Estímulo delta en psicología: características y ejemplos
En el marco conductista, un estímulo es una señal que influye en las respuestas de un organismo y sobre sus sentidos. En el ambiente existen diferentes tipos, dentro de los cuales encontramos: discriminativo, evocadores, reforzadores, condicionado-incondicionado y estímulo delta (S-delta).
Los S-delta reciben su nombre por estar presentes en el momento en el que una respuesta no es reforzada. Para entenderlo mejor, imagina que llegas a una máquina expendedora a comprar un caramelo y percibes que los productos están marcados con luces rojas y verdes. Si la luz verde está encendida, significa que el producto está disponible; si lo hace la roja, quiere decir que la golosina se agotó.
En este ejemplo, la luz verde (estímulo discriminativo) generaría una conducta: oprimir el botón para obtener el caramelo. Por otro lado, la luz roja (estímulo delta) no activaría una respuesta. Por tanto, si estuviera roja, te inhibirías de introducir dinero en la máquina. Indaguemos más sobre este tema.
¿Qué es un estímulo delta?
Según Mallott y Kohler (2021), un estímulo delta se caracteriza porque ante su presencia las respuestas no son reforzadas o castigadas. Por ejemplo, la ausencia de los amigos para un niño puede ser un S-delta, ya que sin ellos no obtendrá refuerzo para determinadas conductas. También lo sería la presencia de sus padres, con los que intuirá que no reforzarán algunas repuestas que sí harían sus amigos.
Cuando hablamos de que no hay consecuencias, nos referimos a la falta de cualquier procedimiento o estrategia capaz de aumentar (refuerzos) o disminuir (castigos) la frecuencia de aparición de una conducta.
Para el condicionamiento operante, la perpetuación o extinción de una conducta depende de sus consecuencias. En el caso del S-delta, no hay una asociación entre la respuesta y sus consecuencias, puesto que no están presentes. El estímulo aparece, pero no el efecto sobre el organismo.
Así pues, los estímulos delta aumentan la probabilidad de inhibición de una respuesta, en tanto que el organismo no anticipa un refuerzo si la realiza o un castigo si no la realiza. Si le sirviese para anticipar que cierta acción tendrá efectos negativos (un castigo) o positivos (un refuerzo), entonces ya no sería un S-delta, sino uno discriminativo.
Quizás quieras leer ¿Qué es el estímulo neutro en psicología?
Características
Algunas de las características más relevantes de los estímulos deltas son las que listamos enseguida:
- No están asociados a ningún tipo de consecuencia.
- En su manifestación la conducta no recibe refuerzos.
- Aumentan la probabilidad de que una respuesta no se produzca.
- Reducen la frecuencia de conductas castigadas en su presencia.
- Funcionan como señal de que no se emitirá una respuesta específica.
¿Cómo se evidencian los estímulos delta?
Dado que se suele confundir el S-delta con otros tipos de estímulos, recopilamos cuatro ejemplos que ayudarán a despejar las dudas sobre él.
1. Entendiendo letreros
Una persona observa un letrero de «Fuera de servicio» cuando intenta ingresar a un baño. El letrero opera en este caso como un estímulo delta.
2. Mal comportamiento
Un niño tiene comportamientos disruptivos en presencia de su madre, pero cuando está con su abuela no exhibe ninguna de estas conductas. En este caso, la abuela es un S-delta, pues ante ella no se produce respuesta alguna.
3. Aprendizaje
Un niño con su madre revisa un libro de medios de transporte porque aprende a reconocer aquellos que se desplazan por tierra. Cada vez que los identifica de manera correcta, su mamá lo abraza y besa; sin embargo, cuando señala un transporte no terrestre, su mamá no lo abraza, pero tampoco lo castiga. En este caso, los transportes distintos a los terrestres operan como S-delta.
4. Entrenamiento
Un entrenador de palomas hace dos tarjetas: una de color rojo y otra de color azul. Si estas picotean la tarjeta roja, su comportamiento se reforzará; no así cuando lo hagan en la azul. Al principio, las palomas picotearán ambas tarjetas, pero de forma eventual solo lo harán en aquella que desencadena una recompensa (la roja). La tarjeta azul opera en este ejemplo como S-delta.
Vínculo entre estímulo delta y discriminativo
Un estímulo discriminativo aumenta la probabilidad de que se produzcan las respuestas reforzadas en su presencia. De este modo, un estímulo discriminativo le dice al organismo qué comportamiento reforzar o castigar. Es decir, señala la disponibilidad de una consecuencia para un comportamiento particular.
La regla que se sigue para el control de la conducta operante por parte de los estímulos discriminativos es la siguiente: una conducta operante ocurrirá, con una alta frecuencia, en presencia de un estímulo discriminativo que en el pasado acompañó su aparición y estableció la ocasión para su reforzamiento.
De igual manera, puede hacer que una respuesta suceda menos veces en aquellos casos en que acompañó su reducción y estableció la ocasión para su castigo.
La relación entre un estímulo delta y discriminativo se ve mejor con un ejemplo. Imagina que cuando está presente un estímulo discriminativo (luz verde), se refuerza una respuesta (comer). Pero, cuando no está presente, la respuesta no se lleva a cabo ni se refuerza. Los estímulos que están presentes cuando no se refuerza la conducta son los deltas.
En consecuencia, los S-delta operan en sentido contrario a los discriminativos, ya que estos últimos sirven para avisar que una conducta será reforzada o castigada, mientras que los delta indican que esta no será ni reforzada ni castigada como se esperaba.
No restes importancia a los estímulos delta
Como hemos podido observar, los estímulos delta son señales que no favorecen el refuerzo o el castigo de una respuesta. En últimas, funcionan como un aviso de que nada ocurrirá a continuación.
Ahora bien, aunque operen de este modo, no son menos importantes en nuestra vida, pues son necesarios para las acciones que realizamos en determinados contextos. Gracias a ellos, podemos saber qué esperar y qué no de nuestro entorno.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Jerry Mertens. (6 de octubre de 2017). Behavioral principles: stimulus discrimination and generalization. St. Cloud State University. https://blog.stcloudstate.edu/gcmertens/behavioral-principles/behavioral-principles-stimulus-discrimination-and-generalization/
- Mallott, R. & Kohler, K. (2021). Principles of behavior (8ª ed.). Routledge.
- Reynolds, G. S. (1973). Compendio de condicionamiento operante. Editorial Ciencia de la Conducta.
- Sidman, M. (2006). The distinction between positive and negative reinforcement: some additional considerations. The Behavior Analyst, 29(1), 135–139. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2223177/
- Tarbox, J. & Tarbox, C. (2016). Training manual for behavior technicians working with individuals with autism. Academic Press. https://books.google.co.ve/books/about/Training_Manual_for_Behavior_Technicians.html?id=iNbkDAAAQBAJ&redir_esc=y
- Tharp, R. G. (2012). Delta theory and psychosocial systems: The practice of influence and change. Cambridge University Press. https://assets.cambridge.org/97811070/14916/frontmatter/9781107014916_frontmatter.pdf