17 tipos de autoridad y sus características

La autoridad es lo que confiere poder a unas personas sobre otras y es inevitable trabajar con ella en la vida real. Vamos a ver qué tipos hay.
17 tipos de autoridad y sus características
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 14 noviembre, 2022

Hay varios tipos de autoridad aunque en la vida cotidiana no lo notemos tan claramente. Si bien todos tienen en común el hecho de que generan normas o pautas de comportamiento, lo distinto es la fuente de la cual emana ese poder para definir líneas a seguir. De la misma manera, son diferentes las razones por las cuales se obedece en cada caso.

En términos generales, la autoridad puede definirse como el poder que una persona o una institución ejerce sobre otros. Dicho poder tiene, a su vez, diferentes alcances. Esto depende precisamente de los tipos autoridad: no es igual el impacto de una orden de la madre, que el de una norma legal.

“La autoridad es el equilibrio de la libertad y del poder”.

-Emanuel Levy-

Las consecuencias de desobedecer los diferentes tipos de autoridad también varían. Esto, por supuesto, está estrechamente relacionado con el grado de poder de cada una de ellas. Buena parte de nuestra vida se define en razón de la forma como nos relacionamos con la autoridad. De ahí que sea importante conocer las diferentes maneras de manifestación de esos poderes y el efecto que cada una de ellas tiene en nosotros.

1. Autoridad formal

El formal es uno de los tipos de autoridad más habituales. Corresponde a aquellas personas o instituciones que ejercen poder e influencia , en función del cargo que ocupan o de la actividad que desempeñan. Su eficacia se desprende básicamente de su capacidad para imponer premios y castigos.

Esta es la forma de autoridad más básica. Es impuesta y no elegida o necesariamente reconocida libremente. Precisamente por eso, también es uno de los tipos de autoridad que más potencial de conflicto encierra. En tanto es impuesta, podría engendrar una falta de reconocimiento real.

Político dando un discurso

2. Moral, uno de los tipos de autoridad más reconocidos

Este tipo de autoridad es prácticamente el opuesto al anterior. En este caso, el poder de la persona o la entidad es reconocido, aunque social o colectivamente no ostente un cargo o una posición que le conceda influencia como tal.

En este tipo de autoridad lo que importa es la aprobación o la sanción subjetiva y no exactamente el premio o castigo. Se le concede poder a esa autoridad en función del respeto que genera. La fuente de su influencia son sus valores, su experiencia, sus conocimientos, etc.

3. Carismática

Es similar a la autoridad moral, pero en este caso la fuente de influencia proviene directamente de la personalidad o del encanto personal del líder. Este no necesariamente es un dechado de virtudes, sino que ejerce un gran poder de atracción sobre los demás. Por eso le siguen y le obedecen.

Obviamente, este tipo de autoridad debe estar acompañado de habilidades personales en el líder. Sin embargo, dichas virtudes no son necesariamente éticas o morales. A veces es tan solo una habilidad social especial o cierta destreza en determinadas actividades.

4. Coercitiva

Este es uno de los tipos de autoridad más nocivos, pues no se desprende ni de la posición, ni de las condiciones personales, sino del uso de la fuerza en algún sentido. La fuente de poder es el miedo y, por lo general, corresponde a un ejercicio arbitrario de normas y preceptos.

Es el tipo de autoridad que se ejerce mediante actuaciones delictivas. Suele ser una forma de contrapoder. Es decir, que se imponen normas que van en dirección contraria de las leyes establecidas o de las costumbres habitualmente aceptadas. Se trata de un ejercicio perverso de la autoridad.

Mano manipulando dos monigotes

5. Democrática

Es uno de los tipos de autoridad más saludables y valorados. Parte de una autoridad formal, pero se implementa de tal manera que se convierte en autoridad moral también. En esta forma de ejercer el poder lo fundamental son las normas y no las personas que las hacen cumplir. A su vez, dichas normas son fruto del acuerdo colectivo.

En este caso, la autoridad se comparte colectivamente. Por obvias razones, no todos tienen el mismo grado de influencia, pero sí la tienen en alguna medida. Es una forma de autoridad en la que prima el interés de la mayoría, sin desconocer los intereses de la minoría. Aunque nunca es perfecta, sí es la forma de autoridad más sana.

