La serie «Mi reno de peluche» y la importancia de la salud mental

Con un tinte de humor negro, Richard Gadd explora en «Mi reno de peluche» las terribles consecuencias que enfrentó, producto de los traumas no elaborados y del descuido de su propia psiquis.

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Laura Capeluto.

Última actualización: 05 junio, 2024

Un joven comediante siente pena por Martha, cliente del bar donde trabaja, y decide ofrecerle una taza de té sin costo. Este gesto compasivo, en apariencia insignificante, marca el inicio de un vínculo complejo y destructivo para ambos. Así comienza la trama de Bebé reno, serie conocida en España como Mi reno de peluche y uno de los últimos éxitos de Netflix.

¿Qué perfiles psicológicos se esconden detrás de estos personajes? ¿Cuáles son las motivaciones de sus decisiones y acciones? Y lo más importante, ¿es posible evitar que los traumas del pasado afecten nuestras relaciones y contaminen nuestra felicidad? En estas líneas ofreceré mi opinión como profesional de la salud mental. Advertencia: desde ahora, entramos en terreno de spoilers.

Análisis psicológico de Bebé reno: una serie sobre obsesión, acoso y traumas

La serie Baby reindeer (en inglés), no es lineal, predecible ni categórica. Aborda temas sensibles como el grooming, los traumas y los vínculos interpersonales desde un ángulo multifacético, sin ofrecer juicios simples o definiciones determinantes.

Richard Gadd, actor principal y creador de la serie, usó su propia experiencia de vida como inspiración. Tuvo la intención de crear una narrativa que no identificara de manera precisa quién es el bueno y quién es el malo, quién está sano o quién está enfermo. En una entrevista expresó: «Ninguna persona es buena o mala. Todos somos almas perdidas que buscamos el amor a nuestra extraña manera».

El principio de la serie parece esbozar una auténtica comedia. Sin embargo, a medida que avanzan las escenas, la trama se torna cada vez más oscura y rebuscada, lo que deja a los espectadores con una angustia latente difícil de describir. Tanto la mirada vulnerable de Martha como las decisiones autodestructivas de Donny reflejan lo mismo: un profundo dolor, además de traumas. No hay dudas de que ambos sufren, y mucho.

Perfiles psicológicos de los protagonistas de Mi reno de peluche

A continuación, exploramos los rasgos de personalidad de los personajes principales en Mi reno de peluche, para intentar comprender el vínculo entre ellos y las motivaciones detrás de lo que eligen hacer. Donny y Martha tienen mucho más en común de lo que parece.

Es importante señalar que este análisis se fundamenta de forma exclusiva en lo que la serie presenta, y no en el caso real o en personas involucradas.

Martha

En Mi reno de peluche, el personaje de Martha (Jessica Gunning) se presenta como una exitosa abogada. No obstante, tanto Donny como nosotros, los espectadores, pronto descubrimos que esto no es tan así y que en realidad es una mujer que sufre la soledad y el miedo al abandono. En su caso, estas heridas dan forma a su obsesión por Donny.

Debido a su necesidad desesperada de sentirse querida, junto a algunos indicios que le otorga el comediante, Martha llega a convencerse de que tiene una relación estable con él. Le envía 41 000 correos electrónicos y 350 horas de mensajes de voz. Además, lo visita cada día. Se expone a la lluvia y al frío extremo para esperarlo. Ataca a su expareja y hostiga a los padres de él.

No hay un único trastorno que origine este tipo de conductas de acoso, ya que pueden involucrar una variedad amplia de factores. Sí, es cierto que detrás de un perfil de un acosador, existen rasgos de personalidad disfuncionales, como la inestabilidad emocional, la baja autoestima y la incapacidad para aceptar el rechazo.

A su vez, estas características pueden estar asociadas a estilos de apego inseguro, traumas psicológicos o, en situaciones más complejas, diagnósticos clínicos como el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno límite de la personalidad o una estructura psicótica.

