista, hasta quedar ciego del todo. Los médicos de la época señalaron que la causa era un glaucoma.
Su madre entonces lo llevó a una institución para ciegos y sordos de St. Agustine. Allí lo aceptaron porque les conmovió la pobreza y la discapacidad del muchacho. Por regla general, no aceptaban negros, pero con Ray Charles hicieron una excepción.
Allí estudió música, entre 1932 y 1945. Ya traía en su cabeza la influencia de la música de su iglesia. Y con el acceso a las notas de Chopin y los primeros contactos con el jazz, comenzó a forjar su propio estilo.
Su madre murió cuando él tenía 15 años. Ella le había enseñado que no debía pedir la caridad de nadie. Por eso, Ray Charles se negó a aprender a tocar la guitarra, ya que este era un instrumento propio de los músicos que mendigaban.
Ya huérfano, pasó por hambre y mayor miseria. Tuvo la lucidez de viajar a Seattle, donde conoció a Quincy Jones. Y allí comenzó su carrera musical.
La gloria y el dolor
Paso a paso, Ray Charles se abrió camino en el mundo de la música, cada vez con mayor éxito. Al momento de su muerte había ganado prácticamente todo lo que podía ganar. Su música, una mezcla entre blues, gospel y jazz, ya era reconocida en todo el mundo.
En sus 73 años de vida hizo 104 discos, 51 álbumes y 11 películas. Obtuvo 17 premios y consiguió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Comenzó a consumir drogas a los 15 años, cuando quedó huérfano. Nunca dejó la marihuana, pero sí consiguió abandonar la peligrosa heroína, gracias a un tratamiento de desintoxicación que hizo en San Francisco.
Se casó oficialmente dos veces y tuvo 12 hijos, la mayoría de ellos en relaciones extramaritales. Se consideraba a sí mismo un genio de la seducción.
Muchos consideran que la música de Ray Charles es un bálsamo emocional. En sus temas, él susurra, ríe, grita, improvisa, habla, gime y, sobre todo, proyecta, transmite. Llegó a orientarse tan hábilmente, que inclusive algunos dudaban de que, en realidad, fuese ciego. Su canción Georgia on my mind es la canción oficial de su estado natal.
Finalmente, murió de cáncer, el 10 de junio de 2004.
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- Iturbe, B. (2008). Estilo musical: soul. Padres y Maestros/Journal of Parents and Teachers, (320).