¿Se puede amar a dos personas a la vez?

Sentir amor por dos personas a la vez es algo que sí puede suceder. De hecho, es un dilema que muchos enfrentan y que no es sencillo de manejar, procesar o compartir.
¿Se puede amar a dos personas a la vez?
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 31 octubre, 2024

Todos nos hemos preguntado en alguna ocasión si es posible amar a dos personas a la vez. Hay quienes viven junto a su pareja a lo largo de muchos años y, al mismo tiempo, mantienen otra relación paralela. Aunque desde el punto de la monogamia esta idea ha sido reprochada y sancionada, son muchos los que practican relaciones poligámicas o, al menos, afirman amar a más de una persona.

La realidad es que sí es posible tener sentimientos por dos individuos. Sin embargo, hay que ahondar más en qué clase de emociones experimenta quien dice amar a ambos. Lo que pretendemos a continuación es entender si ese amor es auténtico, cuál es su bioquímica y qué hacer en estas situaciones.

¿En realidad es amor?

Cuando alguien dice amar a dos personas a la vez, lo más probable es que se refiera a un amor más estable con una pareja y un intenso enamoramiento con la otra, que puede confundirse con el primer sentimiento. La neurobióloga Helen Fisher (2019) sugiere que, aunque es posible tener vínculos con distintas personas, el verdadero enamoramiento rara vez se comparte con ambas.

Otras investigaciones, como la publicada en Anthropologica, mencionan que, aunque amar de forma simultánea es posible, estos sentimientos suelen ser efímeros. Cada relación aporta un tipo de intimidad diferente, creando una idea de amor ideal, donde la pareja estable se concibe como amable, tranquila, considerada, comprometida con la familia y una buena persona; mientras que el amante apasionado es emocionante y vibrante.

Estas características complementarias pueden llevar a una resistencia a elegir entre uno u otro y que se desee mantener tanto el romance como el vínculo más profundo. A menudo, se esfuerzan en fusionar lo mejor de ambos o añaden tensión en su relación de enamoramiento para evitar que se convierta en una relación más cómoda.

Amar a dos personas puede ser el reflejo de distintas necesidades emocionales, pero esto rara vez se traduce en un amor verdadero y duradero. Aunque la pasión puede ser intensa, un sentimiento real implica una posesión y conexión más profunda que pocas veces se puede sostener en distintas direcciones.



La bioquímica del amor en las relaciones múltiples

Para entender mejor qué sucede en el cerebro, es interesante considerar la base biológica de las relaciones. El enamoramiento es una etapa previa al amor, marcada por la intensidad y pasión. D urante el periodo de atracción se liberan sustancias químicas, como la dopamina, que activan el centro de recompensa, generando mayor energía, euforia y aumento de la frecuencia cardíaca.

A medida que el vínculo se hace más sólido, aparece el apego ligado con el amor. En las relaciones a largo plazo, se activan áreas del cerebro relacionadas con el afecto maternal, que liberan oxitocina y vasopresina. Aunque el sistema de recompensa y placer sigue activo, el anhelo y el deseo suelen disminuir.

Entonces, se podría pensar que la pasión y el amor tienen componentes endocrinológicos distintos, pero ambas etapas del amor pueden coexistir. Esta dualidad permite el desarrollo de vínculos múltiples; pero, aunque la pasión y el apego convivan, la lucha entre el deseo efímero y el compromiso revelan la dificultad de mantener vínculos significativos con más de una persona.

El gran conflicto de tener vínculos con dos personas a la vez

Es normal que quienes tienen vínculos con dos o más personas a la vez sufran los efectos del conflicto. La mayoría sienten la presión de escoger a una sola pareja, convencidos de que no es lo correcto porque el amor verdadero está basado en la monogamia. Si bien hay quien acepta las relaciones abiertas, el poliamorel swinging, no es la norma para la mayoría.

Además, mantener una relación de tres puede ser complicado, lo que lleva a muchos a ignorar la tensión. Para ello, suelen adoptar personalidades diferentes con cada amante y hasta cambian su estilo para mantener ciertas distancias. Tan pronto como esas barreras se desmoronan, aparece el estrés y la confusión.

El desafío se agrava con el tiempo que implica mantener no solo una sino dos relaciones. Este peso, sumado a la culpa de mantener un engaño, puede ser abrumador. De hecho, en la mayoría de los casos, los dos amantes desconocen la existencia del otro, lo que complica proyectar un futuro estable. Estar con dos personas, sin un acuerdo tácito, es un camino de dificultades.

Con el tiempo, el sentimiento excitante que provoca el enamoramiento puede desvanecerse, lo que a menudo fortalece el vínculo amoroso inicial. En otros casos, el enamoramiento puede evolucionar hacia una sensación más profunda, sobre todo cuando las experiencias con ambos amantes no pueden distinguirse más. Esto obliga a elegir entre uno u otro, lo que ocasiona gran malestar.

¿Cómo manejarlo?

Actualmente, las relaciones entre tres personas son cada vez más comunes, permitiendo explorar vínculos más amplios. Para manejar estas situaciones sin que ninguna de las partes salga lastimada, aquí hay algunas sugerencias:

  • Confesar tus sentimientos: Tener una comunicación efectiva con cada amante sobre aquello que te sucede es fundamental para encontrar una solución.
  • Informar y acordar: Si buscas una relación múltiple, procura que todas las partes estén al tanto de la situación y den su consentimiento. De otra forma, estarías cometiendo una infidelidad, que puede herir a los involucrados.
  • Acudir con un profesional: En caso de que sea necesario, acudir a terapia para los problemas de pareja puede ser una gran ayuda para tomar la decisión correcta.
  • Establecer límites claros: Ya sea que elijas una relación poliamorosa o no, es crucial discutir cómo funcionará el vínculo y cuáles serán sus límites para estar en sintonía.
  • Elige la relación que deseas: Ten presente que una relación consensuada entre tres personas puede significar enfrentar a la sociedad. Por su parte, si tu pareja no quiere llevarla a cabo y tú sí, es adecuado informarlo.
  • No usar el poliamor como solución: Es necesario entender que el poliamor no es una manera de resolver una crisis de pareja, sino una alternativa deseada.
  • Reconocer y gestionar los problemas: En todo vínculo existen problemas, como celos y miedos. Por tanto, es importante que se aclaren los tiempos y las actividades compartidas, sobre todo si se busca una relación múltiple.
  • Decidir a quién elegir: Si te encuentras en una encrucijada, reflexiona sobre lo que valoras de cada situación. Considera la compatibilidad emocional, los objetivos a largo plazo y la conexión que sientes. Hacer una lista de pros y contras es una buena idea para visualizarlo y tomar una decisión.


La complejidad de las relaciones múltiples

Sentir que se ama a dos personas es un fenómeno complejo que desafía las normas tradicionales de la monogamia. Existen diferentes dinámicas emocionales que surgen de estas situaciones. Si bien ambos vínculos pueden ser profundos, es crucial explorar en el interior para entender qué sucede y evitar sufrimiento.

La clave para manejar estos momentos es ser transparente, analizar los sentimientos propios y respetar los de los demás. Ya sea que te decidas por uno de los amantes o por un vínculo triple, recuerda seguir tu intuición y actuar con integridad. El amor puede ser una experiencia enriquecedora, si se maneja con consideración.

 


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