¿Cómo dejar de serle infiel a mi pareja?

La infidelidad no solo destruye la confianza en una relación, sino que también revela inseguridades profundas y necesidades insatisfechas que muchas veces no se abordan de manera adecuada.
¿Cómo dejar de serle infiel a mi pareja?
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Escrito por Gabriela Matamoros

Última actualización: 02 octubre, 2024

En cualquier relación de sentimental, el engaño puede ser una experiencia dolorosa que pone en riesgo la confianza y el vínculo construido con el tiempo. Aunque es difícil de enfrentar, resulta más común de lo que imaginamos. Diversos estudios sugieren que entre el 15 % y el 50 % de las parejas casadas han experimentado algún tipo de traición. Ante esto, ¿cómo dejar de ser infiel?

Si llegaste hasta aquí, significa que reconoces que algo necesita cambiar, y eso ya es un gran paso. No incurrir en tales comportamientos no es un proceso instantáneo, pero poniendo el esfuerzo adecuado y la voluntad de reflexionar, es posible trabajar en una relación más fuerte y saludable.

Aunque no es fácil hablar del tema sin cargarlo de culpa, frustración o vergüenza, es importante recordar que tomar una decisión equivocada no te convierte en una mala persona. Aquí están algunos consejos para romper este patrón.

1. Reconoce el problema y asume la responsabilidad

El primer paso es aceptar que hay un problema real. Reconocer que tus acciones causaron daño y asumir plena responsabilidad por ellas es esencial para cambiar. Es fácil caer en la tentación de justificar los hechos con excusas como «mi pareja no me entiende» o «la chispa se apagó». Sin embargo, lo mejor es dejar de lado esos pretextos y comprender que la infidelidad es una elección consciente y que implica varios sentimientos.

Un análisis sincero de tus comportamientos te permitirá identificar los factores que te llevaron a dañar la relación. Pregúntate si tus acciones están impulsadas por inseguridades personales, carencias emocionales o conflictos no resueltos con tu pareja. La honestidad contigo y comprender estos patrones, representa un impulso decisivo hacia la transformación que deseas.

2. Identifica las razones detrás de la infidelidad

Precisar la raíz de tus acciones te ayudará a entender qué aspectos de tu vida o relación no funcionan como deberían. Sin esta comprensión profunda, es difícil abordar los problemas subyacentes que podrían repetirse en el futuro.

Una vez que identifiques los factores desencadenantes, aborda estos problemas de manera directa. Por ejemplo, si es una falta de conexión emocional, trabajar en reforzar la intimidad con tu pareja al brindarle tiempo de calidad será esencial. Al tomar conciencia de las causas reales del engaño, te equipas mejor para evitar reincidencias.

3. Fortalece la comunicación de pareja

La falta de comunicación es una de las causas más comunes de la infidelidad. A menudo, cuando una persona siente que sus necesidades no son atendidas, busca satisfacción fuera de la relación en lugar de enfrentar el problema de manera directa. Para dejar de ser infiel, es crucial mejorar la comunicación con tu pareja.

Comunicarse de forma abierta y sincera, permite abordar las dificultades de la relación y genera un ambiente de confianza mutua. Si sientes que algo no está bien o no te satisface algún aspecto del vínculo, es esencial hablarlo con tu compañero/a en lugar de buscar consuelo en terceros. Estas son algunas recomendaciones para mejorar la comunicación.



Aplica la escucha activa

Implica prestar plena atención a lo que tu pareja dice, sin interrumpir ni formular juicios previos. No se trata solo de oír las palabras, sino de comprender el mensaje. Mantén contacto visual, asiente y haz preguntas para asegurarte de que entiendes lo que tu pareja te comunica.

De esta manera, no solo validas sus sentimientos, sino que también abres un espacio de confianza donde ambos se expresen sin temor a ser malinterpretados. La clave está en enfocarse en comprender, no en responder de inmediato.

Recuerda que no se trata solo de hablar, sino también de escuchar y entender las necesidades del otro. La empatía es esencial para evitar problemas y para asegurarte de que ambos se sienten valorados y comprendidos.

Expresa tus sentimientos

No reprimas tus emociones, aunque estas puedan ser incómodas de compartir. Hablar de tus miedos o frustraciones quizás resulta difícil, pero la vulnerabilidad ayuda a fortalecer la intimidad. Y al decir lo que sientes, de manera honesta y respetuosa, permites que tu pareja también se sienta más cómoda compartiendo sus propias preocupaciones.

