12 consejos para empezar de cero en la vida sin importar la edad

La incertidumbre al enfrentar lo desconocido puede generar temor al cambio, pero también abre la puerta a oportunidades de crecimiento y transformación personal que nos permiten construir una nueva versión de nosotros mismos.
12 consejos para empezar de cero en la vida sin importar la edad
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez.

Escrito por Gabriela Matamoros

Última actualización: 31 diciembre, 2024

«Hay que creer en la magia de los nuevos comienzos». Aunque esa frase suene como un cliché, no se trata de romantizar el empezar de cero en la vida. Más bien, se trata de un llamado a la resiliencia, a la capacidad de reinventarnos y dejar atrás el pasado para construir una nueva realidad.

Es cierto que el proceso puede generar incertidumbre y miedo. Pero cada día nos brinda una oportunidad para redefinir nuestros objetivos y crear un cambio positivo. Porque, seamos sinceros: tomar decisiones radicales como «me voy del país», con una maleta y poco dinero, no es tan fácil como Hollywood lo pinta. Sin embargo, quizás sentimos en ocasiones ese deseo de comenzar otra vez.

Ya sea por un trabajo que dejó de inspirarte, una ruptura amorosa, problemas familiares, la muerte de un ser amado o un momento de transición personal, estas señales serían la invitación para replantear tu camino. Entonces, ¿cómo aprovechar la coyuntura y construir una vida más plena? Aquí te lo contamos.

1. Céntrate en ti

Cuando la vida nos empuja a empezar de cero, es el momento perfecto para ponernos en primer lugar, algo que muchas veces no hacemos. Priorizarte no es un acto egoísta, sino de amor propio que te permite recuperar fuerzas y claridad para avanzar.

Tómate un momento para reflexionar sobre lo que sientes y lo que en realidad quieres. No es fácil, pero reconocer tus emociones y tus deseos es el primer paso para encontrar un camino más alineado con tus necesidades.

Un ejercicio que útil es hacerte preguntas para conocerte mejor, interrogarte sobre tus valores, deseos y aspiraciones. Por ejemplo, «¿qué cosas en mi vida me hacen sentir vivo/a?» o «¿qué me detiene de lograr lo que quiero?».

Piensa en lo que ha cambiado en tu vida y te ha llevado a este punto, no para estancarte en el pasado, sino para entender tu realidad actual. Desde allí es posible dar con soluciones y tomar decisiones más conscientes.

Ponerte como prioridad no es ignorar a los demás; es cuidar de ti para estar mejor preparado/a de cara a todo lo que venga.

2. Afronta tu duelo y despídete de tu anterior etapa

Recomenzar no significa ignorar lo que dejamos atrás, sino aprender a despedirnos de una etapa con gratitud y conciencia. Esto implica pasar por un proceso de duelo que contribuye a liberar las emociones acumuladas y dar entrada a lo nuevo. Mientras sigues adelante, es normal sentir nostalgia, dolor o miedo.

Para hacerlo de manera saludable, vívelo a tu ritmo. Medita sobre cómo esa fase te transformó y lo que aprendiste de ella. Busca apoyo social: compartir lo que sientes con amigos, familiares o un terapeuta es bueno para aliviar la carga emocional y ayudarte a encontrar claridad.

Asimismo, considera pequeños actos que marquen la gran diferencia: escribe para liberar tus emociones, crea un ritual simbólico que cierre ese capítulo o simplemente agradece lo aprendido. Estas acciones sirven para transformar el dolor en fuerza y proseguir con mayor ligereza.



3. Acepta tus emociones

En su libro Life is in the Transitions, Bruce Feiler, escritor y conferencista estadounidense, recopiló cientos de historias de personas que enfrentaron grandes cambios en la vida. Descubrió algo que nos une a todos: las transiciones son inevitables y, con ellas, llega una carga emocional intensa que debemos aprender a gestionar.

Es común el miedo, la tristeza o la vergüenza en estos momentos. Tal vez temes no saber cómo avanzar, lamentas lo que quedó atrás o te incomoda pedir ayuda. Pero el autor concluyó que experimentarlo no es debilidad, sino humanidad. Además, reconocer esto y aceptarlo es crucial para convertir el caos en oportunidad.

Permítete vivir tus sentimientos. Nómbralos, déjalos fluir y reflexiona sobre ellos. Si te abruman, prueba técnicas como la respiración consciente o el journaling para liberar lo que llevas dentro.

