Cómo se trabaja el apego en terapia

Trabajar el estilo de apego es uno de los retos más complicados en terapia, ya que suele tener raíces profundas y estar vinculado a una buena cantidad de conductas que lo refuerzan en el corto plazo.
Cómo se trabaja el apego en terapia
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 01 septiembre, 2022

Toda persona es una isla dependiente de otras islas (personas). Sentir el apoyo de los demás es adaptativo y necesario; ahora bien, como todo, necesita de un equilibrio para ser funcional y sano. Por esto, en determinados casos, es necesario trabajar el apego en terapia.

La forma en la que nos relacionamos con los demás, en especial durante la infancia, tiene una clara influencia en lo que somos hoy: nivel de autoestima, resolución de conflictos interpersonales, capacidad de empatía y un largo etc. Por tanto, trabajar el apego es operar, prácticamente, con la propia relación que tenemos con el mundo. Pero, ¿cómo se trata esto a nivel terapéutico?

Aquí encontrarás algunas de las técnicas más utilizadas en consulta para conseguir un apego sano y seguro. No te pierdas nada, pues se trata de un tema complejo y que se debe dirigir con delicadeza en una terapia.

¿Qué es el apego?

El apego se genera a través de la predisposición innata que todos tenemos a establecer lazos con los demás y a aprender cómo se establecen estos lazos gracias a la interacción que tiene los demás con nosotros. La primera manifestación de esta característica ocurre en las interacciones tutor-bebé, pues a través de ellas se va creando el vínculo que garantiza los cuidados y la seguridad del segundo.

Esta primera configuración del apego tendrá un impacto decisivo en el desarrollo del cerebro infantil. A través de ella se conoce el mundo y se le atribuye una lógica, se generan conceptos, se aprenden dinámicas relacionales y se forma la primera silueta de la autoimagen. Esta naturaleza creativa del apego es también capaz de generar traumas y aprendizajes poco adaptativos.

La falta de seguridad o la distancia emocional de los padres serán enseñanzas nocivas para el bebé y repercutirán en el desarrollo de su vida emocional y social.

Niño con su madre abrazándole
El vínculo de apego influye en el desarrollo cerebral de los niños.

Trastornos del apego y su reflejo en la vida adulta

Cuando una persona recibe el cariño y la seguridad consistente que se espera de un cuidador, desarrollará el que se conoce como apego seguro. En él, el adulto será independiente, confiado y sentirá que el mundo es un lugar seguro. Sin embargo, cuando algún factor de los mencionados antes no se recibe o se recibe distorsionado, puede aparecer un trastorno del apego como los siguientes:

  • Apego evitativo: el adulto no vio cubiertas sus necesidades emocionales en su infancia. El resultado es una persona que aprende que no puede fiarse de nadie y que, a pesar de parecer indiferente al alejamiento de sus seres queridos, suele tener una gran ansiedad en las relaciones que le impiden estrechar lazos con los demás.
  • Apego ansioso o ambivalente: el cuidador de las personas con este trastorno responde de forma inconsistente a las necesidades del niño, causando confusión. El adulto es hipervigilante y dependiente, pues teme que la figura de apego desaparezca en cualquier momento.
  • Apego desorganizado: es el trastorno que aparece cuando el infante recibe malos tratos de sus cuidadores. Viven con una sensación de miedo permanente, tienen dificultades para comunicarse y, en general, para relacionarse, pues no han tenido un modelo ni un trato sano en su infancia.

¿Cómo tratar el apego en terapia?

Ahora que conoces los trastornos del apego, te podrás imaginar que se manifiestan de formas muy distintas en cada persona. Además, la edad del sujeto, su estado sociocultural y las vivencias que haya tenido hasta llegar a la vida adulta también son relevantes a la hora de evaluar el caso.

A continuación tienes algunas de las técnicas utilizadas para trabajar el apego en terapia.

Tratamiento somático

El estrés y la ansiedad continuados que acompañan a los trastornos del apego pasan factura en el cuerpo. Por tanto, es necesario identificar cuáles son esos síntomas psicosomáticos y tratarlos junto con los síntomas psicológicos.

Terapia de entorno

Las personas que tienen un trastorno del apego han vivido su infancia en un entorno hostil. Por eso, parte de la terapia es configurar la relación y la atmósfera para que resulte segura y acogedora. Si el paciente no se siente seguro en la terapia o en la relación con el profesional, será más complicado que cumpla con lo pactado en la intervención (adherencia al tratamiento).

Por otro lado, si lo que ha fallado en la vida del sujeto es la visión del mundo y las relaciones como algo seguro y deseable, el primer paso será demostrarle que no siempre es así. La mejor forma de convencer a alguien de que se puede relacionar con salud es crear una relación saludable.

Psicoterapia

Finalmente, la terapia en sí trabajará aspectos de la persona que sean insuficientes o negativos a la hora de concebir el mundo y las relaciones. Se trata de una empresa amplia y larga donde se entrena la regulación emocional, las habilidades sociales y la cognición de lo que rodea a la persona.

Mujer haciendo terapia
En la terapia psicológica se suelen trabajar la concepción de las relaciones y nuevas formas de relacionarse.

Basándose en el caso concreto de cada uno, las técnicas específicas varían. Vamos a ver algunas de las más utilizadas:

  • Círculo de seguridad parental: con esta técnica se enseña a padres de niños pequeños a dar libertad a sus hijos sin caer en la desatención de sus necesidades. Se basa en dar espacio cuando el niño lo necesita, estar presente cuando le busque y recogerle cuando requiera salir de una situación.
  • Mentalización: consiste en trabajar en la concepción mental del hijo en la propia mente de los cuidadores. Se trata de que vean al pequeño como alguien con sentimientos, deseos e intenciones para que esto influya sobre el comportamiento de cuidado que ejercen sobre él.
  • EMDR: se trata de una técnica utilizada para desensibilizar al sujeto a recuerdos traumáticos de su infancia a través de los movimientos oculares. Si bien no tiene que ver con el apego en sí mismo, sí se ha demostrado eficaz en el tratamiento de los traumas.

Después, en función de los propios trastornos adyuvantes que pudieran desarrollarse, pueden emplearse otros enfoques. Por ejemplo, para aquellos pacientes con trastorno límite de la personalidad puede resultar útil la psicoterapia centrada en la transferencia.

Sin embargo, recuerda que el mejor lugar para comenzar a sanar cualquier sufrimiento psicológico es la consulta de un terapeuta. El apego es un aspecto de las personas tan antiguo como su propia vida, por lo que será necesaria la ayuda profesional para bucear en él.


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  • Sandí, M. A. (2019). Intervenciones psicoterapéuticas basadas en la teoría del apego. Revista Cúpula33(1), 33-53.
  • Ebeling, L., & Quehenberger, J. ¿Cómo tratar a niños con trastornos de apego severos tras múltiples experiencias tempranas de trauma? Un modelo de tratamiento en una unidad de cuidado intensivo psicoterapéutico.

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