De acuerdo con una publicación de International Journal of Environmental Research and Public Health, quienes experimentan carencias emocionales en sus relaciones, suelen buscar una conexión más profunda en sus aventuras, con el fin de compensar la falta de intimidad. Reconocer y verbalizar tus sentimientos previene que estas tensiones se acumulen y facilita abordar los problemas de raíz antes de que se conviertan en un obstáculo mayor.

La vulnerabilidad, cuando se comparte de manera sana, construye puentes de comunicación en lugar de levantar muros entre los dos.

Evita culpar

Es fácil caer en el hábito de culpar a tu pareja por lo que no está funcionando, pero este enfoque solo genera más resentimiento. En lugar de centrarte en lo que hace mal, enfócate en cómo ambos pueden colaborar para mejorar la situación.

Evita usar palabras que apunten a la culpa, como «siempre» o «nunca», ya que suelen llevar a una actitud defensiva. Procura hablar desde tus sentimientos y necesidades, y no señalar las fallas. Al buscar soluciones conjuntas, robusteces el compromiso mutuo de trabajar por una relación más saludable.

4. Entiende lo que en realidad deseas

Para romper con el ciclo de la infidelidad, es fundamental que comprendas por qué recurres a ella. Pregúntate ¿qué buscas con el engaño? ¿Qué tiene la otra persona que no lo tenga tu pareja? Puede que tu accionar sea una forma de lidiar con un matrimonio infeliz o una relación que no satisface tus necesidades emocionales.

Reflexiona si el engaño es un escape temporal o un intento de llenar un vacío en tu relación. Al entender qué propósito cumple en tu vida, podrás buscar maneras más sanas y constructivas de abordar tus deseos insatisfechos sin recurrir a la traición.

5. Fija límites claros

Establecer límites es fundamental para no poner en peligro tu relación. Esto incluye tanto aspectos físicos como emocionales, como evitar encuentros a solas con personas con las que sientes atracción o eludir situaciones en las que sientas tentaciones. Estos límites no solo deben ser claros para ti, comunícalos a tu pareja para que estén alineados en lo que se considera aceptable.

Respetar esas fronteras es esencial. No se trata solo de establecerlas, sino de asegurarse de que las acatas con firmeza. Al ser consciente de tus propias vulnerabilidades y de las dinámicas que tal vez conduzcan a una infidelidad, puedes tomar decisiones más responsables y saludables. Además, favorece una mayor conciencia de tu comportamiento y protege el compromiso con la otra persona.

6. Evita las redes sociales como fuente de tentación

Las redes sociales y las aplicaciones online pueden convertirse en un terreno peligroso cuando se trata de la fidelidad, ya que facilitan la interacción inapropiada con otros. Desde chats privados hasta el intercambio de imágenes íntimas, las plataformas digitales son capaces de abrir la puerta a una infidelidad emocional o física, sin que parezca evidente. Además, su accesibilidad y anonimato simplifican cruzar líneas que dañan tu relación.

Si has usado redes para coquetear o mantener relaciones fuera de tu pareja, es momento de establecer restricciones claras. Esto supone dejar de seguir a personas que representen un riesgo, limitar los mensajes privados o incluso tomar descansos de ciertas aplicaciones que te exponen a la tentación. La clave está en ser consciente de los riesgos y actuar de manera proactiva para proteger tu vínculo.

Comunica estas decisiones a tu pareja. Al ser transparente sobre cómo planeas gestionar tus interacciones en línea, demuestras que te comprometes a fortalecer la relación y evitar posibles problemas.


7. Refuerza tu compromiso con la relación

Reflexionar sobre lo que te llevó a enamorarte de tu pareja y lo que valoras de tu relación contribuye a mantener el compromiso y a fortalecer el vínculo. A veces, la rutina o el estrés hacen que olvides esos aspectos positivos, pero, al recordarlos, es posible redirigir tu atención a lo que importa.

Piensa en los momentos felices que han compartido, las metas alcanzadas juntos y los valores que sostienen su lazo.

Al enfocarte en fortalecer lo que ya tienen, también te alejas de la búsqueda de gratificaciones externas o temporales. En lugar de mirar hacia afuera para llenar vacíos emocionales o resolver conflictos internos, nutre la conexión con tu pareja. Aparte, te beneficia en recuperar la confianza y crear una relación más profunda.

