Inestabilidad emocional: pasar del llanto a la risa

La inestabilidad emocional es una condición limitante, confusa y difícil de sobrellevar sin ayuda. Conoce aquí más sobre esto.
Inestabilidad emocional: pasar del llanto a la risa
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 02 septiembre, 2022

Ayer te encantaba la poesía y hoy la detestas. El año pasado te sentías motivado por el ejercicio y apenas comenzó este ya has dejado de ir al gimnasio. Te ríes en situaciones incorrectas o lloras sin entender el motivo. Quizás esas sean algunas señales que te indican que sufres inestabilidad emocional.

Si pasas del llanto a la risa, de la pasión a la indiferencia y del amor al odio en un abrir y cerrar de ojos tal vez necesitas comprender un poco mejor tus sentimientos y sensaciones y encontrar el sano equilibrio entre ellos. Por otro lado, es posible que estés sufriendo un trastorno que debe diagnosticar un profesional. Lo analizamos.

Inestabilidad emocional: los típicos altibajos

Es cierto que no todos los días podemos sentirnos de la misma manera y que, afortunadamente, contamos con diversos mecanismos para expresar lo que nos sucede. Pero el problema reside en la magnitud de la variación de nuestros estados emocionales, cuando son bruscos y sin un motivo aparente.

Dedos con caras pintadas

Los altos y los bajos en nuestro estado de ánimo sin ninguna razón y con más intensidad de la que deseamos pueden ser perjudiciales para nuestra salud mental y para la relación con los demás. Vivir en una permanente montaña rusa de emociones no nos permite conservar los afectos ni tampoco entender lo que nos sucede.

Si en un mismo día atraviesas por etapas de emoción, depresión, euforia, llanto, energía, miedo, felicidad y congoja, puede que estés padeciendo inestabilidad emocional.

Emociones vs. ánimo

Para poder comprender mejor sobre la inestabilidad o desequilibrio emocional primero tendríamos que saber diferenciar entre emociones y estados de ánimo. A continuación tienes cada una por separado:

  • Las emociones son intensas y variables y aparecen como una reacción a un estímulo, ya sea externo (como un atasco cuando tenemos prisa) o interno, como un recuerdo. Es decir, que sin una determinada situación no pueden desarrollarse. Un atasco en el tráfico provoca enfado, una carta de amor causa felicidad y una pérdida trae tristeza.
  • Por el contrario, el estado de ánimo suele ser más estable en el tiempo. Puede mantenerse estable, incluso durante semanas, ya que es más profundo y puede estar determinado por multitud de factores, desde el estilo de vida hasta el estado del sistema nervioso.

Cuando una persona es emocionalmente inestable su ánimo varía con frecuencia. Este problema puede estar condicionado por una circunstancia concreta -como el cansancio, la baja autoestima o la falta de metas- pero también puede deberse a una causa que no sabemos cómo explicar. De una forma u de otra, si nuestro estado de ánimo es negativo necesita de nuestra intervención.



¿Cómo sé si sufro de inestabilidad emocional?

Vale la pena ponerse a pensar y analizar de qué manera te sientes a lo largo del día. Es normal que empieces la mañana con energía y buen humor y al llegar la tarde estés con poca “batería” e irritable. Pero estamos hablando de algo diferente. ¿A lo largo de la jornada experimentas muchos bajones o cambios anímicos pero no puedes comprender las razones de ese cambio tan grande?

Si no tienes motivos para tus diversos estados de ánimo o si te cuesta darte cuenta de tus altibajos es probable que la inestabilidad emocional se esté instaurando en tu personalidad.

Mujer triste apoyada en la pared

En estos casos, es posible que estés sufriendo un síndrome clínico. Los síntomas que deberían darte una señal de ello son los siguientes:

  • Euforia y tristeza que se alternan sin razón aparente.
  • Baja tolerancia a la frustración.
  • Inseguridad.
  • Impulsividad.
  • Dificultad para dejar los problemas en el ámbito al que pertenecen (trabajo, familia, amistad, etc.).
  • Sensación de vacío interior.
  • Dependencia emocional de personas que consideran pilares fundamentales en su vida.
  • Labilidad emocional.
  • Tendencia a las adicciones.
  • Poca constancia a la hora de avanzar en tareas, objetivos y relaciones.
  • Tendencia enamoradiza.

