La corteza cerebral: características, funciones y partes
El cerebro es uno de los órganos más grandes, misteriosos y complejos de nuestro cuerpo. Está compuesto por miles de millones de neuronas que se comunican entre sí gracias a las sinapsis. Este consta de dos hemisferios cerebrales, la capa externa llamada corteza cerebral (materia gris) y la capa interna (materia blanca).
Debido al óptimo funcionamiento de la corteza cerebral, los humanos tenemos la capacidad percibir, así como de imaginar, pensar, hacer juicios y tomar decisiones. Finalmente, gracias a ella podemos entender el lenguaje y ser conscientes del mundo y de nuestra propia existencia.
La corteza cerebral
La corteza cerebral está conformada por una enorme cantidad de neuronas (10 000 millones). Estas células son las encargadas del procesamiento cognitivo y de la mente consciente. A ella es donde llegan las señales eléctrico-químicas de los sentidos. Estas entradas sensoriales se procesan en diferentes niveles y regiones. La información integrada de estas señales se usa para generar acciones específicas.
El área superficial de la corteza cerebral es de aproximadamente 250 000 mm² y debido a sus numerosos pliegues representa alrededor del 40-50 % de la masa de todo el cerebro. Estos pliegues posibilitan que dicha corteza albergue una gran cantidad de neuronas y desarrolle muchas regiones especializadas que representan varias partes del cuerpo (Cechetto y Topolovec, 2002).
La corteza cerebral es la parte del cerebro que nos hace únicos. Entre las funciones que tiene se encuentran las siguientes:
- La conciencia.
- El pensamiento de orden superior.
- La imaginación.
- El procesamiento de información.
- El lenguaje.
- La memoria.
- La percepción.
- El razonamiento.
- La sensación.
- La acción física voluntaria.
Partes de la corteza cerebral
En las últimas dos décadas, las investigaciones sobre la citoarquitectura evolutiva y conectividad han fortalecido la concepción de la corteza como un espectro estructural y funcional en el que se observan distintos estadios de diferenciación, cuyos extremos son la alocorteza (arquicorteza y paleocorteza) y la neocorteza (Pimienta, 2004).
Arquicorteza
Esta parte corresponde al hipocampo y conecta con la amígdala y la corteza entorrinal. Tiene una citoarquitectura con predominio de formas piramidales, la cual es reconocible en todos los estadios de su progresión hacia la neocorteza (Pimienta, 2004). La arquicorteza es la encargada de las respuestas automáticas responsables de la supervivencia.
Paleocorteza
La paleocorteza está a medio camino entre la arquicorteza y la neocorteza. Es la parte de la corteza cerebral que corresponde a las áreas de terminación de las vías olfatorias. En esta capa se encuentra el cerebro olfatorio.
Neocorteza
Filogenéticamente hablando, la neocorteza es la parte más reciente de la corteza cerebral. Se considera que es la responsable de nuestra capacidad de razonamiento, el pensamiento lógico, la consciencia, entre otras. Es la que encargada de todas las funciones mentales superiores y las funciones ejecutivas. Esta corteza se divide en cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y occipital.
Lóbulo frontal
Es la estructura más anterior de la corteza cerebral, se encuentran detrás de la frente, por delante de la cisura central y por encima de la cisura lateral. Se dividen en tres grandes regiones: la región orbital, la región medial y la región dorsolateral. Este lóbulo tiene diferentes funciones para nuestro organismo (Flores y Ostrosky-Solís, 2008):
- Planeación.
- Control conductual.
- Flexibilidad mental.
- Memoria de trabajo.
- Metacognición.
- Mentalización o teoría de la mente.
- Cognición social.
- Conducta social.
Lóbulo parietal
Este lóbulo es fundamental para integrar la información sensorial, de modo que podamos construir una imagen del mundo que nos rodea. Nos permiten percibir nuestros cuerpos e integrar información somatosensorial como el tacto, la presión y la temperatura (Guy-Evans, 2021). Está ubicado en la parte posterior del lóbulo frontal y superior del lóbulo temporal.
El lóbulo parietal está dividido en dos partes: anterior y posterior. La parte anterior contiene la región sensorial primaria. La posterior a su vez se divide en dos secciones: la superior y la inferior. La parte superior contiene la corteza de asociación somatosensorial, que está involucrada en funciones de orden superior como la planificación motora (Jawabri y Sharma, 2019).
La región inferior contiene la corteza somatosensorial secundaria, que recibe las entradas somatosensoriales del tálamo e integra esas entradas con otras modalidades principales como la visión y la audición. Esta parte del parietal permite formar funciones complejas de orden superior como (Jawabri y Sharma, 2019):
- Planificación sensoriomotora.
- Aprendizaje.
- Reconocimiento espacial.
- Estereognosia: la capacidad de diferenciar entre objetos en cuanto a su tamaño, forma, peso y cualquier otra diferencia.
Lóbulo temporal
El lóbulo temporal está situado detrás de las orejas, en la parte lateral inferior de la cabeza. Está asociado con la memoria, la audición, las emociones y algunos aspectos del lenguaje.
El lóbulo temporal izquierdo está relacionado con la comprensión del lenguaje, la memorización de información verbal, la formación del habla y el aprendizaje.
El lóbulo temporal derecho está asociado con la memoria de información no verbal, el reconocimiento de información y la determinación de expresiones faciales.
Los lóbulos temporales dependen tanto de la entrada sensorial del entorno como de la entrada de otras regiones del cerebro (Guy-Evans, 2021).
Lóbulo occipital
Se encuentra en la parte posterior del cerebro. Las funciones de este lóbulo están relacionadas con el procesamiento visual y la interpretación. Por lo general, según la función y la estructura, la corteza visual se divide en cinco áreas.
La corteza visual primaria es la primera que recibe la información visual del tálamo. Así pues, se encarga de recibir, procesar e interpretar la información visual, para enviarla a las otras regiones del cerebro (como el lóbulo temporal inferior) para su posterior análisis (Jawabri y Sharma, 2019).
Para cerrar, la corteza cerebral es una estructura compleja que se caracteriza por su diversidad estructural, neuroquímica y funcional. Cada una de sus partes trabaja en el procesamiento de determinados aspectos de la realidad, para luego ser integrados en esa unidad que percibimos en el mundo. Gracias a la corteza cerebral hemos llegado a ser lo que somos como especie e individuos.
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- Cechetto, D. F. y Topolovec, J. C. (2002). Cerebral Cortex. Encyclopedia of the Human Brain, 663–679. doi:10.1016/b0-12-227210-2/00087-x
- García, EG, Marqués, JG y Unturbe, FM (2011). Neuronas espejo y teoría de la mente en la explicación de la empatía. Ansiedad y estrés .
- Flores, J. y Ostrosky-Solís, F. (2008). Neuropsicología de lóbulos frontales, funciones ejecutivas y conducta humana. Revista neuropsicología, neuropsiquiatría y neurociencias, 8(1), 47-58.
- Jawabri, K. H. y Sharma, S. (2019). Physiology, cerebral cortex functions. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK538496/
- Pimienta, H. J. (2004). La corteza cerebral más allá de la corteza. Revista Colombiana de Psiquiatría, 33(1), 58S-75S.
- Valverde, F. (2002). Estructura de la corteza cerebral. Organización intrínseca y análisis comparativo del neocórtex. Rev Neurol, 34(8), 758-780.