Las 21 fantasías sexuales más comunes

¿Cuáles son las fantasías sexuales más frecuentes? ¿Practicar sexo en público? ¿Imaginarnos con nuestro ex? ¡Conoce las respuestas!
Las 21 fantasías sexuales más comunes
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 06 febrero, 2024

Las fantasías sexuales son un componente central de la sexualidad. Aunque a veces se perciben como un tabú, lo cierto es que la mayoría las desarrolla con independencia de su sexo, su género, su orientación sexual o su identidad sexual. Hoy analizamos las fantasías sexuales más comunes y algunas curiosidades en torno a ellas.

Se piensa que las fantasías son universales; esto es, que son independientes de la cultura o la sociedad donde se viva. No es algo exclusivo de los hombres, no hay nada de malo en tenerlas y su intención no siempre es «volverse realidad». Derrumbamos algunos mitos en torno a ellas, las definimos y recopilamos las más frecuentes.

«Una sexualidad libre y placentera puede aportar a nuestras vidas una buena cantidad de disfrute y placer inofensivos».

-Albert Ellis-

¿Qué es una fantasía sexual?

En términos muy simples, una fantasía sexual es una imagen mental que evoca una idea o componente erótico capaz de promover o aumentar el deseo sexual. Puede crearse desde la imaginación o con base en los recuerdos de una persona. De igual manera, se puede desencadenar a raíz de un estímulo externo o manifestarse de forma autónoma.

Las fantasías varían en función del género, el sexo, la cultura, la religión y otras variables. Pese a ello, la mayor parte de las personas las experimenta de manera ocasional o recurrente. Contrario al estigma social que se tiene desde algunos sectores, en realidad ayudan a mejorar la sexualidad.

De forma general, las fantasías sexuales se mantienen casi siempre en el plano imaginativo. Esto no quiere decir que no se puedan volver realidad, o que el sujeto no lo desee, sino que lo que las hace atractivas e interesantes es que sean en cierto grado inalcanzables. No siempre se relacionan con las parafilias, un error común al momento de pensar en ellas.



Las fantasías sexuales más comunes que debes conocer

Las fantasías sexuales son independientes del comportamiento de una persona en su realidad material. No hay nada de malo con ellas, esto al menos cuando no se interponen con el bienestar propio y ajeno. Tampoco están relacionadas con la adicción al sexo, ya que como destacamos forman parte de una sexualidad saludable.

Sin mayor preámbulo, te dejamos con fantasías sexuales más comunes entre la población general:

1. Practicar sexo con una expareja

De todo el catálogo de fantasías sexuales disponibles, es probable que esta sea la más frecuente. Practicar sexo con una expareja, estando o no en una nueva relación, supera a la mayoría de los deseos de nuestra lista. A menudo, pero no siempre, se manifiesta a través de sueños eróticos.

2. Recrear una escena

Recrear una escena sexual vista en una película para adultos o en una película erótica es otra de las fantasías sexuales más comunes. Está relacionada con la interpretación de juegos de roles en el sexo.

3. Tener sexo con un famoso

Con base en la idea de «inalcanzable» que ya hemos mencionado, tener sexo con un famoso es otro de los pensamientos sexuales más frecuentes. Actores, cantantes, músicos y modelos forman parte del ideario sexual de millones de personas en todo el mundo.

4. Sexo con la pareja actual

Cuando aún no se ha consumado la unión sexual, es común fantasear con el primer encuentro que se tendrá con aquella persona con quien se ha empezado a salir. Téngase presente acá la definición que hemos dado al inicio, un ejemplo de que no todas las fantasías son atípicas o asociadas con comportamientos parafílicos.

5. Sexo con una persona desconocida

El morbo hacia lo desconocido influye mucho aquí. Practicar sexo casual con alguien a quien no se conoce en absoluto despierta interés, excitación y atracción en buena parte de las personas. De hecho, es algo que forma parte del imaginario de relatos eróticos, películas, novelas y demás.

6. Romance con un compañero de trabajo

Los amores idealizados con los colegas del trabajo son un clásico, de modo que no escapan de las fantasías sexuales más comunes. La fantasía puede ser con un compañero de igual estatus o con un superior. Dado que estos últimos reúnen cierto grado de poder o autoridad, se suelen idealizar más que los primeros.

7. Sexo con un amigo

No hace falta ir «tan lejos» con desconocidos, ni tan cerca con nuestra actual pareja. La realidad es que otra fantasía sexual es imaginarse teniendo sexo con un amigo. Se manifiesta con independencia de que en la actualidad se esté o no en una relación estable.

8. Trío sexual (o sexo en grupo)

Es la fantasía sexual que corona la imagen de nuestro artículo, y lo es por una muy buena razón. La ilusión de tener sexo con tres o más personas, como bien se informa a través de Healthcare, es muy popular entre las personas. La fantasía puede involucrar encuentros heterosexuales u homosexuales.

9. Sexo público

Se manifiesta de muchas formas, entre ellas tener sexo en un automóvil. La posibilidad de que los observen o de quebrantar la ley le suma un extra de peligrosidad. Cuando los pensamientos alteran el bienestar de las personas, o son incontrolables, se habla de exhibicionismo.

10. Mantener sexo con un policía

Como en otros casos, esta ilusión está relacionada con el morbo hacia la autoridad, hacia los límites, hacia el poder o hacia el uniforme. A propósito de esto último, las fantasías sexuales que involucran trabajos relacionados con un uniforme (bomberos, vigilantes, militares y demás) son típicas en la mayoría de las culturas.



