¿Qué es el amor?

El amor, a pesar de ser uno de los sentimientos más estudiados, sigue siendo el menos entendido. ¿Qué es el amor ¿Qué nos dice la ciencia? ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el amor?
Maria Fátima Seppi Vinuales

Revisado y aprobado por la psicóloga Maria Fátima Seppi Vinuales.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 17 octubre, 2023

¿Qué es el amor? ¿Cómo definir ese sentimiento tan complejo y contradictorio, que al mismo tiempo nos hace sentir tan vivos y fascinados? No puede observarse bajo un microscopio. Sin embargo, hay quienes lo definen en términos químicos y también quienes hacen poesía de él.

Decía Mahatma Gandhi que «donde hay amor hay vida». Esta es, sin duda, una de las definiciones más sencillas pero realistas. Esta emoción es la que nutre al bebé que acaba de nacer, la que nos ayuda a crecer, la que nos hace sentir parte de un grupo social. El amor, por así decirlo, nos sitúa en el mundo, pues es inspiración, pasión, confianza, respeto y compromiso.

La mayoría lo ha sentido alguna vez, pero poder explicarlo sigue siendo una cuenta pendiente. Sin embargo, a través de este artículo exploraremos las diferentes perspectivas sobre el amor y cómo ha sido entendido en diferentes campos.

El amor nos elige

Canciones de amor… todos tenemos nuestras preferidas, y en ellas se nos intenta explicar qué es y qué implica este sentimiento y, sobre todo, lo que nos produce: felicidad, desdicha, inspiración, pasión. Esas letras nos hablan de amores no correspondidos, e incluso de sus tipologías (el interesado, el romántico, el eterno o el amistoso).

«El amor es algo ardiente que forma un anillo de fuego…»

~ Johnny Cash ~

Si ya has estado o estás enamorado, sabrás de sobra cómo se siente el amor, aunque no puedas expresar una definición que abarque todos sus matices. Sin embargo, hay algo que la mayoría sabemos y es que no siempre somos libres de enamorarnos de quien de verdad desearíamos. Por decirlo de otro modo: el amor nos elige. Y esa elección puede ser la apropiada o, por el contrario, traernos más sufrimiento que dicha.

¿Por qué tenemos tan poco control en materia afectiva, por qué no podemos ser más objetivos y racionales? ¿Qué subyace al fenómeno de la atracción?

El amor desde la biología

En el amor existe cierto componente biológico. Todos hemos oído hablar de esa tormenta química conformada por neurotransmisores como la dopamina, la serotonina, la oxitocina. Ahora bien, tampoco podemos dejar de lado la cultura y el peso de la sociedad como mecanismo de influencia.

Cuando estamos enamorados se activan regiones cerebrales relacionadas con la recompensa y la motivación, como el hipocampo, el hipotálamo y el córtex del cíngulo anterior. Adicional a esto, la oxitocina y la vasopresina, producidas bajo el efecto del enamoramiento, estimulan la liberación de dopamina y nos generan sensaciones placenteras asociadas a la persona amada, su presencia y sus recuerdos.

Este cóctel neuroquímico, que nos hace sentir tan a gusto cuando estamos empezando una relación, también es la causa de los malestares emocionales que aparecen tras la ruptura.

Helen Fisher y la neurobiología del amor

Helen Fisher​ es una conocida antropóloga y bióloga que estudia el comportamiento humano. Sus trabajos son conocidos en todo el mundo por traernos una visión alternativa e interesante sobre lo que es el amor. A continuación, dejamos un resumen de sus ideas y reflexiones más importantes:

  • El amor es un poderoso sistema de motivación. Es un impulso básico que nos permite satisfacer una serie de necesidades.
  • La principal necesidad es la de sentirnos amados. Esa ansia es más intensa que la propia sexualidad. Así, Helen Fisher, explica que este deseo vital del ser humano constituye lo que conocemos como «amor romántico» y se trata de toda una serie de dinámicas emocionales caracterizadas por la motivación, el deseo de vinculación y las ganas por compartir los proyectos de vida con alguien.
  • El impulso sexual es otro de esos motivantes. Haciendo referencia a la búsqueda del placer, de la autosatisfacción.
  • El tercer objetivo del amor desde esta perspectiva neurobiológica es el apego. Abordando este concepto como la aspiración para obtener calma y seguridad al lado de alguien, y como la evolución del amor romántico para alcanzar la estabilidad y evolucionar como pareja.

