Una mente maravillosa, cuando convivir con la esquizofrenia es posible
John Forbes Nash, matemático, Premio Nobel de Economía y genio a jornada completa, es el protagonista de “Una mente maravillosa” . Una película que, si bien ganó cuatro Óscars de la Academia llamando poderosamente la atención de los estudios hollywodienses, consiguió llamar aún más la atención de especialistas en psicología y psiquiatría, por tratar la temática de la esquizofrenia.
Esta película narra cómo este ser humano excepcional aprende a vivir con la esquizofrenia durante toda su vida aplicando una regla según la cual “todo problema tiene una solución”.
“No, no creo en la suerte, pero sí en asignarle valor a las cosas”.
-Jhon Nash-
Esquizofrenia y dualidad mental
Jhon Forbes Nash vivía en una dualidad constante producida por su mente teniendo que diferenciar entre la fantasía y la realidad, debido al padecimiento de su enfermedad, la esquizofrenia.
Las alucinaciones y los delirios nunca desaparecieron de su vida, pero consiguió mantenerlas a raya hasta el punto de que, después de años entre psiquiátricos y médicos, volvió a dar clases de matemáticas y fue galardonado con una de las menciones más importantes de las ciencias y las artes.
Fue esa misma mente brillante, la que le llevó al reconocimiento mundial, mientras padecía y luchaba por superar su enfermedad.
La incógnita en la que los lectores están pensando en estos momentos, no obstante, probablemente sea la siguiente: entonces, ¿en qué quedamos? ¿La esquizofrenia se cura o no se cura?
El tratamiento de la esquizofrenia
El largometraje se desarrolla en casi cinco décadas dentro de las cuales, la más dura es, sin duda, la década de los sesenta. En esta etapa John Nash es ingresado en numerosas ocasiones dentro de un centro psiquiátrico.
Durante su estancia allí, retratan de manera resumida el abuso de psicofármacos, así como los temidos electroshocks que, en Estados Unidos, se utilizaban para “reparar” casos de psicosis diversas y estados agresivos. La realidad es que estas medidas, lejos de ayudar a los pacientes, constituían una causa más de empeoramiento.
Además, el hacinamiento de todo tipo de enfermos, desde neuróticos hasta psicóticos peligrosos, dentro de las mismas paredes, convertía estos centros en cárceles indiscriminadas, en las cuales, el objetivo estaba más dirigido a apartar a estas personas de las calles que a la recuperación.
Desde este enfoque surge otro completamente opuesto cuando el protagonista de Una mente maravillosa aprecia las consecuencias que, aún a día de hoy, siguen teniendo determinados tratamientos psicofarmacológicos que se administran de manera indiferenciada a los distintos trastornos mentales.
Estos resultados del tratamiento son principalmente la impotencia, la tendencia a engordar, problemas de concentración así como un estado de apatía constante debido a que, en muchos casos, estos incluyen componentes sedantes.
Frente a esto, John Nash idea una manera altamente controvertida y no válida para todos los enfermos con la cual consigue lidiar con su enfermedad sin tener que pasar el resto de su vida en un psiquiátrico: aceptar que tiene alucinaciones e ignorarlas durante el resto de su vida.
Jhon Nash, un ejemplo de superación personal
Gracias a su gran capacidad cognitiva e inteligencia, Nash aprendió con esfuerzo, paciencia y entrenamiento a diferenciar la realidad de sus delirios. Fue todo un ejemplo de superación personal.
“Lo que distingue lo real de lo irreal está en el corazón”.
-Jhon Nash-
Esta decisión genera una serie de interrogantes que aún no han podido ser resueltos por tratarse de temas polémicos a nivel moral y ético.
- ¿Es seguro dejar que una persona que tiene alucinaciones vaya por la calle sin su medicación?
- ¿De verdad la vida de una persona con trastorno mental va a tener mayor calidad estando en un centro psiquiátrico que en la calle, aunque tenga que combatir sus temores personales?
- ¿Se le ha prestado a la esquizofrenia tanta atención como a otros trastornos como el bipolar, o continúa siendo la psicosis tabú entre los trastornos mentales?
Aún queda mucho por saber sobre cuáles pueden ser las respuestas más adecuadas a estos interrogantes. Pero lo que sí nos queda claro, es que Jhon Nash encontró su manera particular de hacer frente a la esquizofrenia, gracias a su mente brillante y su capacidad personal.