¿Por qué tengo problemas con seguir las reglas?

Si desde niño/a te pedían ir a la derecha y te ibas a la izquierda, si te cuesta seguir las normas y te sientes mal asumiendo las convenciones sociales, te explicamos a qué pueden deberse tales actitudes.
¿Por qué tengo problemas con seguir las reglas?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 18 agosto, 2023

Es cierto que a casi nadie le agradan las normas y que, en momentos muy puntuales, es posible reaccionar con algunas gotas de contenido desafío y atrevida rebeldía. Sin embargo, hay quien tiene serios problemas con seguir las reglas ya desde la infancia. Son hombres y mujeres etiquetados como «difíciles», por su comportamiento y actitud.

Detrás de este perfil habría desde una personalidad creativa que necesita romper las reglas, hasta alguna condición psicológica. Así, quienes evidencian un trastorno de personalidad antisocial (TPAS) tienen como principal característica el transgredir todo protocolo y pauta social. Este rasgo presenta muchas e interesantes explicaciones.

Hay personas con un marcado sentido del derecho. Piensan que están por encima de los demás y, por ello, les cuesta mantenerse en entornos muy estructurados donde prevalecen normas fijas.

Problemas con seguir las reglas: ¿a qué se deben?

¿Te cuesta adaptarte a los entornos de trabajo? ¿Eras de los que siempre llevaba de cabeza a sus padres por no obedecerlos? ¿Te incomodas en contextos donde los demás esperan que cumplas ciertas pautas? Los problemas con seguir las reglas tienen como desencadenante la necesidad casi persistente de desafiar la autoridad

Cuando se le insta a esta persona a acatar normas o convenciones lo que se percibe es malestar, incomodidad y, a veces, ira. Bien es cierto que a la mayoría no nos agrada sentir que estamos sujetos a unos condicionantes, ni a reglas laborales, sociales o de cualquier otra índole. Es como ver vetada la libertad, el potencial y la capacidad de acción.

Sin embargo, la diferencia entre quienes les cuesta asumir las reglas y los que las acatan, es el principio de civismo. Todos sabemos que para vivir en sociedad es necesario obedecer pautas y reglamentos, pero hay quien los salta, transgrede o alza la voz protestando por esas alambradas invisibles. ¿Qué hay tras estas personalidades? Analicemos, a continuación.



1. Un mayor «sentido del derecho»

Social Psychological and Personality Science  indica en un artículo de investigación que quienes se resisten a cumplir las normas suelen presentar el «sentido del derecho». Son perfiles con claras dificultades para obedecer indicaciones, seguir protocolos y ajustarse a las dinámicas más comunes que se orquestan en cualquier escenario social. Las personalidades con esta característica se describen del siguiente modo:

  • Dificultades para integrarse.
  • No asumen recibir un «no» por respuesta.
  • Presentan problemas para resistir la frustración.
  • Piensan que disponen de más preferencias y derechos que los demás.
  • Dan por sentado que tienen mayores ventajas y competencias que el resto.
  • Esta conducta define, en muchos casos, la preponderancia del yo por encima del colectivo.
  • Quien se siente más especial y/ o superior al resto tiene dificultades para seguir las normas.

2. Todas las reglas son injustas (inflexibilidad cognitiva)

Tener problemas con seguir las normas tiene mucho que ver con la manera en que se procesa la realidad. Hay personas con un enfoque mental inflexible y reaccionario. Esto provoca que, ante cualquier indicación, mandato o simple sugerencia, actúen con incomodidad, increpando que son pautas injustas, faltas de sentido e incluso dañinas.

Es frecuente que estas figuras aleguen ser libres de actuar como deseen. Son perfiles con dificultades para integrarse y establecen una clara separación entre lo que ellos creen que es mejor y lo que se les imponen desde fuera. No entienden que, como seres sociales, necesitamos unas pautas mínimas para convivir en equilibrio y respeto.

Quienes presentan un trastorno antisocial de la personalidad son quienes más problemas tienen para ajustarse a las normas.

3. La falta de disciplina en la infancia

Muchas personas que evidencian problemas con seguir las reglas tuvieron una educación con ausencia absoluta de normas y disciplina. Esto provoca que, al llegar a la adolescencia y edad adulta, todo escenario social se procese como una amenaza. También manifiestan serios problemas de adaptación y derivan en una vida psicosocial deficiente.

De acuerdo con la revista Pediatrics & Child Health, la disciplina eficaz en la infancia proporciona una base desde la cual desarrollar una buena autodisciplina y adaptación social. Crecer sin límites da al mundo personas frustradas que no saben qué se espera de ellas y mucho menos cómo integrarse.