El amor desde la psicología

Desde esta disciplina científica el amor se entiende como una experiencia afectiva conformada por un conjunto de variables muy concretas: necesidad de vinculación, necesidades de intimidad, pasión y sexualidad. Todos esos principios quedan recogidos en la teoría triangular de Sternberg.

En su libro, publicado en 1986, Robert Sternberg, profesor de la Universidad de Yale, dio una primera definición psicológica sobre las dinámicas que edifican una relación de pareja.

  • Intimidad: son los sentimientos que promueven el acercamiento, la conexión y la construcción del vínculo. Es la aceptación del otro, sumada a la confianza y el cariño que se establece con esa persona especial.
  • Pasión: es el deseo, pero no solo en el aspecto físico y sexual, sino también con todo el componente neuroquímico que de ello se deriva. La pasión también se expresa mediante la admiración del otro, donde surge el afecto más profundo y la necesidad de estar cerca de la persona amada.
  • Compromiso: es la decisión expresa y auténtica de construir un proyecto con la otra persona. Es serle fiel, y saber erigir un presente y un futuro donde se lleven a cabo actividades en común. Es crear un «nosotros», un espacio propio donde consolidar la relación.

Estas tres dimensiones pueden formar diferentes combinaciones que, de acuerdo con Sternberg, dan lugar a siete estilos de relación afectiva:

  • Cariño: suele estar presente en las relaciones de amistad. Implica intimidad sin pasión y con una forma diferente de compromiso.
  • Encaprichamiento: se refiere a relaciones pasajeras y poco significativas. En estas suele existir pasión, pero no intimidad ni compromiso.
  • Amor vacío: puede tratarse de relaciones construidas desde el interés y el egoísmo. En este tipo de relaciones suele haber compromiso sin pasión ni intimidad.
  • Amor romántico: se trata de parejas en las que hay una fuerte presencia de pasión e intimidad, pero en las que luego de un tiempo no aparece compromiso.
  • Amor sociable: suele aparecer en relaciones muy largas, pues hay intimidad y compromiso; sin embargo, ya parece haberse extinguido la pasión.
  • Amor fatuo: en el amor fatuo hay pasión y compromiso, pero no intimidad. Es posible que sean dos personas que se gustan y quieran estar juntas, no obstante no tienen muchas cosas en común para construir afinidades.
  • Amor consumado: es el amor en el que se combinan los tres elementos: intimidad, pasión y compromiso.


El amor desde la filosofía

La idea del amor ha sido discutida y reimaginada por muchos filósofos a través del tiempo. Cada uno ha presentado su propia perspectiva única, te compartimos algunas de las posturas más representativas.

  • Platón: en sus textos, El banquete y Fedro, ve el amor como una aspiración hacia lo inmaterial, un anhelo de alcanzar la verdadera belleza más allá de lo físico.
  • Aristóteles: mientras que Platón veía el amor como una aspiración hacia lo inmaterial, Aristóteles enfocó su atención en la amistad (philia) como una forma esencial de amor. Distinguió entre varios tipos de amistad con base en la reciprocidad y la virtud.
  • San Agustín: este filósofo cristiano escribió extensamente sobre el amor desde una perspectiva teológica. Para él, el amor divino (caritas), era el centro de la ética cristiana y se contraponía al amor egoísta (cupiditas).
  • Baruch Spinoza: consideraba que todas las emociones tenían su raíz en el deseo. En esta línea, definía el amor como un sentimiento de gozo que surge de la idea de un agente externo como su causa.
  • Georg Wilhelm Friedrich Hegel: concebía el amor absoluto como un proceso donde el individuo se ve reflejado en otro ser distinto a sí mismo.
  • Arthur Schopenhauer: según él, el amor es impulso dictado por el instinto sexual, que nos lleva a sentir atraídos hacia otra persona.
  • Erich Fromm: este psicoanalista y filósofo social exploró la naturaleza del amor en su libro El Arte de Amar, donde defendió la idea de que el amor es un arte que debe ser aprendido y practicado.
  • Zygmunt Bauman: acuñó el término Amor líquido para describir las relaciones efímeras y superficiales de la era posmoderna, las cuales están marcadas por el individualismo y la falta de compromiso.

