¿Qué son los swingers y cómo viven la sexualidad?

¿Has practicado alguna vez un intercambio de parejas? Es una forma más de entender las relaciones y la propia sexualidad. Es hora de romper el tabú y profundizar en este tema. Te lo explicamos.
¿Qué son los swingers y cómo viven la sexualidad?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 13 septiembre, 2023

¿Has oído hablar del término swingers? Esta palabra designa una práctica sexual que lleva mucho tiempo en la propia sociedad y que, sin embargo, sigue siendo un tema tabú. Hablamos del intercambio de parejas y de ese acuerdo consensuado entre personas casadas o comprometidas para mantener relaciones íntimas. Se trata de un vocablo nuevo que describe una dinámica muy vieja.

El swinging es un tipo de filosofía sexual y erótica que se popularizó en los años 60. Desde entonces, siguen creándose comunidades en todo el mundo que celebran fiestas, eventos y reuniones privadas. Es una forma más de entender las relaciones sexoafectivas y que conforma un fenómeno psicosocial en el que vale la pena profundizar. Te proponemos saber más.

«No hay amor sin instinto sexual. El amor usa de este instinto como de una fuerza brutal, como el bergantín usa el viento»

~ José Ortega y Gasset (Estudios sobre el amor, 1927) ~

Los «swingers»: definición y características

Los swingers son personas casadas o comprometidas que participan en actividades sexuales con otras parejas o individuos que lo consienten. Si bien esta práctica se popularizó en los 60 con el movimiento del «amor libre», el interés por tal filosofía sexual tuvo su auge a principios del nuevo milenio, a raíz de un documental que realizó la cadena de televisión ABC News.

A partir de ese momento, figuras como el periodista Terry Gould, despertaron aún más la curiosidad de la población gracias a libros como The Lifestyle: a look at the erotic rights of swingers (2000). En dicho trabajo, el autor aseguraba que cerca del 3 % de la sociedad lleva a cabo esta práctica. Verdad o no, tanto la sociología como la psicología buscan comprender mejor esta realidad.



1. Acuerdos basados en la comunicación y honestidad

Hay un hecho que destacan en una investigación publicada en Archives of Sexual Behavior. En nuestra actualidad sigue existiendo un estigma social asociado al swinging o el intercambio de parejas. Esto hace que no sea sencillo acceder a estas comunidades para realizar investigaciones exhaustivas. Sin embargo, los expertos sí han podido esclarecer lo siguiente:

  • El intercambio se lleva a cabo siempre de manera acordada.
  • La pareja de swingers se define por una buena comunicación.
  • Hay reglas y límites consensuados para que las experiencias sean cómodas.
  • Son comunidades que se rigen por acuerdos honestos.
  • Se habla de forma regular sobre los sentimientos y experiencias vividas.

2. El objetivo es fortalecer la relación de pareja

Si eres una persona monógama, es muy posible que te cueste entender cómo el intercambio de parejas puede fortalecer el vínculo entre sus integrantes. Algo que es conveniente comprender es que la sexualidad se vive de infinitas maneras. Asimismo, hay muchos tipos de relaciones en las cuales, sus integrantes encuentran su felicidad y satisfacción de formas poco convencionales para la mayoría.

Los swingers llevan a cabo esta práctica con el fin de dar variedad a su vida sexual y unir lazos con la pareja sexoafectiva. Se asume que una relación abierta aporta flexibilidad al vínculo afectivo y una mayor complicidad. Asimismo, la oportunidad de conocer a personas que comparten intereses similares, se vive siempre de manera enriquecedora.

Por otro lado, te interesará saber que, en el 2020, la Universidad de Bellarmine en Kentucky (Estados Unidos) realizó una investigación sobre los swingers. Algo que declaraba esta comunidad es que la práctica sexual del swing mejora su relación y se sienten más felices.

3. Un grupo social con cultura propia

Los swingers disponen de su propia bandera. Tiene un fondo rojo que representa la pasión y el amor. El elemento principal de la bandera es un círculo con una ilustración simplificada de un columpio (que, en inglés, también se conoce como swinger). Esto representa la unión entre la comunidad y su filosofía de libertad.

Bandera de la comunidad swinger
Además de este símbolo, existen otros elementos que representan la comunidad swinger, como una piña al revés.

Se ven a sí mismos como un grupo poblacional que tiene un estilo de vida alternativo. Es más, un razonamiento que mantienen quienes integran esta práctica, es que la atracción sexual forma parte del comportamiento humano. Según esta perspectiva, el swinging evita las infidelidades al favorecer ese acuerdo abierto de la pareja en el que la confianza es clave.

