¿Cómo procesan la informacion las personas con trastorno obsesivo compulsivo?

Las personas que padecen TOC interpretan los datos de su entorno de una manera distinta, lo que podría explicar por qué presentan obsesiones y compulsiones. En este artículo te contamos qué hay de particular en su forma de procesar la información.
¿Cómo procesan la informacion las personas con trastorno obsesivo compulsivo?
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 21 febrero, 2023

Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo tienen dificultades añadidas para actuar con rapidez y eficiencia. Así, pueden llegar a invertir una buena cantidad de recursos, esencialmente tiempo y energía, en propósitos que son totalmente improductivos.

Se han llegado a registrar casos de personas que dedicaban más de 8 horas diarias a cuestiones relacionadas con sus obsesiones y rituales. Así, os podéis hacer una idea de la influencia de esta penalización en la vida diaria…

Por otro lado, hay autores que diferencian entre el «TOC a tiempo completo» y el «TOC a tiempo parcial», siendo la interferencia de los pensamientos intrusivos (obsesiones) y de las actuaciones derivadas (compulsiones) mucho más intensa en el primero de los casos.

«Es común un agobiante sentido de la perfección, que reporta malestar hasta que las cosas les parecen correctas».

-Amparo Belloch-

Mujer con ideas obsesivas
Las personas con TOC Sienten que tienen que focalizar su atención a todas horas sobre sus pensamientos.

¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)?

Las personas con TOC manifiestan una respuesta compulsiva: es su forma de terminar momentáneamente con la angustia que les producen sus obsesiones.

«Si no rezo 5 veces cada hora, la estación de tren en la que trabaja mi marido sufrirá un terremoto» sería una obsesión, mientras que la compulsión sería de rezar 5 veces cada hora. Este hecho pueden llegar a padecerlo durante años y hasta décadas. El sufrimiento que ello produce es singularmente intenso.

Así, al comportarse de esta manera buscan reducir la probabilidad de que la situación negativa ocurra. A pesar de esto, la conducta dista de ser realista con lo que se intenta neutralizar, o es excesiva.

«Las compulsiones no se hacen por placer, aunque algunas personas experimenten alivio».

-Amparo Belloch-

Por otro lado, las obsesiones pueden adoptar muchas formas. Pueden ser pensamientos, como el que hemos descrito, pero también pueden ser imágenes («cada vez que veo a mi tío Pablo en la mente le tengo que llamar para que no pierda su trabajo») o impulsos («imbécil», «imbécil», lo siento mucho, no se por qué digo esta palabra cada vez que empiezo a hablar con alguien).

El deterioro que produce esta entidad es muy incapacitante. Así, las áreas interpersonal, académica, laboral y familiar pueden terminar muy afectadas, multiplicando la frustración, la ansiedad y el malestar. De hecho, se hipotetiza que el TOC es una entidad clínica depresógena, es decir, que causa depresión a las personas que lo padecen.

Personas con trastorno obsesivo-compulsivo, ¿cómo procesan la información?

Como consecuencia de determinados estilos educativos cuando eran pequeños, estos pacientes pueden cometer errores en el procesamiento de la información cuando son mayores. Así, si sus padres mostraron una fijación a la hora de trasmitir el valor de responsabilidad, eran muy perfeccionistas, tenían características de TOC, es probable que sus hijos acaben desarrollando el trastorno (Belloch, 2020)

«Hacen una valoración irreal de las amenazas o de los desastres que vienen dados por pensamientos o patrones erróneos o irracionales».

-Amparo Belloch-

Esta entidad clínica se caracteriza por tres tipos de alteraciones en el procesamiento informacional. En primer lugar, tienen dificultades para «separar la paja del contenido», es decir, les cuesta encontrar lo importante de entre un conjunto grande de información. Además, también presentan dificultades a la hora de categorizar los datos: quieren controlar toda la información, tanto la relevante, como la irrelevante.

