Voyerismo: ¿en qué consiste?

El voyerismo es la tendencia a excitarse observando a otros desnudándose o practicando sexo, y es más frecuente entre hombres que entre mujeres.
Voyerismo: ¿en qué consiste?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 21 abril, 2021

En el ámbito del sexo y la sexualidad la variedad está asegurada, y es que no a todos nos gusta lo mismo ni nos excita lo mismo. Las parafilias se definen como la excitación sexual ante situaciones o actividades inusuales. Sin embargo, cuando existe un sufrimiento o un daño ocasionado a otros, ya no hablamos de parafilias sino de trastornos parafílicos en los que se puede enmarcar el voyerismo.

Es importante diferenciar aquí el voyerismo como una parafilia (no patológica), que consiste en observar a otra persona (o grupo de personas) estando desnuda o durante sus relaciones sexuales, porque esto genera excitación, del trastorno parafílico. En el segundo caso, existe sufrimiento, malestar o interferencia en la vida de la persona.

Según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales), la prevalencia del trastorno de voyerismo es desconocida. Sin embargo, según los estudios que se basan en muestras no clínicas de actos sexuales voyerísticos, la máxima prevalencia posible de este trastorno, a lo largo de la vida, es del 12 % en hombres y del 4 % en mujeres.

Hombre practicando el voyerismo

Parafilias y trastornos parafílicos

El voyerismo como trastorno se clasifica en el DSM-5 como un trastorno parafílico. Es importante diferenciar aquí los trastornos parafílicos de las parafilias.

La parafilia se define como “un patrón de comportamiento sexual a objetos, situaciones, actividades o individuos atípicos”. En cambio, el trastorno parafílico ya implica una alteración psicológica. Tal y como se afirma en el propio manual, las parafilias no son en sí mismas trastornos mentales. La parafilia sería necesaria, pero no suficiente para tener un trastorno parafílico.

En principio, la parafilia no justificaría una intervención clínica de forma automática. Así, el criterio para hablar de trastorno parafílico va a ser el sufrimiento/daño para el individuo o que la satisfacción de la misma genere daño o riesgo de daño a los otros.

Voyerismo: ¿en qué consiste?

Como decíamos, el voyerismo se clasifica como un trastorno parafílico. Sin embargo, en el lenguaje común se suele utilizar de manera indistinta el concepto de voyerismo como parafilia y como trastorno parafílico. Es decir, se suele hablar de voyerismo como la tendencia a experimentar excitación sexual al observar a desconocidos desnudos o practicando sexo (sin que existe sufrimiento o interferencia en la vida diaria).

Sin embargo, cuando esta tendencia causa malestar significativo en la persona o un deterioro en su funcionamiento diario, entonces hablamos del voyerismo como trastorno parafílico, que es el que abordaremos en este artículo.

También hablamos de trastorno parafílico cuando, aun no existiendo sufrimiento en la persona que lo manifiesta, esta ha cumplido sus deseos sexuales (o fantasías) observando a otro desnudo y/o practicando sexo sin su consentimiento. Es decir, sin su consentimiento para observar.

Voyerismo como trastorno parafílico: criterios

Según el DSM-5, los criterios para poder diagnosticar un trastorno de voyerismo son los siguientes:

Excitación derivada de la observación de los demás

Se debe producir, durante un período mínimo de 6 meses, una excitación sexual intensa y recurrente, que deriva de la observación de una persona desprevenida que está desnuda, desnudándose o dedicada a una actividad sexual.

Esta excitación se manifiesta por fantasías, deseos irrefrenables o comportamientos.

No consentimiento del observado/sufrimiento

Además, el sujeto con voyerismo ha cumplido dichos deseos sexuales irrefrenables con una persona que no ha dado su consentimiento, o los deseos irrefrenables o fantasías causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

Mayoría de edad

Finalmente, otro criterio para poder diagnosticar un trastorno de voyerismo es que la persona que experimenta la excitación y/o que actúa con un deseo irrefrenable tiene, al menos, 18 años.

Mira de una puerta por la que se ve una pareja teniendo relaciones sexuales

Voyerismo en la CIE-10

El voyerismo también se encuentra como diagnóstico oficial en la CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades). Pero en este caso el nombre que recibe es otro: escoptofilia. Para poder diagnosticarse escoptofilia, según la CIE-10, primero deben cumplirse los criterios generales de los trastornos de la inclinación sexual (trastornos parafílicos), que son:

  • La persona experimenta impulsos sexuales y fantasías de carácter recurrente e intenso que implican objetos y actividades inusuales.
  • El sujeto actúa de acuerdo a estos impulsos o siente un marcado malestar a causa de estos.
  • Esta tendencia se presenta al menos durante 6 meses (el criterio temporal coincide con el DSM-5).

La escoptofilia o trastorno de voyerismo

En el caso concreto del voyerismo o escoptofilia, aparece una inclinación persistente o recurrente a mirar a personas realizando actividades sexuales o íntimas. Estas incluyen: desnudarse, practicar sexo… Observar este tipo de situaciones produce en la persona con voyerismo excitación sexual y masturbación.

Finalmente, otro criterio de la CIE-10 para hablar de voyerismo es que no existe deseo de relación sexual con las personas observadas (criterio que no aparece en el DSM-5).

Lo que le excita a la persona es observar a otras manteniendo relaciones sexuales o estando desnudas, pero en principio no quiere practicar sexo con ellas.

En general, en el lenguaje cotidiano, cuando se habla de voyerismo no se habla de una patología, sino de un placer o excitación al observar a otros (generalmente, sin que estos lo sepan) desnudándose o practicando sexo. Sin embargo, el voyerismo puede convertirse en un trastorno parafílico (trastorno de voyerismo o escoptofilia) cuando genera sufrimiento en la persona.

“Hay menos maneras de hacer el amor de lo que se dice, pero más de lo que se cree”.

-Colette-


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  • American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
  • Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen I y II. Madrid: McGraw-Hill.
  • OMS: CIE-10. (1992). Trastornos Mentales y del Comportamiento. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades. Descripciones Clínicas y pautas para el diagnóstico. Organización Mundial de la Salud, Ginebra.

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