Lenguaje corporal: qué es, cómo funciona y formas de interpretarlo

Dicen que «el rostro es el espejo del alma» y es probable que así sea, dada la importancia que tienen las expresiones y los gestos en nuestra comunicación. Te explicamos de qué se trata este tipo de lenguaje y cómo analizarlo.
Lenguaje corporal: qué es, cómo funciona y formas de interpretarlo
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Última actualización: 09 julio, 2025

¿Sabías que mucho de lo que comunicamos no lo decimos con palabras? El lenguaje no son solo frases escritas o habladas; nuestra postura, los gestos que hacemos o el modo en que miramos dicen más de lo que creemos. Ese conjunto de señales no verbales, presentes en cada interacción, se llama lenguaje corporal.

Se trata de un tipo de comunicación no verbal con el que el cuerpo comunica emociones o intenciones, sin necesidad de hablar. De hecho, sirve como un canal adicional que puede modificar lo que se dice y añadir significado y riqueza.

Así, involucra expresiones faciales o gestos corporales, como movimientos de manos, posturas, orientación del cuerpo, gesticulaciones con los labios y cejas o distintas miradas. Algunos de ellos son gestos que acompañan a las palabras y otros son gestos que tienen un significado por sí solos y pueden reemplazar el habla.

Características del lenguaje corporal

Existen cuatro tipos de gestos: ilustradores, reguladores, emblemas y muestras de afecto. Los primeros complementan los mensajes verbales, los segundos controlan turnos en la comunicación con otros, los terceros pueden traducirse en palabras y se usan para transmitir un mensaje, mientras que los últimos son comportamientos que expresan emoción.

Teniendo eso en cuenta, algunas características que diferencian el lenguaje corporal del verbal son las siguientes:

  • Transmite emociones: el cuerpo es capaz de revelar sentimientos, como nerviosismo, ansiedad, felicidad o tristeza, con sus muestras de afecto.
  • Depende de distintos factores: la gesticulación y ampliación de los movimientos depende de si uno está sentado o parado, del contexto, del estado emocional y del grado de formalidad del momento.
  • Acompaña al lenguaje verbal: muchas veces, los ademanes y movimientos aparecen al hablar, como un refuerzo de lo que se dice. Por ejemplo, se puede asentir con la cabeza, en un gesto ilustrador mientras se dice que sí.
  • Es universal, pero también cultural: un dato curioso sobre este lenguaje es que, si bien muchos gestos o emblemas significan lo mismo en distintas culturas (como la unión del dedo índice y el pulgar para indicar «OK»), otros pueden tener sentidos muy diferentes.


¿Cuál es su importancia en la comunicación?

Esta forma de lenguaje es fundamental para comprender el sentido completo de una conversación. De hecho, el lenguaje no verbal interviene en la mayor parte de nuestras comunicaciones.

Aunque su grado de influencia en las conversaciones podría discutirse, el cuerpo suele incidir de una forma mucho más decisiva que las palabras y que el lenguaje paraverbal (lo que hacemos con la voz). Una persona puede decir que está bien, pero si evita la mirada, cruza los brazos y su postura es cerrada, el mensaje real podría ser otro.

Ser conscientes de estas señales en nosotros y en los demás mejora nuestra empatía y la capacidad para resolver conflictos.

¿Es siempre inconsciente o se puede controlar?

Gran parte de los gestos nacen de forma automática, pero también es posible controlarlos, en ocasiones, para transmitir determinadas cosas. En este sentido, es probable que los labios, las cejas y los ojos reflejen cuando alguien se siente muy triste, sin que pueda cambiar su expresión.

Sin embargo, también es posible que alguien se enfoque en mantener una postura erguida, en hacer contacto visual o en controlar la expresión facial durante una situación en la que debe mostrar atención. Así, se puede aprender a ser más consciente del cuerpo y dominar el lenguaje no verbal para generar una determinada impresión.

Ejemplos de lenguaje corporal o no verbal

A continuación, indicamos algunas interpretaciones comunes de distintas gesticulaciones. Pero debes saber que ningún gesto tiene un único sentido, sino que adquiere significado en el marco de un contexto determinado. Por eso, es difícil pensar en un diccionario de gestos con correspondencias exactas.