¿El «swinging» es lo mismo que el poliamor?

A pesar de que el intercambio de parejas siempre ha existido, en los últimos años han aparecido nuevas etiquetas para designar estas dinámicas sexoafectivas. Asimismo, es importante clarificar que ser swinger no es lo mismo que ser poliamoroso. Te explicamos las diferencias a continuación:

  • Naturaleza de la relación: en el poliamor, las personas buscan establecer relaciones emocionales y románticas profundas con múltiples parejas. En el swinging, las parejas comprometidas o casadas participan en actividades sexuales con otras parejas, pero no desean establecer conexiones emocionales profundas más allá de la amistad.
  • Enfoque sexual: tal y como señalan en Frontiers in Psychology, las relaciones no monógamas son comunes y a 1 de cada 6 personas le agradaría practica el poliamor. En este caso, las relaciones sexuales con varias parejas buscan ser estables y conformar un lazo afectivo duradero. Los swingers solo desean obtener placer con el sexo ocasional sin llegar a vincularse.
Las parejas «swinger» suelen estar enamoradas y conforman una relación estable y satisfactoria a nivel emocional. No obstante, son personas que conciben las relaciones sexuales de forma diferente a los monógamos. No creen en la exclusividad y ven el sexo como una práctica recreativa.

¿Qué debo saber si mi pareja y yo queremos practicar el «swinging»?

Los swingers conforman una comunidad social que tiene incluso su propio logo. Basta con ponerse ese identificativo a modo de pin para identificarte con este movimiento. Se celebran eventos, hay hoteles, complejos turísticos y hasta cruceros que promueven fiestas y encuentros swinging.

No obstante, es importante tener en cuenta una serie de aspectos en caso de que desees llevar cabo en pareja esta práctica. Te lo detallamos a continuación.

Estar de acuerdo

En este tipo de encuentros no vale con que uno solo sienta curiosidad y el otro se vea arrastrado por el primero. Si uno de los dos no está seguro, esa experiencia puede ser negativa y pasar factura a la relación. Siempre que se lleve a cabo por deseo, curiosidad y de manera tácita podrá ser estimulante y positiva.

Usar métodos de protección sexual

Más allá del deseo expreso y la curiosidad, hay un elemento indispensable: la profilaxis. Es necesario contar con medios de protección para evitar enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazos no deseados. Asimismo, hay otro hecho significativo que debes considerar y que destacan en BMC Infectious Diseases.

Muchas parejas de swingers subestiman el riesgo de contraer estas afecciones. A menudo, no son conscientes tampoco del número de relaciones que el cónyuge llega a practicar. Tampoco, si la persona con la que van a mantener un encuentro íntimo, presenta ya algún tipo de infección.

Solo es sexo, no habrá vinculación afectiva

Una norma no escrita entre esta comunidad es que estos encuentros no serán una experiencia que promueva después algún tipo de relación amorosa. Lo único que se busca es el disfrute; no enamorarse de alguien distinto de tu pareja. Este es un detalle que debes tener en cuenta.

Establecer reglas

Como sucede en cualquier encuentro sexual, siempre hay límites. Lo más adecuado en estos casos es conocer a esas parejas que formarán parte del encuentro íntimo. Esa es una buena oportunidad para dejar claro las prácticas que no se está dispuesto a llevar a cabo.

Evitar el alcohol

En este tipo de dinámicas sexuales es muy común que el alcohol esté presente. No es lo adecuado. Ten en cuenta que los estados de ebriedad no son recomendables durante el sexo. No solo dificulta el propio desempeño, sino que, además, puede dar paso a prácticas que no te agraden o de las que, más tarde, no te acuerdes.



La cultura «swing» sabe lo que quiere

Los auténticos swingers, es decir, las parejas que han integrado esta práctica en su relación, tienen claros varios aspectos. El primero es que no van a mantener esos encuentros con cualquiera. Debe haber atracción, deseo y respeto. No todo el mundo les vale y, en ocasiones, pueden ir a un evento swing sin realizar ningún intercambio de pareja.

Por tanto, y para concluir, habrá quien no entienda este tipo de filosofías de vida y de relación. Sin embargo, la cultura swing lleva décadas integrada en nuestra sociedad. Lo más importante es contar siempre con adecuadas medidas de protección frente a las enfermedades de transmisión sexual y hacer de la comunicación honesta en la pareja, la mejor herramienta.


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