La importancia de tomar decisiones

La vida está repleta de decisiones por tomar, pero ¿por qué es tan importante hacerlo? Si quieres conocer la respuesta, ¡sigue leyendo!
La importancia de tomar decisiones
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 21 mayo, 2023

Tomar buenas decisiones es muy importante en la vida. Imagínate por un instante que estás de excursión por la montaña y tomas un sendero que crees que es el que te lleva de vuelta a casa. Todo va bien, hasta que una parte de la ruta se bifurca hacia la derecha y otra hacia la izquierda. ¿Difícil decisión, verdad?

Quizá la primera de ellas sea un «camino de rosas» donde no haya apenas desniveles o animales peligrosos. Sin embargo, en la del otro lado te pueden esperar todo tipo de amenazas y contratiempos. O viceversa…

Este ejemplo que acabamos de exponer es fácilmente aplicable a nuestras vidas, en las que la mayoría de las alternativas en las decisiones que tomamos tienen un grado mayor o menor de incertidumbre. Sin embargo, esta es una situación que servirá para hacernos más fuertes.

La importancia de tomar decisiones

Decidir es una acción inherente a la vida. Día a día nos enfrentamos a situaciones en donde debemos elegir entre dos o más alternativas aquella que mejor nos favorezca. De hecho, está bien establecido que las posibles recompensas y las expectativas iniciales inciden durante el proceso de toma de decisiones.

Ahora bien, algunas decisiones son fáciles de tomar. Por ejemplo, qué ropa ponernos para ir a trabajar o qué camino tomar de vuelta a casa. No obstante, también es cierto que nos topamos con situaciones difíciles, donde la toma de decisión implica una gran incertidumbre y afecta de manera significativa el curso de nuestra vida. Por ejemplo, mudarse a una nueva ciudad; renunciar a nuestro trabajo; continuar con una relación problemática; etc.

En contra de la presión, debemos ser capaces de accionar y escoger un rumbo. De no hacerlo, estaríamos condenándonos a la pasividad y al estancamiento personal. De muchas formas, y como lo indica un trabajo divulgado en Journal of Aging Research, la toma de decisiones está relacionada con la resolución de problemas. Durante su ejecución intervienen entonces:

  • La interpretación del problema.
  • La estipulación de metas u objetivos.
  • La búsqueda de información.
  • La combinación y síntesis de la información para obtener una solución.

Con bastante frecuencia, las personas desconocen los beneficios y la importancia de tomar decisiones. Analizamos algunos de ellos y veamos por qué su impacto nunca es menor.

1. Nos hace más autónomos y responsables

La importancia de tomar decisiones radica en que nos permite asumir las riendas de nuestra vida y ser responsables de nuestras acciones. En otras palabras, nos hace autónomos, esto es: «conducir la propia vida de acuerdo con razones, valores o deseos que son auténticamente propios», así lo afirma la Encyclopedia Britannica.

Aunque la independencia pueda resultar incomoda al comienzo, es vital que la fomentemos en nuestra vida tomando nuestras propias decisiones. Pues, es la única forma en que podemos sentirnos libres, seguros y cómodos con nosotros mismos.

2. Incrementa nuestros aprendizajes

Tomar una decisión no es algo fácil para nadie. Habrá momentos en que nos equivoquemos y otros en que acertemos. Mediante este aprendizaje por ensayo y error, sabremos qué acciones son beneficiosas y cuáles no.

Sin embargo, sea cual sea la decisión que tomemos, será una oportunidad para aprender, reflexionar y descubrir cuáles son nuestros talentos y virtudes. De esta forma, cada vez será más sencillo tomar la decisión correcta y nos daremos cuenta de que somos nosotros mismos los que llevamos las riendas de nuestra vida, y no al revés.



3. Fomenta nuestro crecimiento personal

Gran parte de nuestro crecimiento personal depende de las decisiones que tomamos, por eso, estas son tan relevantes en nuestra cotidianidad. En este contexto, decidir es optar por aquella opción que sintoniza con nuestros valores y proyectos.