7. Jurídica

Es aquella que se basa en leyes para ejercerse. No existe una figura física, como podría ser una persona, sino que se juzga la capacidad de las personas que hacen cumplir dichas leyes en cuanto a su consistencia y eficacia. La calidad positiva o negativa depende del contexto, las propias leyes y su ejecución.

8. Autoridad racional

Se refiere a la autoridad que emana de las normas que la sociedad percibe como adecuadas. Es lo que se conoce comúnmente como normas sociales, convencionalismos o, dicho coloquialmente, el sentido común. Se obedecen por la racionalidad que se extrae de ellas y por el orden que aportan a los grupos de personas.

9. Tradicional

Se trata de la autoridad que reside en las tradiciones, ya que es un poder que se fundamenta en la costumbre. Aunque muchas personas lo encuentran irracional (puesto que su justificación se basa en “siempre ha sido así”), otras tantas encuentran seguridad en seguir este tipo de autoridad, pues transmite consistencia y eficacia.



10. Informal

Aquí no hay una figura autoritaria que esté regulada con claridad a nivel legal. Por tanto, dicha autoridad circula entre las personas que conforman un grupo. Aunque pueda parecer caótica, nace de la aceptación y del consenso, por lo que es raro que surjan conflictos al respecto.

11. Autoridad operativa

En este caso, las decisiones que se toman no tienen consecuencias directas sobre las personas de un grupo, pues se trata de un tipo de autoridad que afecta solo a acciones y temáticas. Existe un líder encargado de llevarlas a cabo y se confía en él para que no falle.

12. Administrativa

En la autoridad administrativa, el grupo no se subordina a un líder por sus propias características, sino que lo hacen porque representa el ejercicio de unas normas. Por tanto, se asume que dichas normas son correctas y justas y se sigue el mandato de quien las impone.

13. Autoridad lineal

Este tipo de autoridad es la que prima en las jerarquías de poder. Con ella se enlazan todos los miembros de un organigrama, en el que se siguen las órdenes de quien se tiene directamente encima en la escala de poder.

14. Familiar

La autoridad familiar es la que se circunscribe a dicho núcleo social. El objetivo suele ser la protección de los seres queridos más cercanos, la subsistencia y la cría de los descendientes. Es cambiante con el tiempo, pues los padres dejarán de ejercer su autoridad sobre los hijos cuando estos son independientes.

Además, con la gran cantidad de modelos de familia que hay, es necesario un análisis pormenorizado de cada una de ellas para establecer el uso de la autoridad.

15. Autoridad profesional

Se trata de la autoridad que emana de los conocimientos y destrezas que tiene cada persona en su ámbito profesional. Por poner un ejemplo, se seguirán con mayor frecuencia las órdenes de un médico que de un familiar en cuestiones de salud, pues se asume que el médico sabe más sobre el tema.

16. Inconsistente

La autoridad inconsistente está construida a partir de la ambigüedad y la contradicción. Es decir, se ejerce de forma poco clara, las órdenes e instrucciones son continuamente cambiadas, al igual que las posibles consecuencias o sanciones en caso de desobedecer.

Por lo tanto, al no ser consistente a lo largo del tiempo y contradecirse continuamente, es un tipo de autoridad que genera desconfianza y malestar. Es común que provoque brotes de desobediencia y enfrentamientos con las figuras de autoridad.

17. Permisiva

Por último, al hablar de autoridad permisiva, podríamos hacernos la pregunta acerca de si realmente es este un tipo de autoridad. Se caracteriza, justamente, por la ausencia de pautas o limitaciones claramente definidas, de modo que quien se encuentra dentro de este sistema de relación, puede hacer todo cuanto le venga en gana, sin anticipar sanciones o temer consecuencias.

Todos nosotros estamos sometidos, de un modo u otro, a alguna autoridad. Ese sometimiento genera algún nivel de frustración. Sin embargo, esas jerarquías son fundamentales para que podamos vivir en sociedad, de forma pacífica y constructiva.


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