8. Busca terapia individual o de pareja

Ser infiel tiene un impacto serio en la relación. Para muchas parejas, un suceso así lleva a una ruptura, pero también resulta una oportunidad de fortalecerse y crecer juntos.

En este orden de ideas, ir a terapia psicológica es beneficioso. En particular, la terapia de pareja es una herramienta eficaz abordando los problemas que condujeron a la traición y sanando las heridas emocionales que esta deja a su paso.

Beneficios de la terapia de pareja en la superación de la infidelidad

  • Colabora en identificar los problemas subyacentes: un terapeuta contribuye a identificar los problemas no resueltos que cooperaron al engaño, como la falta de intimidad emocional o la desconexión sexual.
  • Mejora en la comunicación: la terapia proporciona un espacio seguro donde ambas partes expresan sus sentimientos y preocupaciones sin temor a ser juzgadas. Esto fomenta la comunicación abierta y honesta, algo esencial para la reconciliación.
  • Ayuda a recuperar la confianza: la infidelidad destruye la confianza, pero con la orientación de un profesional, es posible recuperarla. El terapeuta puede guiar a la pareja en el proceso de perdón y el establecimiento de nuevos acuerdos para el futuro.
  • Brinda herramientas para el autocontrol y el crecimiento personal: la terapia no solo se centra en la relación, sino también en el individuo. Aprenderás técnicas para controlar tus impulsos, mejorar tu autoestima y manejar los conflictos de manera saludable.

9. Trabaja en tu autoestima

Con frecuencia, la infidelidad está vinculada con la baja autoestima, lo que lleva a algunas personas a buscar validación externa. Si este es tu caso, trabajarla es fundamental para reducir la dependencia de la atención ajena. Aprender a reconocer tu valor, sin depender de relaciones externas, te ayudará a evitar caer en patrones autodestructivos. Acepta tus fallas, pero también identifica tus fortalezas, y comienza a enfocarte en tu crecimiento personal.

Al mejorar tu autoestima, no solo sentirás más seguridad contigo, sino que fortalecerás tu relación. Cuando te valoras, es menos probable que busques aprecio fuera del vínculo. Aunque este proceso lleva tiempo, aprender a quererte permitirá enfrentar el estrés y las dificultades de manera más efectiva.

10. Practica el autocontrol y la autoconciencia

Dejar de ser infiel no se trata solo de evitar la tentación, sino de desarrollar un nivel más profundo de autocontrol y autoconciencia. Ser consciente de tus propios pensamientos y deseos te permitirá tomar decisiones más informadas. Reconoce cuándo estás en una situación de riesgo y practica la moderación, entendiendo que ceder a los impulsos solo traerá consecuencias negativas para ti y tu pareja.

El autocontrol también se extiende a tus emociones y a cómo las gestionas. En lugar de actuar de manera impulsiva cuando algo en la relación no funciona, activa la paciencia y la reflexión. Al entender tus propios patrones de comportamiento, estarás en mejor posición para prevenir traiciones y construir una relación con base en el respeto mutuo.

Cuando estás en sintonía contigo, identificas señales de alerta antes de actuar de manera imprudente.


Un cambio posible con esfuerzo y compromiso

Dejar de ser infiel no es un proceso lineal ni una cuestión de prometer que no volverá a suceder; requiere un cambio profundo en tu mentalidad y comportamiento. Aunque la decisión de enmendar el error sea firme y ames a tu pareja, es probable que enfrentes dificultades en el camino. Por esta razón, debes prepararte para enfrentar las consecuencias de tus acciones, incluyendo el dolor y la desconfianza del otro.

Aceptar que la relación puede no ser la misma y que llevará tiempo sanar es parte del proceso. Además, quizás tu pareja tarde en asimilar las secuelas de lo sucedido y decidir si está dispuesta a trabajar en ello. No será fácil, pero, con el compromiso adecuado, reconstruirás un vínculo sustentado en el respeto y el amor.

Si tienes disposición de cambiar y de hacer el trabajo necesario, podrás no solo reparar tu relación, sino también convertirte en una mejor versión de ti. A través de la autoevaluación, mejoras en la comunicación, la terapia de pareja y la disposición para asumir la responsabilidad de tus acciones, conseguirás la transformación que buscas.


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