En consecuencia, se produce una hiperestructuración de la información que les entorpece el poder hacer predicciones sobre su contexto. Tienen tanta información que su sistema mental se sobresatura. Para compensar, recurren a fronteras muy rígidas, como son los rituales (Belloch, 2020). Entre los errores de procesamiento informacional que se han encontrado, cabe citar:

Responsabilidad exagerada

Estas personas consideran que tienen la posibilidad de evitar que ocurra un suceso catastrófico -sobrestiman su capacidad de influencia o de control-. Es decir, si sienten que esa posibilidad depende de ellas, se sienten responsables de su ocurrencia o ausencia.

La creencia de que es tan malo omitir como cometer, es decir, «es tan malo pegar a Juan cada vez que lo veo, como no impedir que ocurra» (sería un ejemplo de obsesión de tipo impulsivo), alimenta una responsabilidad excesiva. Dicho de otra forma, las personas con TOC sentirían más culpabilidad ante los errores de omisión si las comparamos con las personas sin TOC (Belloch, 2020).

Así, habría situaciones en las que una persona con TOC se sentiría muy responsable, mientras que una persona con TOC no se sentiría responsable o se sentiría muy poco responsable.

«La responsabilidad excesiva puede llegar a la persona a consecuencias conductuales extremas, como incitar a una persona a confesar crímenes o accidentes de los cuales apenas tiene conocimiento».

-Amparo Belloch-

Hombre pensando en que las preocupaciones son más intensas los domingos por la noche
Las personas con TOC sobreestiman su capacidad de influencia y control.

Sobreestimación de la importancia del pensamiento

Para estas personas, una frase típica es: «es mi deber evitar que ocurra algo malo». En consecuencia, el malestar que sienten por sus pensamientos obsesivos es elevado y hacen todo lo posible por disminuirlo. Sin embargo, al intentar ejercer un control férreo sobre los contenidos que irrumpen en su mente, estos se vuelven todavía más intrusivos.

Para ilustrar este caso proponemos un ejercicio: «no pienses en un perro verde», «por favor, no lo hagas», «si piensas en un perro verde, habrá un terremoto», «es vital no pensar en un perro verde». Sin embargo, cuando pensamos en el perro verde, este tiene la manía de aparecer de manera constante. Y refuerza todavía más la intrusividad del pensamiento. Algo similar ocurre en este trastorno.

«Esto se conoce como efecto rebote o de reaparición de un pensamiento cuando se intenta suprimir de forma consciente».

-Amparo Belloch-

De hecho, estas personas se sienten en el deber de monitorizar de manera constante sus contenidos mentales. Sienten que tienen que focalizar su atención a todas horas sobre sus pensamientos. Como pretender poseer tal grado de control es imposible para un ser humano, a menudo lo pierden. Al perder el control, se sienten incapaces de someter a su voluntad el flujo de sus pensamientos y se sienten fracasados. Por ello, recurren a las compulsiones.

Las personas con TOC presentan diferentes errores a la hora de procesar la información. En primer lugar, tienden a querer controlar toda la información «por si pudiera escaparse algo importante», lo que sobresatura su sistema de procesamiento.

Además, se sienten extraordinariamente responsables de aquello que piensan, y creen que por el hecho de pensarlo, puede ocurrir; o que «pensarlo es igual de malo que hacerlo». Lo anterior, hace que concedan una importancia sobresaliente a sus pensamientos.

Sin embargo, gracias a la investigación, se han desarrollado tratamientos psicológicos que son eficaces y seguros en esta entidad clínica, como la TCC, la terapia de aceptación y compromiso, la exposición con prevención de respuesta o la terapia metacognitiva. Aún así, es necesario seguir investigando al respecto.

«La causa de las obsesiones son las malinterpretaciones catastróficas del significado de los pensamientos».

-Amparo Belloch-


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Pérez Rodríguez, R. J., & Armas Tracy, J. D. (2021). Eficacia de las técnicas contextuales en el TOC.
    • Borda, T., & Mazás, S. El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es sustancialmente un trastorno emocional
  • Belloch, A. (2023). Manual De Psicopatologia. Vol. Ii (2.a ed.). MCGRAW HILL EDDUCATION.
  • CIE-11. (s. f.). https://icd.who.int/es
  • Carrobles, J. A. S. (2014). Manual de psicopatología y trastornos psicológicos (2a). Ediciones Pirámide.
  • First, M. B. (2015). DSM-5. Manual de Diagnóstico Diferencial. Editorial Médica Panamericana.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.