Donny

Donny es un aspirante a comediante que trabaja en un bar de Londres para ganarse la vida. Tiempo atrás, un conocido escritor del mundo de la comedia lo alentó a seguir sus sueños en el stand-up bajo su mentoría. Le transmitía confianza a través de halagos y palabras dulces.

Pero esto era solo una táctica de manipulación para violarlo, acosarlo y abusarlo de todas las formas posibles. Con la esperanza de convertirse en un gran artista, y con una autoestima destrozada, Donny continúa encontrándose con su abusador y se expone a revivir estas situaciones traumáticas una y otra vez.

Pide a gritos que lo miren, lo escuchen, lo quieran… Debido a esta necesidad, encuentra cierta satisfacción en la obsesión que Martha tiene con él. La tendencia hacia la autodestrucción es evidente en su personalidad. Tanto que, al enamorarse de una mujer transexual que está dispuesta a ofrecerle un amor genuino y sano, es incapaz de cuidar esa relación.

¿Los traumas no resueltos pueden llevarnos a la autodestrucción?

A medida que avanzan los episodios en Mi reno de peluche, los espectadores nos vemos envueltos en una espiral de tensión, impotencia y dudas. Nos cuestionamos por qué Donny permite los acosos, por qué tarda tanto en poner límites. Es hasta el sexto capítulo que obtenemos una respuesta de su propia boca: «Soy un imán para toda clase de locos. Sabía que era peligrosa, pero me halagó y eso fue suficiente».

Él muestra una ambivalencia desconcertante en cuanto a su interés por ella. A veces la rechaza, otras parece seguirle la corriente. De igual manera, esto nos lleva a comprender que la creencia de Martha de que Donny está enamorado de ella, no es del todo delirante o irracional.

Sucede que el comediante escocés carga con traumas complejos sin resolver, que lo conducen a tomar decisiones difíciles de entender. Sus problemas graves de baja autoestima, enraizados en experiencias atroces, alimentan el ciclo destructivo de autosabotaje y desconfianza. Se aferra a relaciones dañinas como una vía para validar su valor, sin darse cuenta de que merece más de lo que se permite aceptar.

Las personas tenemos diferentes maneras de lidiar con el dolor. Esto implica que los traumas no elaborados, no siempre conducen a la autodestrucción. Pero es innegable que el riesgo es mayor. La historia de Baby Reindeer nos recuerda la importancia de trabajar las heridas emocionales, para evitar caer en patrones disfuncionales que comprometan nuestro bienestar.

Mi reno de peluche: enfrentar, elaborar, sanar

Donny comienza a sanar cuando logra ponerle palabras a lo que siente. Sin planearlo, en medio de un espectáculo que no va como esperaba, desnuda su alma al revelar sus verdades más íntimas frente al público. Se sincera ante la audiencia, pero, sobre todo, ante sí mismo.

Admite: «La amaba muchísimo, pero más amaba odiarme a mí mismo», refiriéndose a la mujer de la que se enamoró y a su tendencia autodestructiva. En ese tránsito, expone su vulnerabilidad a carne viva y comienza a resignificar su historia. Al enfrentar sus heridas más profundas, da el primer paso para reconciliarse con su pasado y, en última instancia, construir un futuro más satisfactorio.

La importancia de cuidar la salud mental

Mi reno de peluche nos alerta sobre cómo uno mismo puede ser víctima de sus propias heridas no resueltas. Martha busca de forma desesperada y obsesiva amor, mientras que Donny sigue el camino del autoprejuicio una y otra vez. Ambos están inmersos en un ciclo de sufrimiento, donde parece que la dinámica entre ellos se alimenta mutuamente.

El cuidado de la salud mental juega un papel crucial en la prevención de este tipo de desenlaces. Explorar y trabajar nuestros traumas psicológicos con la ayuda de la psicoterapia es imprescindible. Nos permite sanar heridas emocionales y fortalecer la autoestima, al evitar la necesidad de buscar en el exterior el valor que no encontramos dentro.

Crédito imagen principal: Netflix.