The Full Monty: sobreviviendo al desempleo

La película británica de 1997 narra la historia de crisis que atravesaron los habitantes la ciudad de Sheffield y cómo el desempleo puede llevarnos a situaciones de depresión y de malestar. Reflexionamos al respecto.
The Full Monty: sobreviviendo al desempleo
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Leah Padalino

Última actualización: 15 noviembre, 2022

The Full Monty es una película británica de 1997, dirigida por Peter Cattaneo y protagonizada por Robert Carlyle, Mark Addy y Tom Wilkinson. La película no contó con un gran presupuesto y no se esperaba que tuviera demasiado éxito, sin embargo, arrasó en taquilla y contó con diversas nominaciones a los Óscar. El problema es que ese año, 1997, competía con Titanic y, así, se vio totalmente eclipsada por la gran ganadora del año, aún con todo, logró hacerse con el Óscar a la mejor banda sonora.

Con el paso del tiempo, es frecuente encontrarla en muchas de las listas que recogen las mejores comedias de todos los tiempos, especialmente, en el marco británico. El título, The Full Monty, es una expresión que utilizan los diversos personajes en la película, una expresión que, en inglés, hace referencia al desnudo integral.

La película se sitúa en la ciudad inglesa de Sheffield, un lugar que había experimentado su florecimiento económico gracias a la industria metalúrgica; casas victorianas fueron derruidas para dar paso a las casas del futuro y una población dedicada totalmente a la industria hicieron de Sheffield una ciudad ejemplar, el lugar donde se fabricaba el mejor acero del mundo, presente en cada rincón. Así comienza Full Monty, presentándonos en forma de documental la gloriosa y avanzada ciudad de Sheffield donde, además de mucho trabajo, también hay tiempo para el ocio, por lo que sus habitantes viven una vida plena y feliz.

Tras ver las imágenes de este documental, acudimos a un escenario muy distinto, seguimos en Sheffield, pero ahora la vemos deprimida, hundida y gris. Ya no es la ciudad feliz y próspera que nos habían planteado al principio, las fábricas están cerrando, la industria cambia y avanza más deprisa que sus habitantes, lo que un día fue símbolo de prosperidad, ahora es el reflejo de la pobreza. La mayoría de los habitantes de Sheffield, especialmente los hombres, vivían de las fábricas y, con la crisis, han sido despedidos.

El desempleo puede llevarnos a situaciones de depresión, de malestar, tal y como vemos en la ciudad de Sheffield. No solo necesitamos el empleo para poder vivir y pagar nuestras deudas, sino también para tener un porqué, una motivación, una razón por la que levantarnos cada mañana. Los hombres que nos presenta Full Monty son muy distintos, pero todos tienen algo en común: el desempleo. Esta situación dramática hará que surja una idea totalmente descabellada en un principio, una idea de lo más creativa, formar un espectáculo de striptease.

Creatividad, liberación y, sobre todo, humor serán los principales ingredientes de esta película que, con una sonrisa, nos invita a buscar siempre una solución, una salida. “Reinventarse o morir” podría ser perfectamente el lema de estos personajes que, a pesar del miedo inicial que genera en ellos esta aventura, deciden salir de su situación de una forma tan creativa.

https://www.youtube.com/watch?v=zNwvxWI7Kgc

Creatividad en The Full Monty

Las fábricas se ven obligadas a despedir a sus empleados, la ciudad de Sheffield, dedicada casi en su totalidad a la industria, se ve arrastrada a la decadencia. El desempleo hace que algunos de estos habitantes no solo pierdan su trabajo, sino también su estatus, sus ilusiones y su vida.

Las mujeres, por el contrario, son cada vez más y más independientes, ya no necesitan un marido que las mantenga porque pueden hacerlo por sí mismas. A su vez, la lucha por la igualdad, la liberación sexual y la independencia crea mujeres mucho más fuertes, más similares a un hombre.