Por ejemplo, podrías escribir: «Hoy siento miedo porque me despidieron y no sé qué viene después, pero también sé que este es un paso hacia algo mejor». O si te invade la vergüenza, redacta: «¿Por qué me juzgo con dureza?». Este tipo de ejercicios contribuye a enfrentar la situación con valentía.

4. Examina tu sistema de valores

Nuestros valores son como mapas que guían decisiones y nos conectan con lo que en verdad importa. Sin embargo, a medida que crecemos y enfrentamos nuevas circunstancias, algunos valores cambian o evolucionan. Esto no quiere decir que lo que creías antes estuviera mal; sino que ahora necesitas redescubrir cuáles aspectos de la vida son esenciales para ti.

Por ejemplo, tal vez antes priorizabas el éxito profesional, pero ahora aprecias más el tiempo con tu familia. O quizás disfrutabas trabajar largas horas porque te hacía sentir una persona productiva, y hoy buscas actividades que te permitan cuidar de tu salud física y emocional. Estos cambios reflejan quién eres ahora y qué es lo que necesitas para sentir plenitud.

Para identificar tus valores, escribe una lista de los que consideras fundamentales y ordénalos según su importancia actual. Pregúntate lo siguiente:

  • «¿Estoy viviendo de acuerdo con los tres primeros?».
  • «¿Hay algún valor que estoy descuidando pero que es esencial para mi bienestar?».
  • «¿Qué momentos en mi vida reflejan mejor estos valores?».

Tomarte el tiempo para responder estas preguntas te da claridad; no se trata de juzgarte ni de hacer cambios radicales de inmediato. Más bien, es una oportunidad para reajustar el rumbo y asegurarte de que edificas una vida coherente con quien eres.

Además, considera redactar una declaración de visión personal. Por ejemplo: «Valoro la creatividad y el tiempo en familia. Quiero tomar decisiones que me permitan expresarme y estar presente con mis seres queridos». Este documento ayuda a tomar mejores decisiones.

5. Piensa en tu futuro y pregúntate cómo te gustaría verte

Al sentir que te abruma la incertidumbre o el miedo, haz un ejercicio simple: visualízate en el futuro, pero no desde el estrés o las dudas, sino desde un lugar de paz, satisfacción y felicidad. ¿Qué estás haciendo? ¿Qué emociones predominan? ¿Cuáles valores están presentes en esa vida?

Ahora reflexiona ¿qué tan lejos estás de esa versión de ti? ¿Qué pasos puedes dar hoy para acercarte a ese futuro? Quizás sea inscribirte en un curso, dedicar tiempo a un proyecto personal o ajustar tu rutina para priorizar lo que en serio te importa.

La vida no se trata de buscar la perfección, sino de encontrar un equilibrio entre la tranquilidad y la plenitud. Si hoy no experimentas esa paz interior, es una señal de que algo necesita transformarse. Tú tienes el poder de propiciar ese cambio.

Para inspirarte, piensa en historias como la de J.K. Rowling, autora de Harry Potter. Antes de alcanzar el éxito, enfrentó múltiples rechazos en el mundo del periodismo, fue madre soltera y vivió al borde de la ruina. Pero siguió adelante, apostando por lo que le apasionaba, y en 1997 publicó su primera obra, algo que cambió su vida para siempre. Esto nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una oportunidad para reconstruirnos. Confía en ti.

6. Establece objetivos realistas

Si decides empezar de cero, establecer metas claras y realistas es fundamental. El secreto está en dividir lo grande en acciones que te acerquen, poco a poco, a tu objetivo. Por ejemplo, si quieres un nuevo trabajo, da pasos como actualizar tu currículo, conectar con profesionales de tu área a través de networking y adquirir nuevas habilidades. Cada acción que completes te ofrece un sentido de logro.

¿Por qué es importante ser realista? Porque establecer objetivos inalcanzables genera frustración y desmotivación. Recuerda que avanzar con pausa no solo es válido, sino que es más efectivo y sostenible a largo plazo.

Aparte, define hitos intermedios que midan tu progreso. Estos actúan como pequeñas victorias en el camino, manteniéndote con motivación y enfoque. Volviendo al ejemplo del nuevo empleo, un hito sería enviar cinco currículos por semana o asistir a un evento de networking mensual.