4. Trastorno de oposición desafiante en adultos (TOD)

El trastorno de oposición desafiante en adultos tiene como principal característica el desafío constante a la autoridad. Son perfiles incapaces de adaptarse a cualquier escenario estructurado con unas normas. Esto provoca que no mantengan sus trabajos y que se conviertan en unos auténticos parias sociales.

Indagaciones como las publicadas en la revista Journal of Psychiatric Research destacan que esta condición ya empieza a manifestarse sobre los 4 o 6 años y, por lo general, cursa con las siguientes características:

  • Impulsividad.
  • Desafío a la autoridad.
  • Mala regulación emocional.
  • Baja responsabilidad personal.
  • Poca resistencia a la frustración.
  • Incapacidad para seguir normas.
  • Irritabilidad y cambios de humor.
  • Conductas de riesgo y de adicción.
  • Se definen como almas libres; hombres y mujeres rebeldes.
  • Presentan TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad).

5. Rebeldía y creatividad

La personalidad altamente creativa y con rasgos rebeldes, con frecuencia, tiene claras dificultades para asumir normas. Las procesa como algo que les coacciona y que veta su potencial. Son perfiles con serios problemas para adaptarse a trabajos muy estructurados y rutinarios. Se desesperan, se aburren, se vuelven reaccionarios y protestones.

En este caso, no hay rasgos patológicos, lo que se encuentra es un estilo de personalidad orientado hacia la apertura, la libertad, las ganas de experimentar y de ir más allá de lo establecido para desarrollarse como ser humano. Son idealistas, figuras que, en más de una ocasión, terminan frustradas. Al fin y al cabo, funcionar en sociedad implica siempre acatar unas reglas.

6. Personalidad antisocial y problemas con seguir las reglas

Cuando se habla del trastorno de la personalidad antisocial, se visualiza de inmediato a quienes arrastran más de un proceso penal o que estuvieron en la cárcel. Lo cierto es que esta condición entra dentro de un espectro y, tal y como explica un estudio de la Universidad de Birmingham, solo la mitad de dichas personas son condenadas.

Se trata de una condición mental que cursa con conductas bastante impulsivas, alta irritabilidad y empatía muy baja. En este orden, el rasgo recurrente en la personalidad antisocial es la incapacidad de asumir las normas. Les cuesta mucho vivir en sociedad.

La terapia dialéctico-conductual puede ser eficaz para facilitar que las personas mejoren su conducta y entiendan el valor de seguir las normas.

¿Cómo manejar los problemas para asumir las normas?

Las normas son importantes. Toda sociedad necesita regular el comportamiento individual con el fin de que cada persona entienda su papel y respete la convivencia general. Las reglas evitan el caos, previenen la anarquía y hasta los comportamientos violentos. Ello no previene, claro está, que muchos de nosotros consideremos algunas normas como injustas.

No obstante, gracias a la flexibilidad cognitiva, valores éticos, civismo y empatía, comprendemos la trascendencia de acatar esos entramados legales y de conducta que rigen casi cada escenario social. Ahora bien, ¿qué pasa con quien muestra problemas para asumir las normas? Por lo general, el que desafíe con frecuencia las reglas es muy resistente al cambio. Es más, piensa que no hay nada malo en su conducta.



Recomendaciones si tienes problemas con seguir las reglas

¿Qué hacer, por tanto, en este tipo de situaciones? ¿Cómo orientar a quien tiene dificultades para acatar pautas, normas y reglas sociales? Toma nota de las siguientes recomendaciones:

  • Potenciar la empatía.
  • Entrenar las habilidades sociales.
  • Capacitar en inteligencia emocional.
  • Iniciarle en dinámicas de trabajo en grupo.
  • Intervenir para favorecer la flexibilidad cognitiva.
  • Hablarles sobre entender el valor de las normas y su trascendencia en la sociedad.
  • La terapia dialéctico-conductual es un enfoque eficaz para atender conductas disfuncionales.
  • Abordar el efecto que genera transgredir las reglas: castigos, soledad, desacuerdos, conflictos, falta de adaptación.

Para concluir, las normas son decisivas en la cotidianidad, porque permiten convivir mejor, favorecen la cohesión social y median en el autocontrol personal. Si desde niños no nos habilitan en estas competencias, llegaremos a la edad adulta con grandes dificultades para adaptarnos y tener una vida psicosocial plena.


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