¿Inquietud en espacios «vacíos»? Seguro has experimentado kenopsia

Un pasillo de una escuela por la noche. Una estación de tren desierta. Un parque de atracciones antiguo en completo abandono. La kenopsia se hace presente con tan solo imaginar estos escenarios.
¿Inquietud en espacios «vacíos»? Seguro has experimentado kenopsia
Sharon Laura Capeluto

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto.

Última actualización: 09 septiembre, 2024

Visitar un teatro en desuso. Recorrer las calles de una ciudad deshabitada. Pasear frente a una escuela cerrada. Sumergirse en estos lugares puede despertar en nosotros la kenopsia, esa sensación única de nostalgia al presenciar la quietud de espacios que alguna vez vibraron con vida.

Nombrar las emociones que sentimos, pero que nos resultan difícil expresar en palabras, supone un alivio significativo. Conozcamos más sobre este curioso y melancólico sentimiento que todos llegamos a experimentar alguna vez.

¿Qué es la kenopsia?

John Koenig creó el Diccionario de los Dolores Oscuros con el objetivo de dar nombre a aquellas emociones que todos sentimos, pero no sabemos cómo expresar, pues carecen de un término específico. Kenopsia es una de esas.

El autor describe a este neologismo como «la sobrecogedora atmósfera triste de un lugar que normalmente se llena de gente, pero que ahora está abandonado y tranquilo». Su etimología deriva del griego kenosis que significa «vacío» y opsia, que significa «ver». Ver vacío. Sentir vacío.

Va más allá del impacto visual que genera un sitio desprovisto de actividad. Se asocia con la extraña sensación de notar la esencia de sombra de lo que fue. Así, mientras caminamos por una avenida deshabitada y con todos los comercios con sus persianas bajas, nos invade una melancolía difícil de poner en palabras.

¿Alguna vez tuviste que ir a la oficina en un domingo por la mañana y la encontraste sumida en la oscuridad y el silencio? ¿Recorriste un colegio sin niños en medio de un receso escolar y te fue inevitable sentir nostalgia? Esto es a lo que nos referimos.

¿Cuáles son las causas psicológicas de esta experiencia?

Las razones detrás de esta peculiar sensación de vacío no están claras. Sin embargo, existen algunos factores psicológicos que podrían tener una relación directa y representativa con su origen.



La ley del cierre

En psicología, existe un fenómeno fascinante que se vincula con la tendencia humana a llenar los espacios vacíos. Se lo conoce como la ley del cierre y es uno de los principios de la Gestalt.

Resulta intrigante observar cómo nuestro cerebro, ante algo incompleto, ya sea algo perceptible visualmente, como un círculo sin cerrar, o algo abstracto, como una historia sin final, tiende a llenar esas lagunas.

Nuestra mente busca completar patrones, formas o información con base en el conocimiento previo. Podríamos pensar, entonces, que la experiencia humana no se lleva bien con la ausencia. O, al menos, nuestra tolerancia al vacío es limitada. Nos incomodan los espacios en blanco.

Es que, en última instancia, nos da miedo a estar solos. En este sentido, este fenómeno parece advertirnos sobre la vaguedad y nos confronta con un abismo perturbador y desconocido.

Vida comunitaria

Otra de las razones que pueden ayudarnos a comprender el porqué de la kenopsia es la necesidad humana de vivir en comunidad y estar en contacto con otros. No podemos olvidar que somos seres sociales.

Desde épocas antiguas, la vida en grupo ha perdurado como una estrategia adaptativa eficaz para protegernos de potenciales peligros. Hoy en día estar rodeados de otras personas es tan común para nosotros que ya nos acostumbramos. Estamos en constante interacción con otros seres humanos que viven, lloran, ríen, gritan, saltan.

Pero, ¿qué ocurre cuando el bullicio habitual se desvanece? El silencio comienza a aturdir y el vacío se vuelve sofocante. Resulta imposible no sentirse incómodo ante tanta ausencia.

A partir de este contraste, esta falta de la vida bulliciosa que dábamos por sentada, nos invade una sensación de soledad súbita y repentina, alertándonos sobre algo que no marcha bien. Como si el abandono fuera inminente. En definitiva, la kenopsia pone en evidencia nuestro deseo intrínseco de estar con otros.

Apego emocional y miedo a lo desconocido

Esta emoción oscura también puede estar enlazada con el miedo a lo desconocido. Es posible que la falta de actividad humana cree un ambiente en el que lo familiar se vuelve extraño y desconcertante. A su vez, este escenario quizás despierta ansiedad y temores asociados a lo que no entendemos en términos absolutos.

Además, la conexión afectiva con esos entornos ahora vacíos puede dar lugar a una sensación de pérdida y melancolía intensa. De esta manera, la kenopsia puede intensificarse cuando hay apego emocional con esos sitios.

Kenopsia en el contexto del COVID-19

La pandemia por la COVID-19 extendió la kenopsia a casi cualquier rincón del mundo, convirtiéndola en un sentimiento compartido a nivel global. Parecía inimaginable contemplar lugares icónicos, como Times Square, despojados de la típica actividad.

En esta situación, el vacío fue repentino y, tal vez por eso, aún más impactante. La vida cotidiana se interrumpió de manera abrupta. Las grandes ciudades, que solían rebosar de movimiento, se quedaron en pausa de la noche a la mañana.

Además del miedo a contraer el virus, la falta de rastros humanos en los sitios que antes estaban saturados de vitalidad nos condujo a reflexionar sobre la naturaleza efímera de la vida y la impermanencia de las cosas, tal como supone esta emoción.



Una extraña sensación que todos conocemos

Esperamos encontrar actividad y movimiento a donde sea que vayamos. Pero, cuando nos enfrentamos a una escena sin vida, donde solo hay objetos, sin ninguna presencia humana, donde apenas podemos oír los tenues sonidos de fondo que, de no ser por la ausencia de personas, pasarían desapercibidos… es en ese momento cuando el vacío inquieta.

No obstante, a pesar de que suene paradójico, muchos de nosotros encontramos cierta belleza en el silencio. ¿Alguna vez te has preguntado por qué las antiguas ruinas de Grecia y Roma, repletas de historias pasadas, son puntos de visita tan frecuentes? ¿O por qué sentimos una atracción tan poderosa hacia lugares abandonados? Es como encontrar poesía en la ausencia.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.