El amor desde la sociología

Según una publicación de Acta sociológica, desde esta disciplina, el amor es visto como una construcción cultural que se transforma con el paso del tiempo y que las personas emplean para dar sentido a sus experiencias afectivas.

La cultura determina el amor en términos de sentimiento, rito y comunicación. Las diferencias radican en cómo lo hacen. Georg Simmel fue uno de los primeros sociólogos en abordar esta perspectiva. Mientras que, para autores como Comte y Durkheim, este sentimiento tiene un papel crucial en la generación de vínculos sociales, especialmente en relación con la familia y la pareja conyugal.

Para esta disciplina, aunque este sentimiento puede tener una base neuronal y biológica, es fundamentalmente un fenómeno social. Por lo tanto, el amor está ligado a la estructura, evolución y problemas de la sociedad en la que emerge. Es una construcción colectiva que refleja y, a su vez, influye en la forma en que las personas se relacionan entre sí.

El amor desde la perspectiva griega

Los griegos también especularon sobre qué era el amor. Ellos clasificaron este sentimiento en philia, storge, eros y ágape. Veamos cada uno de ellos.

Eros

Se caracteriza por la atracción física y la sensualidad. Es un tipo amor basado en la pasión y el deseo. Por lo general, se siente como una intensa atracción sexual y una necesidad irresistible de estar cerca de la persona amada.

Philia

Su cualidad principal es la conexión emocional y la amistad a entre dos personas. Es un amor orientado por la confianza, el respeto, la lealtad y la empatía. A menudo, se vive en relaciones de larga duración, como amistades o relaciones familiares.

Ágape

De lo cuatro tipos de amor griegos, este es el más desinteresado, altruista y compasivo. Está relacionado con el cariño y la ternura. Se puede sentir por una persona, la naturaleza o lo divino. Su expresión no tiene fronteras de género o de culturas.

Storge

Es el amor que se desarrolla entre los miembros de una familia. A diferencia de otros tipos de amor, no se basa en la pasión, sino en la conexión y la familiaridad, donde es crucial en el apoyo mutuo y la incondicionalidad.



El amor, los prejuicios y las implicaciones sociales

¿Qué pasa si tienes ya cuarenta años y te sigue entusiasmando el ideal del amor puro? Seguramente te crean un iluso, se burlen de ti o te digan que deberías ser más realista. Detente un momento: esa es tu realidad. Es un completo error negar lo que eres o lo que sientes por los prejuicios de los demás.

Históricamente, ha existido una tendencia a catalogar cómo deberíamos relacionarnos entre géneros. De hecho, en muchos lugares, el amor sigue siendo tratado como un tabú, especialmente cuando se trata de diversas orientaciones sexuales.

¿Qué implicación tiene esto? Que seguimos derivando en los mismos errores. Se sigue estableciendo cuál es el modo correcto de querer y desear, y con ello cercenamos el amor en todas sus maneras. Negamos, por ejemplo, hechos como que las personas con discapacidad también tiene sus necesidades afectivas y sexuales. O no queremos ver que el amor y la sexualidad está presente también en la tercera edad.

¿Qué NO es el amor?

Como ya hemos visto, definir qué es el amor es algo complejo. Esto nos ha llevado a confundirlo con otros sentimientos y expresiones que no corresponden al amor verdadero. De esta forma, te mostramos una lista de manifestaciones que deberías evitar en todas tus relaciones.