Asimismo, tomar decisiones fomenta el crecimiento porque nos permite aprender de nuestros errores y experiencias, las cuales son claves para que fortalezcamos nuestro carácter. En el curso de nuestra vida, las grandes decisiones marcan un antes y un después para nuestro desarrollo personal.

4. Reafirma nuestra independencia

Cuando nos dejamos llevar por lo que digan los demás y permitimos que decidan por nosotros, estamos cediendo nuestra autonomía, responsabilidad y seguridad personal a un tercero.

A la larga, esta situación producirá sentimientos de frustración, ansiedad y angustia; los cuales pueden agudizarse y desencadenar en afecciones más severas, como algún trastorno del estado del ánimo o de ansiedad.

5. Nos regala sorpresas agradables

Da igual la edad que se tenga, tomar decisiones es siempre una situación incómoda, ya que según lo que elijamos nuestra vida quedará marcada de una forma u otra. Sin embargo, tómate esta situación como algo novedoso, como una forma de cambiar esa vida tan monótona y predecible. Quién sabe, quizá en un futuro esa decisión puede cambiarte personal como profesionalmente.

6. Nos permiten avanzar hacia nuestras metas

Otra importancia de tomar decisiones es que nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos personales. Al elegir una alternativa entre varias, empezamos a progresar hacia lo que añoramos. Claro está, siempre y cuando sean decisiones acertadas y coherentes con lo que deseamos.

La consecución de metas requiere de descartar posibilidades y de abrir otras nuevas. Es a través de las buenas decisiones que el camino se va allanando y nos va permitiendo alcanzar, poco a poco, los objetivos que nos hemos trazado.



7. Nos ayudan a adaptarnos al entorno

La importancia de tomar decisiones también radica en que nos ayuda a adaptarnos a los cambios y al entorno en que vivimos. Por ejemplo, si nos mudamos a otro país y no conocemos nada de su cultura, las decisiones nos permitirán optar por aquellas opciones que faciliten nuestra aculturación.

De igual modo, las decisiones nos harán acoger y enfrentar los desafíos por los que atravesamos. Siempre está en muestras manos elegir qué actitud asumir ante los retos y los cambios que la vida nos presenta.

8. Nos saca de la rutina

Como hemos explicado al principio, uno siempre puede tomar la decisión de quedarse quieto y «no hacer nada». Sin embargo, si optamos por este camino, lo único que conseguiremos es dejarnos llevar por la pasividad, en función de la comodidad y el placer inmediato. Sin embargo, las consecuencias a largo plazo pueden ser mucho peores que las alternativas incómodas que teníamos en un principio.

Por ello, ante cualquier situación adversa, siempre es recomendable parar y pensar en todo lo bueno (o malo) que nos puede aportar quedarnos de brazos cruzados. Recordemos que no decidir también es una forma de decisión. No obstante, la inacción muchas veces nos puede dejar estancados y frustrados.

9. Nos ayudan a resolver problemas

Para resolver un problema es fundamental tomar una posición frente a él y diseñar soluciones efectivas que lo contrarresten. Todo esto requiere de tomar una decisión y de seleccionar un plan de acción que responda a las demandas de la dificultad.

Por consiguiente, tomar decisiones es importante porque nos permite afrontar los problemas y proponer nuevas soluciones. Una buena decisión, estratégica, efectiva y razonada, es esencial para resolver los conflictos que vivimos.

Conclusión

Para terminar, la importancia de tomar decisiones se refleja en la capacidad que tienen para hacernos crecer como personas. Además, nos enseñan a afrontar los problemas de la vida al permitirnos tomar una posición frente a ellos. Decidir es crucial para vivir plenamente.

Por eso, recalcamos que una vida madura y comprometida implica tomar decisiones. Está claro que no siempre acertaremos, pero actuando podemos ganar. Si no actuamos tendremos que conformarnos con ser atropellados por los acontecimientos de la vida.


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