¿Un consejo práctico? Lleva un diario donde registres tus progresos semanales. Esto te mantiene organizado/a y entusiasmado/a. Y celebra tu progreso, por mínimo que sea. Reconocer tus logros favorece la mentalidad positiva y refuerza tu confianza.

7. Derriba creencias limitantes

A menudo, cuando nos enfrentamos a la posibilidad de empezar de cero en la vida, no es el mundo exterior el que nos detiene, sino esas voces internas que nos dicen «no puedes hacerlo», «es demasiado tarde» o «no eres suficiente». Estas son creencias limitantes, ideas que adoptamos en algún punto de nuestra vida y que actúan como barreras invisibles. El primer paso para derribarlas es identificarlas y preguntarte lo siguiente:

  • «¿Qué excusas me doy para no dar el primer paso?».
  • «¿Qué pensamientos recurrentes tengo cuando pienso en cambiar mi vida?».
  • «¿Son estas creencias ciertas, o podrían ser solo historias que me cuento a mí mismo/a?».

Por ejemplo, si piensas «no soy capaz para emprender un negocio», pregúntate «¿qué evidencia tengo de que eso sea verdad?». Muchas veces, estas ideas no se basan en hechos, sino en miedos o experiencias mal interpretadas. Una vez que identifiques estas creencias, desafíalas y transfórmalas en afirmaciones empoderadoras:

  • Creencia: «Soy demasiado mayor para aprender algo nuevo».
  • Reformulación: «La edad no define mi capacidad de aprender. Hoy tengo más experiencia y herramientas para lograrlo».

Cambiar la forma en que te hablas modifica tu perspectiva y abre nuevas posibilidades. Atrévete a dar el paso, incluso si no estás seguro/a del resultado. Derribar esas barreras mentales te permitirá ver el potencial que está en ti.



8. Prueba algo nuevo

Feiler describe el «medio desordenado» de nuestras vidas como esa etapa en la que todo parece caótico y fuera de control. No obstante, es en este desorden donde encontramos la oportunidad de transformarnos, de salir de nuestra zona de confort. Esto comienza con dos pasos esenciales: desprenderse de lo viejo y abrirse a la creatividad.

Primero, suelta lo que ya no te sirve. Haz una lista de creencias, rutinas o hábitos que ya no van con quién quieres ser. Pregúntate: «¿Qué puedo dejar atrás para dar espacio a lo nuevo?». En su libro, Feiler relata cómo una persona con trastorno obsesivo compulsivo (TOC) dejó atrás la seguridad de un sueldo fijo para fundar una organización sin ánimo de lucro, enfrentando sus miedos y siguiendo su verdadero propósito en la vida: ayudar a los demás.

El segundo paso es abrirte a la creatividad, a lo nuevo. Algo novedoso puede ser tan simple como cocinar una receta diferente o salir a caminar por un lugar que nunca has explorado. Estas actividades te reconectan contigo y te permiten liberar emociones.

Por otro lado, quizás resultan una herramienta poderosa en los momentos más difíciles. Feiler cuenta el caso de un sargento del ejército que, tras sufrir graves lesiones en combate, encontró consuelo en la pintura. O cómo, durante la pandemia, millones de personas recurrieron a la repostería como una forma de reencontrarse con la esperanza.

9. Busca el apoyo y la sabiduría de los demás

Una de las partes más difíciles de enfrentar un cambio en la vida es la sensación de aislamiento. En esos momentos, es común sentir que llevamos la carga solos, pero no tiene por qué ser así. Aunque la soledad puede intensificarse durante las transiciones, pedir ayuda hace una gran diferencia, es una señal de valentía y de que valoras tu bienestar.

Compartir tus experiencias, dudas y emociones con otras personas favorece liberar la tensión y te abre la puerta a nuevas perspectivas y soluciones que tal vez no considerabas. Este apoyo proviene de muchas fuentes: un amigo cercano, un vecino amable, un ser querido o incluso alguien que no conoces bien, pero que te ofrece una mirada fresca.

Es importante reconocer que no todas las personas apoyan de la misma manera, y eso está bien. De acuerdo con Feiler, pueden desempeñar diferentes roles en su forma de ayudar:

  • Abofeteadores: practican el amor duro, diciendo con firmeza «supéralo y actúa».
  • Estimulantes: ofrecen sugerencias suaves y motivadoras, como «¿has pensado en intentar esto?».
  • Consoladores: brindan amor y seguridad con frases empáticas como «saldrás de esta» o «estoy aquí para ti».