1. Dependencia emocional

Ocurre cuando uno de los miembros de la relación presenta una fuerte necesidad de estar en continuo contacto con el otro. De esta manera, su bienestar y felicidad solo depende de la presencia de la otra persona. Además, tienen miedo a que el vínculo se acabe.

2. Celos

Hay una creencia popular que expresa que «si no te cela, entonces no te ama». Esto es falso. Los celos son producto de la propia inseguridad, de no sentirse suficiente para la otra persona. Esto suele generar intentos de control hacia el otro, lo que termina afectando la calidad del vínculo.

3. Posesión

También es común pensar que la persona que amamos nos pertenece. De esta forma, se generan conductas de control hacia el otro, así como también, se permite el control sobre uno mismo. Esto definitivamente no es amor.

4. Manipulación

Esta es otra forma de ejercer control sobre el otro y tampoco es amor. En este caso se utiliza el chantaje emocional para lograr una respuesta esperada en el otro. Recuerda que el amor implica aceptar la propia libertad y la del otro.

Cómo demostrar amor

Existen varias formas de manifestarle amor a otra persona, en especial si es nuestra pareja. Veamos algunas maneras concretas de hacerlo para que el otro se sienta apreciado de verdad.

1. Respetar los límites

Conocer y respetar los límites de alguien, ya sean emocionales, físicos o mentales, muestra que valoramos y honramos sus necesidades y deseos.

2. Expresar cariño

No solo hay que limitarse a decir «te amo», también se pueden usar otras maneras. Por ejemplo, incluir frases que tocan el alma, incluso, simples preguntas que muestran preocupación como: «¿Cómo te fue hoy?».

3. Hacer obsequios significativos

No necesariamente deben ser objetos. Pequeños detalles, como escribir un mensaje cariñoso o preparar una cena especial, son manifestaciones de que valoramos y atendemos a la otra persona.

4. Promover el crecimiento personal

Promover el desarrollo y la autorrealización de la otra persona es un gesto enorme de amor. Son de mucho provecho planes como invitarla a talleres, conferencias, convidarla a leer, a aprender una nueva habilidad, o a cualquier otra actividad que le ayude a crecer personal y profesionalmente.

5. Tener contacto y cercanía

El contacto humano es esencial para nosotros como seres intrínsecamente sociables. Momentos como acariciar, dar un abrazo, un beso o simplemente caminar tomados de la mano son formas preciosas de manifestar nuestro afecto.

6. Invertir tiempo

Dedicar tiempo de calidad es vital para alimentar las relaciones. Significa hacer planes especiales o crear momentos en los cuales el tiempo compartido se ve como un enriquecimiento mutuo.

7. Ayudar

Se refiere a los actos que hacemos para aliviar o ayudar en las responsabilidades del otro, extendiendo nuestra mano en forma de apoyo.

8. Escuchar

Prestarle atención al ser amado cuando habla es otra forma de expresar amor. Con la escucha activa le demostramos a la otra persona que nos importa y que lo que siente, piensa y hace es relevante para nosotros.

El verdadero significado del amor

El amor supone una gran entrega, pero sin perder la identidad. El amor es compartir, aprender, descubrir. Se suele decir a alguien que ha acabado una relación de pareja, que hay muchos peces en el mar. Podríamos, incluso, añadir algo más, hay muchos mares con peces. Pero el amor no entiende de idiomas, colores, ideologías, edades o sexos y nos termina eligiendo. No seas tú el que lo aleje por prejuicios, miedos o mitos encubiertos en frases de amor

Así que, si aún no has encontrado a «tu príncipe azul», o quizás crees que «a las mujeres no hay quien nos entienda» o que «somos demasiado complicadas» puede que quizás estés adoptando una perspectiva equivocada. Abre tu mente y vive, el amor puede encontrarte en el lugar menos esperado.

Para terminar, el amor es uno de los sentimientos humanos más importantes. Aunque aún se discute si es algo biológico o cultural, la experiencia cotidiana nos muestra que lo más probable es que ambos factores jueguen un papel crucial en nuestras vivencias amorosas. El modo en que los expresamos y vivimos demuestra las concepciones personales que tenemos de él.


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