De este modo, ellas también desean ver hombres desnudos, también buscan cuerpos masculinos esculpidos, liberarse y poder mirar a un hombre con el mismo deseo que ellos lo hacían con ellas. En Sheffield, las mujeres acuden a un espectáculo de striptease donde hombres perfectamente moldeados por el gimnasio bailan sensualmente provocando que las mujeres, igual que los hombres, liberen sus impulsos más íntimos. Mientras estos boys hacen las delicias de los ojos de las mujeres, sus maridos, ex-maridos y demás familiares se enfrentan a sensaciones de inferioridad o de inutilidad.

No los necesitan en el trabajo, no los necesitan las mujeres; ya no son útiles y, como consecuencia, se verán profundamente frustrados. Sin embargo, la desesperación puede ser, a veces, a perfecta vía hacia la creatividad, hacia la reinvención de uno mismo.

Gaz es un hombre divorciado, sin trabajo y con un gran número de deudas; su mujer ha logrado rehacer su vida junto a otro hombre y, además, vive con su hijo que no tiene muy buena relación con él. Gaz, al principio, no entiende la fascinación que despiertan estos boys musculosos en las mujeres, pero pronto se dará cuenta de que puede ser un buen negocio para salir del bache.

Con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, a veces, no queda otra que reinventarse y más todavía en determinadas edades; The Full Monty nos presenta a un grupo de hombres desesperados, algunos deprimidos, con una vida vacía en la que parece que ya no pintan nada, pero que pese a esas dificultades desarrollan una idea, al principio descabellada, que no solo les aportará beneficio económico, sino que también les animará a afrontar el día a día.

Algunos de estos hombres pasan por una fase de negación, lo vemos en el personaje de Gerald que era el capataz de la fábrica y sigue tratando a los que fueron sus empleados como si todavía fuese su jefe, se niega a reconocerle a su esposa que ya no trabaja y no quiere perder su estatus. Sin embargo, al final, decide unirse al grupo junto a otros personajes que se irán uniendo poco a poco, para juntos dar forma a un espectáculo muy peculiar.

La belleza no solo es cosa de mujeres

Además de la creatividad y la superación de ese bache que supone el desempleo, The Full Monty hace que los hombres se pongan por un momento en una situación que las mujeres viven a diario. ¿Cómo va a desnudarse un gordo? ¿Cómo va a desnudarse un hombre con arrugas? ¿Quién pagaría por ver eso? ¿Quién va a pagar por ver hombres de verdad?

En este momento, surgen los complejos, las presiones sociales por ser un hombre 10. En un momento de la película, vemos a estos hombres normales ojear una revista en la que aparecen mujeres desnudas, algunos critican sus pechos, otros los alaban… de este modo, comienzan una conversación en la que toman conciencia de que esas mismas críticas y de que esa mirada hacia la mujer como si fuera un objeto es, precisamente, la que recibirán cuando se desnuden en su show.

Así, muchos empezarán a experimentar miedos, miedo a ser juzgados, se sentirán acomplejados, se someterán a dietas o utilizarán cremas antiarrugas, algo completamente cotidiano para muchas mujeres. Ahora, serán ellas las que juzguen, las que “cosifiquen” y emitan críticas sobre su aspecto.

Hombre en la calle

The Full Monty es toda una joya cómica, una aventura donde hombres que se dedicaban a un sector tan “masculinizado” como la metalurgia deberán aprender a bailar, a seducir a pesar de sus circunstancias, de su edad y de su peso. Se verán sometidos a la crítica femenina en una sociedad en la que las mujeres ya no los necesitan, ya no son tan distintas a ellos.

Una comedia que no pasa de moda, que habla de la clase obrera, del desempleo, algo que, por desgracia, es muy familiar en nuestros días. El resultado es una película que ha dejado escenas grabadas en nuestra retina y una banda sonora digna de Óscar.

“Hay que ver lo cansado que es no dar un palo al agua”.

-The Full Monty-


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.