¿Sabes quién eres?

¿Sabes quién eres?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 23 agosto, 2023

Sin dudas, eres un ser maravilloso, lleno de luz, con más atributos de los que consideraste alguna vez, imprescindible para varias personas, interesante, con buenas intensiones, con cientos de virtudes. Esto es un poco difícil verlo con nuestros propios ojos, sobre todo si estamos tristes o deprimidos.

Sin embargo, es preciso que mires a tu ser desde la perspectiva de otra persona, como puede ser tu pareja, tu madre, tu mejor amigo. Ellos sin dudas te ven de una forma muy diferente. La persona más hermosa del mundo, el más bueno, el que siempre está presente para escuchar, etc.

Un excelente ejercicio que puedes hacer para fortalecer tu sentido de ser es preguntarte ¿quién creo que soy? Seguramente nunca te has puesto a pensar en ello. Si te animas, consulta a las personas que te rodean ¿qué soy? Ellos podrán decirte una cantidad infinita de adjetivos que te califican, desde madre a cansado, pasando por religioso a sobreprotector, estudiante o francés, etc. Te darás cuenta así que hay muchas maneras para identificarte como individuo.

Sin dudas será una lección que nunca olvidarás. Es que el sentido de ti mismo es lo que te mantiene conectado con la tierra y determina cuál es el papel que tienes asignado, para qué estás aquí, etc. Una de las primeras cosas que se pierden cuando tenemos mucho trabajo o estamos estresados es esa conexión, nos olvidamos de lo que realmente es importante en el camino de la auto realización y aumentamos en demasía la carga en nuestras espaldas.

La vida no tiene por qué ser así, aunque es cierto que los simples mortales necesitamos trabajar, no es lo único que importa durante nuestra existencia. Te dará más satisfacción pasar una tarde con tus hijos en el parque que encerrado en la oficina haciendo horas extra. Ellos lo agradecerán más.

Haz una lista con tus atributos

Tal vez pienses que con un pequeño trocito de papel te alcanzará para hacer una lista con todas tus habilidades. Eso no es cierto, en lo absoluto. Tienes tantas cosas buenas para anotar que no te alcanzará la hoja que has destinado para este ejercicio.

Comienza la lista de la manera más objetiva posible, no te mientas a ti mismo. Ten en cuenta tus roles en la sociedad, tu ocupación, tu religión, tu nacionalidad, tu origen étnico, tus pasatiempos, tus intereses, tus gustos, tus actividades, etc. Todo lo que te define como ser humano y que puede ser visto por los demás por sólo verte o hablar un rato contigo.

Pero además, esta lista debe contener las virtudes “internas”, eso que sabes tú y los que te rodean o frecuentas a menudo. Algo te describa no quiere decir que te defina, no lo olvides. Si en este momento tienes un empleo de cajero del mercado porque el lo único que te permite pagar las cuentas no lo anotes en el listado, porque no te está definiendo, sino que es una circunstancia. Lo que si te define es tu amor por la música o por la poesía, por ejemplo. Aunque también puedes encontrar algo más allá de tu puesto, como por ejemplo, darte cuenta que te gusta hablar con la gente, preguntarles como están o hasta sacarles una sonrisa con un cumplido. Eso si es una virtud.

Debes ser honesto contigo mismo en esta lista. Nadie tiene por qué verla, así que no te mientas. No todo lo que escribas tiene que ser halagador o una habilidad. Si eres muy celoso, peleador o nervioso, también anótalo. Si tienes sobrepeso, también.

Es que una parte de este trabajo es poder arreglar o solucionar aquello que puede hacerte daño, tanto a ti como a tus seres queridos o al vecino de al lado. También es necesario que elimines todo aquello que no aporta nada positivo a tu vida, como ser una adicción (al tabaco, al alcohol, al trabajo, etc).

Tal vez hasta te encuentres en un punto donde no puedas expresar con palabras eso que te define, sino con alguna acción puntual. Puede ser “nunca usaría un vestido de color amarillo”, “siempre me pierdo en el aparcamiento del supermercado”, “dejo buenas propinas en el restaurante”, “me gusta ayudar a los animales”, etc.

El momento adecuado para hacer esta lista lo tienes que decidir tú. Una buena idea es que sea durante el fin de semana, en tus vacaciones o en un día libre que tengas. No es preciso que la armes a una hora determinada ni que te tome una cantidad de tiempo. Cada uno maneja sus emociones, sus actividades y sus minutos en esta vida.

Una vez que ya la hayas terminado (o eso pienses), guárdala en un sitio donde la puedas ver cuando quieras, como en la mesa de noche o en el cajón del escritorio. Cada algún tiempo es bueno que le eches un vistazo para ver qué has cambiado y si hay algo que puedas añadir. Seguro podrás quitar algún ítem (si ya no fumas más, si dejaste de ser tan celoso con tu pareja, si bajaste algunos kilos, etc).

Pónte a trabajar lo antes posible con esta lista, que te permitirá cambiar mucho como persona, ser más feliz, volver a los orígenes, conectarte con lo que realmente importa y tener los pies bien puestos sobre la tierra.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.