Para aprovechar al máximo este apoyo, una clave fundamental es comunicar tus necesidades con claridad. Si buscas consuelo y alguien te da una solución práctica, puede que sientas que no te comprenda. Por eso, no dudes en expresar cómo te sientes y qué tipo de ayuda necesitas: ¿un oído que escuche, una idea para avanzar o un empujón directo?

10. Lleva un estilo de vida equilibrado

Tener un estilo de vida equilibrado es importante para mejorar tu salud física, fortalecer tu mente y conseguir claridad emocional, algo esencial en cualquier proceso de cambio.

Incorporar pequeños hábitos, como caminar 10 minutos al día, hacer yoga en casa o bailar al son de tu canción favorita, tienen el poder de transformar tu estado de ánimo y reducir el estrés acumulado. No necesitas hacer todo de golpe, sino encontrar un ritmo que te haga sentir bien contigo.

11. Encuentra un proyecto que te apasione

Comenzar de nuevo puede sentirse como un lienzo en blanco: desafiante, pero lleno de posibilidades. Una de las mejores formas de darle sentido a esta etapa es encontrar un proyecto que despierte tu entusiasmo y te motive a avanzar. No tiene que ser algo enorme o ambicioso, basta con que sea algo que disfrutes.

Piensa en lo que siempre te ha interesado, pero tal vez has dejado de lado por falta de tiempo o confianza. Tal vez es aprender a pintar, comenzar un blog, plantar un huerto, escribir un libro o emprender un negocio pequeño. Un proyecto apasionante llena tu día de propósito y te da una sensación de progreso y logro.

Al elegir algo que te motiva, creas un espacio para expresarte, explorar tus habilidades y descubrir capacidades. Además, los proyectos personales tienen el poder de enlazarte con tu esencia, ayudándote a superar miedos. No importa la edad ni las circunstancias, siempre hay algo que puede inspirarte. Si no sabes por dónde empezar, hazte preguntas simples como estas:

  • «¿Qué me da energía en lugar de drenármela?».
  • «¿Qué actividad haría incluso si no me pagaran por ello?».
  • «¿Qué temas me emocionan tanto que podría hablar de ellos durante horas?».
El objetivo no es hacer algo perfecto, sino disfrutar del proceso. Incluso si el camino no es tan claro, empezar algo nuevo puede abrir puertas inesperadas y traer alegría a tu día a día.

12. Desarrolla un plan, pero mantente flexible

James Clear, autor de Hábitos atómicos, destaca que los grandes cambios no suceden de la noche a la mañana, sino a través de pequeños pasos constantes. En consecuencia, el cambio es un proceso, no un destino; lo importante no es cumplir tu plan al pie de la letra, sino avanzar hacia una vida que te haga sentir plenitud y satisfacción.

Recuerda que la vida trae giros inesperados, y ser flexible te permitirá adaptarte a las circunstancias sin sentir una derrota. Tal vez una oportunidad que no contemplabas antes aparece, o un obstáculo temporal te obliga a ajustar tus plazos. No estás fallando, sino que aprendes a fluir con lo que se presenta. Sé amable contigo. Este es tu viaje, y puedes ajustarlo cuantas veces lo necesites para llegar a donde quieres estar.



Sé el héroe de tu propia historia

Los italianos tienen un dicho: «Lupus in fabula», el lobo en el cuento. Justo cuando todo parece ir bien, aparece un desafío inesperado: un cambio, un obstáculo, un giro que nos desestabiliza. Pero aquí está la clave: sin el lobo, no hay héroe.

En cada gran historia, el héroe enfrenta dificultades para transformarse. Lo mismo sucede en tu vida. Una transición, por más desafiante que parezca, es una oportunidad para reescribir tu narrativa, añadir un capítulo y darle un nuevo sentido a lo que vives. Incluso los momentos más dolorosos tienen el potencial de convertirse en algo significativo.

Y para empezar de cero en la vida, sin importar la edad, los cambios, por incómodos que sean, nos reencuentran con el equilibrio y la felicidad. Tú escribes tu historia, cada decisión puede acercarte a la plenitud. Por eso, afronta tus pasos con amor propio, determinación y confianza. Abraza la aventura de lo desconocido. El cambio no es el enemigo; es el terreno donde ocurre el crecimiento.


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