11. Observar a una pareja tener sexo

El rol de observador genera placer en muchos, de manera que también es una de las fantasías sexuales más comunes. Cuando se convierte en un fetiche sexual se denomina voyerismo, aunque este último engloba otras cosas. Por ejemplo, observar a una persona desnuda.

12. Explorar la privación sensorial

Por ejemplo, a través del vendaje de los ojos. Es cierto que es una práctica frecuente en muchos encuentros, y lo es por la razón de que es una de las fantasías sexuales más comunes. La privación sensorial relega autoridad y poder al otro, ya que se adopta una posición vulnerable al «perder» uno o varios sentidos.

13. Adoptar un rol sumiso o ser dominado

El contraste dominar/ser dominado está presente en el sexo de manera explícita o implícita, pero hay quienes lo desean llevar a un siguiente nivel.

Esto es, que la otra parte tome el control absoluto del acto, con frecuencia a través de objetos (grilletes para las manos, cuerdas y demás). En función de la intensidad de la fantasía o de sus características, puede calificar para BDSM.

14. Hacer cosplay en la cama

Es similar al juego de roles, solo que en este caso se representa un personaje en específico. Los protagonistas de series, películas o videojuegos son los más idealizados, aunque en la práctica se puede hacer cosplay de cualquier cosa.

15. Recibir o dar sexo oral

En especial cuando el acto involucra ajustes o desviaciones del modo convencional en que se practica. Por ejemplo, cambiando el lugar, las personas y demás. La fantasía no tiene que estar involucrada con la pareja actual, puede estarlo también con una expareja, un amigo, un colega del trabajo, un vecino y demás.

16. Practicar sexo anal

Quizá en parte por el tabú que aún persiste en la sociedad, el sexo anal se cuenta entre las fantasías sexuales más informadas en las encuestas. No es una fantasía exclusiva de los hombres, como suele pensarse, sino que las mujeres la suelen desarrollar con frecuencia.

17. Tener sexo con un profesor

Como muchas de nuestra lista, esta fantasía forma parte de la cultura popular. En efecto, en libros, películas, series y mucho más se cuenta el romance entre un estudiante y su profesor.

Estas representaciones artísticas no hacen más que reflejar el deseo común de buena parte de la población: tener un encuentro sexual con una figura a la que se tiene respeto, admiración y que cuenta con cierto nivel de poder.

18. Tener sexo con alguien mayor

Tanto hombres como mujeres fantasean con tener sexo con una persona mayor. Pese a que es más usual durante la adolescencia y la adultez temprana, en general persiste durante la vida sexual de las personas. Tiene su contraparte: el deseo de un encuentro sexual con alguien más joven.

19. Recibir un masaje sexual

Los masajes sexuales con «finales felices» forman parte del ideario sexual. En realidad, muchos fantasean con el erotismo, la pasión o el romance que hay detrás de la acción. Como en otros casos, es compatible con las demás fantasías de esta lista (que lo haga una expareja, por ejemplo).

20. Practicar cuckolding

Esta práctica se puede llegar a confundir con el voyerismo, en realidad es diferente. El cuckolding consiste en observar cómo la propia pareja tiene relaciones sexuales con alguien más, la mayor parte del tiempo sin participar en el acto. Forma parte de las prácticas dentro de la no monogamia consensuada.

21. Tener experiencias con el mismo sexo o género

Términos como flexión de género (gender bender), homoerotismo, intercambio de género (gender swap) y muchos otros se circunscriben dentro de esta fantasía. Puede incluir la práctica sexual convencional o el uso de cosplay o juego de roles.

Ajustes durante los pensamientos y las fantasías sexuales

Dado que forman parte del aparato creativo, no es extraño descubrir que las personas hacen ajustes de sí mismos o de los demás durante una fantasía. De acuerdo con el libro Tell me what you want: The science of sexual desire and how it can help you improve your sex life (2018), durante estas suele ocurrir lo siguiente:

  • Los hombres suelen fantasear con una versión más joven de sí mismos. Las mujeres hacen lo contrario: se visualizan un par de años en el futuro.
  • Los hombres son propensos a cambiar la forma y el tamaño de sus genitales durante las experiencias. Por su parte, las mujeres tienden a cambiar su cuerpo en general.
  • En mujeres y hombres introvertidos, la personalidad suele manifestar un ajuste más abierto o extrovertido en la ensoñación.
  • Según Justin Lehmiller, autor del libro, las mujeres acostumbran a asumir un rol más dominante y los hombres uno más sumiso de lo que se piensa. Esto es, no es infrecuente que asuman estas posturas.

Las fantasías sexuales y los conflictos psicológicos

A pesar de que en los últimos años la sexualidad se ha despojado de sus tabúes, las fantasías sexuales todavía siguen generando vergüenza. Tanto así que pueden ser una fuente de malestar en quien las imagina. Entre otras cosas, esto suele ocurrir cuando existe un conflicto entre el deseo y la moral aprendida.

En estos casos, conviene analizar la causa de dicho malestar. Una forma de hacerlo es revisando el código moral y las creencias, también comprendiendo que no hay nada de malo en ellas. No obstante, habrá casos en los que resulte necesario y beneficioso acudir a un especialista si así se desea.

Asimismo, es pertinente mencionar que las fantasías sexuales pueden convertirse en patológicas si afectan la vida del individuo o si son su única forma de llegar al orgasmo. En estos casos, también es fundamental asistir con un profesional. Ten en cuenta que el objetivo es poder gozar de una libertad sexual sin perjudicar a los demás, ni a nosotros mismos.


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