Si crees que sufres estos síntomas y podrías estar padeciendo algún trastorno relacionado, no dudes en acudir a un profesional. Es posible que necesites terapia psicológica, pero no temas: no es malo pedir ayuda y mejorará enormemente tu calidad de vida.

¿Por qué puede producirse la inestabilidad emocional?

Los factores que determinan este trastorno son variables. Sin embargo, entre los más habituales podemos destacar los cambios en el metabolismo y el biorritmo, los problemas de concentración y de sueño y también el consumo de ciertas sustancias nocivas.

Ahora bien, en la gran mayoría de los casos el estrés y llevar un estilo de vida desequilibrado provoca todo tipo de inestabilidades, incluyendo la emocional, claro está. Las hormonas encargadas de equilibrar nuestras emociones, como la serotonina, no se encuentran en los niveles adecuados y causan estragos.

Por esta razón no es extraño que la inestabilidad emocional sea más frecuente en las mujeres que en los hombres. ¿Por qué? Porque las variaciones hormonales femeninas son superiores a las masculinas. Además de ello, se ven sometidas a mayores presiones sociales y dificultades en su día a día, lo que favorece la inestabilidad emocional.

Otras causas

No todo son hormonas y ritmos acelerados. En ocasiones, otros factores tienen algo que decir a la hora de explicar tus cambios de humor:

  • Consumo de drogas.
  • Estados de disociación tras un trauma.
  • Trastorno de personalidad límite.
  • TDAH.
  • Estrés postraumático.
  • Estilo educativo sobreprotector.

Las consecuencias de la inestabilidad emocional

Pasar del llanto a la risa puede parecer una fortaleza para sobreponerse a los problemas y salir airoso de cualquier situación. Aunque en realidad la inestabilidad emocional es una carga muy pesada al no poder encontrar una base sólida de sentimientos sobre la que asentar proyectos.

Abandonar una carrera, romper una relación de pareja o no aceptar un cambio en el trabajo provoca frustración y tristeza. La reacción exagerada a las palabras y acciones ajenas, así como también el hecho de no saber cómo comportarse ante determinadas situaciones puede llevar a cortar lazos con personas cercanas.

Todo ello afecta a la autoestima, intensifica los cambios de humor y lleva a la formación de un círculo vicioso del cual es difícil salir. Por ello es preciso prestar atención a esos altibajos en el estado de ánimo. Quizás estés atravesando por un momento difícil y necesites hablarlo con alguien, o al menos contigo mismo.

Tratamiento de la inestabilidad en terapia

En un contexto clínico, las técnicas terapéuticas para mejorar la inestabilidad emocional suelen prolongarse en el tiempo, ya que se trata de una condición difícil (pero no imposible) de cambiar.

Algunas de las terapias utilizadas son el EMDR, el EFT, el braispotting o el focusing. Si conoces algo sobre ellas, sabrás que suelen incluirse en la psicoterapia para tratar traumas, pero precisamente por ello son útiles para procesar y gestionar emociones intensas.

Por otro lado, en algunos casos se prescribe un apoyo farmacológico de ser necesario. En estos casos se cuenta también con el apoyo médico y de medicinas como los antidepresivos.

¿Cómo conseguir mayor estabilidad emocional?

Finalmente, todo este proceso de autoconocimiento te llevará a la siguiente pregunta: ¿cómo puedo mejorar? Lo cierto es que no hay una fórmula mágica, pero sí algunas estrategias a seguir para iniciar el camino del cambio:

  • Entrenarse en técnicas de relajación y de respiración.
  • Trabajar la autoestima.
  • Adquirir estrategias de comunicación interpersonal.
  • Trabajar las estrategias de resolución de problemas.
  • Trabajar la tolerancia a la frustración.
  • Entrenarse en parar y flexibilizar las interpretaciones sobre el entorno.
  • Practicar meditación en cualquiera de sus variantes.
  • Realizar ejercicio físico de forma regular.
  • Si el entorno favorece los cambios de humor y es estresante, plantéate cambiar a otro mejor.

Aun así, es posible que no consigas mejorar. En estos casos, lo mejor es acudir a la consulta de un profesional de la psicología. No te sientas mal por pedir ayuda, pues la inestabilidad emocional es un estado limitante y muy complejo con el que no tienes que cargar en solitario.


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  • Otiñano, M. I., Ponce, I. M., Fornós, G. M., & Laín, M. M. (2015). Comportamiento adictivo e inestabilidad emocional: a propósito de un caso. Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatría de enlace, (115), 32-40.

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