La falacia del francotirador

¿Sabes qué es la falacia del francotirador? En este artículo te contamos el origen de este fenómeno del pensamiento y cómo puede influir en la mente a la hora de seleccionar la información.
La falacia del francotirador
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 21 agosto, 2020

Antes de explicar qué es la falacia del francotirador, vamos a empezar por explicar en qué consisten las falacias. En filosofía y, de manera más concreta, en el ámbito de la lógica, las falacias son argumentos que inicialmente parecen válidos, pero que albergan un sesgo que anula completamente su contenido. Las falacias se utilizan sobre todo en los debates, en las discusiones… a veces, de forma consciente y otras, inconscientemente.

En este artículo hablaremos de una falacia muy común, la falacia del francotirador. Conoceremos su origen, en qué consiste y cómo este fenómeno modifica la manera de interpretar y seleccionar la información, a fin de verificar nuestras ideas o creencias. Además, también veremos ejemplos sobre la misma para poder entender esta falacia un poco mejor y algunas ideas para prevenirla (o combatirla).

Hombre pensando preocupado por la falacia del francotirador

La falacia del francotirador: ¿qué es?

La falacia del francotirador es muy común. Cierta información (sin un sentido inicial) es interpretada, maquillada o manipulada hasta que parezca que tiene un sentido o hasta que cumpla con nuestra hipótesis inicial. También es conocida como la falacia del francotirador de Texas (en inglés Texas Sharpshooter Fallacy).

A través de este fenómeno, se realiza un razonamiento que obvia cualquier indicio sugerente de que una de nuestras ideas es errónea, haciendo énfasis en la información que parece sustentar nuestra hipótesis. De esta manera, a través de esta falacia podemos llegar a deformar la realidad e interpretarla según nos convenga, desfigurando lo observado, para aproximarnos a aquello que pretendemos defender.

Origen

Para que entendamos mejor el fenómeno de la falacia del francotirador, vamos a hablar de su origen. El nombre de esta falacia proviene de la siguiente historia: un tirador disparó aleatoriamente varios tiros a un granero; después, pintó una diana centrada en cada uno de ellos, para acabar autoproclamándose francotirador.

Es decir, después de realizar su acción, el francotirador tomó las medidas necesarias para que esa acción tuviera lógica o sentido, a fin de “ganar” o sentirse “vencedor”. En otras palabras: alteró los datos (pintar las dianas) para confirmar su hipótesis (ganar).

Así, según esta falacia, tomaríamos los datos observados, modificándolos, para confirmar nuestras hipótesis (igual que hace el francotirador de la historia).

Ejemplos

Para seguir entendiendo el fenómeno de la falacia del francotirador, pensemos en un ejemplo que perfectamente podríamos encontrar en nuestra vida cotidiana.

Imaginemos que soñamos con el número 7 y que ese día nos alojamos en un hotel, en la habitación número 362 (que desconocíamos previamente). Si aplicamos aquí la falacia del francotirador, diríamos que hemos tenido una premonición en el sueño, ya que 3+6-2=7 y 7 era el número con el que habíamos soñado. Es decir, manipulamos los datos para confirmar nuestra hipótesis.

Otro ejemplo de esta falacia es la interpretación de las constelaciones de estrellas; así, tendemos a trazar una sucesión de líneas imaginarias para enlazar los astros y formar figuras, cuando en realidad su posición está determinada por el azar. En este caso, ignoraríamos los cuerpos celestes que pudieran distorsionar la figura que “buscamos”.

¿Cómo seleccionamos la información?

Como hemos visto, a través de la falacia del francotirador, las personas pueden llegar a devaluar información discrepante con sus ideas, así como a manipular o retocar la información con el objetivo de convencer a alguien (o a sí mismo) sobre algo. Por otro lado, a través de este fenómeno, magnificamos la importancia de aquello que pretendemos defender.

Otra forma de interpretar la falacia del francotirador, en cuanto a la selección de información, es la siguiente: ignoramos las diferencias que pueden haber en nuestros datos y hacemos hincapié en las similitudes. Una vez realizado el razonamiento en cuestión, inferimos una conclusión, que podría considerarse falsa.

Ilusión de la agrupación y apofenia

El fenómeno de la falacia del francotirador está relacionado con, lo que en psicología cognitiva, denominamos ilusión de la agrupación. La ilusión de agrupación es aquella tendencia que tenemos a considerar (o ver) patrones o agrupaciones que en realidad no existen.

Por otro lado, esta falacia también tiene que ver con otro concepto, la apofenia. Un término que se utiliza para referirse a la experiencia de ver patrones y conexiones en sucesos aleatorios o sin sentido, algo muy similar a lo anterior.

Sin embargo, cabe destacar que estos dos conceptos introducidos pueden interpretarse desde la psicología cognitiva y desde la estadística, adquiriendo matices diferentes desde cada disciplina. Desde la psicología cognitiva, los relacionamos con la falacia del francotirador porque a través de ésta última, podemos llegar a establecer patrones que en realidad no existen, a fin de justificar o demostrar nuestras ideas o de convencer a los demás en (o sobre) algo.

Dianas con flechas en el centro

¿Cómo evitar la falacia del francotirador?

La falacia del francotirador, igual que muchas otras, no siempre es utilizada de forma consciente. Lo hagamos o no de forma consciente, os dejamos aquí un par de ideas clave para evitar la aparición de esta falacia:

  • Buscar argumentos en contra: será importante no solo buscar argumentos a favor de nuestras hipótesis, sino también en contra.
  • Evitar querer siempre la razón: hacerlo nos ayudará a probar de demostrar nuestras ideas de forma más objetiva y lógica.

Con estas dos pequeñas acciones y, siendo conscientes del riesgo de cometer la falacia del francotirador, podremos minimizar su riesgo de aparición y argumentar nuestras ideas de forma mucho más fiable. Aun así, todos tenemos el riesgo de cometerla; en este sentido, ¡lo importante será saber detectarla en los demás!

“La lógica es el razonamiento con criterio”.

-Anónimo-


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  • Comesaña, Juan Manuel (2001). Lógica informal, falacias y argumentos filosóficos. Buenos Aires: Eudeba.
  • D. H. Fischer. (1970). Historians' Fallacies: Toward a Logic of Historical Thought, Harper Torchbooks.
  • Ortiz Frida, García María del Pilar (2005): Metodología de la investigación. México: Limosa.

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