  • Mandíbula y ojos abiertos: sugiere sorpresa o que ocurrió un imprevisto.
  • Puño cerrado: puede considerarse como una manifestación de tensión, malestar y estrés.
  • Brazos o piernas cruzadas: puede referir que la persona está «cerrada» o menos invitada a la interacción con otros.
  • Tocarse el rostro o el cuello: reflejaría nerviosismo o inseguridad. También es una forma de autorregulación emocional.
  • Contacto visual: la mirada mutua puede interpretarse como simpatía por la otra persona o intimidad en ciertos contextos.
  • Tirarse de las mangas: cubrirse parte de la mano con las mangas podría expresar voluntad de pasar desapercibido o inferioridad.
  • Asentir: se interpreta con estar de acuerdo y dar aliento, o con una escucha activa, impaciencia o ganas de que el interlocutor deje de hablar.
  • Imitación de poses o gestos de otra persona: a menudo, se hace de forma inconsciente como signo de simpatía o de disposición para cooperar.
  • Inclinación hacia adelante: una distancia más cercana a la usual podría interpretarse como interés, simpatía y apertura hacia la otra persona.
  • Manos unidas en la espalda: junto con la cabeza alta y la espalda recta, puede interpretarse como una muestra de valentía y autoridad en determinados contextos.
  • Morder o apretar los labiosestá relacionado con nerviosismo o inseguridad, con intentar contener lo que se está por decir o disimular una emoción intensa, como ansiedad o timidez.
  • Desviar la mirada: esto se interpretaría como inseguridad, timidez, sumisión o pérdida de interés, aunque según los tipos de miradas, quizás tenga una función conversacional, con el sentido de cederle la palabra al otro.
No todos los comportamientos son independientes y, a veces, pueden combinarse para formar un significado más complejo. Por ejemplo, acercarse y mirar fijo o un gesto con las manos puede indicar que la persona quiere interactuar con otra.

Cómo interpretar la comunicación corporal

Todos somos capaces de detectar ciertas emociones o actitudes en los demás, pero puede ser útil entrenar esa capacidad para leer el lenguaje no verbal. Aunque que no es posible conocer con certeza lo que otros piensan, y este análisis puede conducirte a interpretaciones equivocadas, es una manera de intentar evaluar qué sienten, qué piensan y por qué reaccionan como lo hacen. Sigue estos consejos al momento de analizar la comunicación de los demás:

  • Intenta ser objetivo: trata de no dejarte llevar por tus emociones o por lo que te conviene.
  • Sé discreto: si los demás descubren que los analizas, podrían cambiar su comportamiento y afectar tus conclusiones.
  • Entrena: observa a la gente y analiza sus movimientos. Si practicas, verás más señales y estarás más seguro de tus interpretaciones.
  • Considera el contexto: antes de sacar conclusiones sobre un gesto, ten en cuenta la personalidad de quien lo hizo y el contexto en que aparece.
  • Modera tus conclusiones: sé prudente con tus diagnósticos, ya que los gestos pueden significar muchas cosas y llevarte a conclusiones erradas.
  • No generalices: no siempre cruzarse de brazos o de piernas es sinónimo de rechazar algo. A veces, pasa porque la persona tiene frío o por costumbre.
  • Observa el conjunto: las interpretaciones varían cuando las acompañan otros ademanes. En lugar de enfocarte en un solo detalle, presta atención al conjunto del lenguaje del cuerpo y a lo que la persona está diciendo.
  • Mira los gestos repetitivos: tocarse de forma constante el rostro, mover el pie sin parar o jugar con objetos puede ser una señal de que miente o de nerviosismo. Cuanto más frecuente sea un gesto, más atención merece.

Consejos para mejorar el lenguaje no verbal

Dominar las herramientas de autoanálisis y poder controlar la forma de comunicación de manera consciente ayuda a conocerse más y comunicar lo mejor de uno mismo. Para mejorar tus habilidades no verbales, puedes tener en cuenta estas recomendaciones:

  • Usa el espejo o grabaciones: verte hablar ayuda a ser más consciente de tus gestos y mejorar tu expresividad.
  • Aprende a usar tus manos: los gestos con las manos aportan expresividad y aumentan la credibilidad de lo que se dice. También ayudan a mostrar o enseñar algo, para facilitar la explicación de las tareas.
  • Sé consciente del poder de la mirada: el contacto visual hace que la otra persona se sienta más cercana y escuchada. Por el contrario, si apartas siempre la vista, podrá interpretarlo como que no te interesa.
  • Considera tus expresiones faciales: una sonrisa transmite amabilidad, interés o cercanía; pero si es forzada, se nota en la falta de expresión en los ojos. Intenta que tu rostro acompañe lo que sientes y lo que dices, de forma genuina.
  • Presta atención a tu postura corporal: si tienes una postura abierta, con los hombros relajados y el torso hacia el otro, transmitirás confianza e interés. En cambio, si te encorvas, cruzas los brazos o giras el torso en dirección opuesta, parecerás cerrado o desinteresado, incluso sin quererlo.
  • Ten en cuenta la proxémica: cuando garantizas un cierto espacio entre tu cuerpo y el de la otra persona, según el nivel de intimidad que tengan, ayuda a que la interacción no sea incómoda ni se invada el espacio íntimo. Por el contrario, si te alejas con tu tronco hacia atrás, das una imagen de desinterés.


Nuestro cuerpo también habla

El lenguaje corporal es una forma silenciosa pero poderosa de comunicación. A veces, dice lo que no nos animamos a expresar con palabras. Por eso, prestar atención a estos mensajes no solo nos ayuda a comprender mejor a los demás, sino también a conocernos más.

No hace falta convertirse en un experto para entender esta forma de expresión. Basta con observar, escuchar con todo el cuerpo y ser más conscientes de lo que puede transmitirse con una mirada, un gesto o una postura. Así, aprender a leer el lenguaje del cuerpo puede ser la clave para crear relaciones más empáticas y honestas.


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