La teoría de la epistemología ingenua: de dónde viene el conocimiento

¿Cómo generamos conocimiento? La respuesta no es sencilla y pasa en gran medida por que entendamos qué es conocimiento. La teoría de la epistemología ingenua nos da algunas pistas.
La teoría de la epistemología ingenua: de dónde viene el conocimiento

Última actualización: 13 junio, 2019

¿De dónde viene el conocimiento? ¿Cómo sabemos si algo es verdadero o falso? Preguntas difíciles de responder y más ahora que las nuevas tecnologías nos inundan con tanta información. A fin de comprender cómo procesamos esa información, la teoría de la epistemología ingenua nos facilita un marco explicativo de cómo elegimos la información que se va a convertir en conocimiento.

En primer lugar, es necesario entender que la información son datos, con cierta elaboración, pero que no tienen por qué ser conocimiento. Esos datos van a pasar a ser conocimiento siempre y cuando los aceptemos como algo verdadero. En segundo lugar, para que aceptemos que una información es verdadera no es necesario que sea realmente verdadera.

Por ejemplo, una persona puede escuchar hablar sobre el Ratoncito Pérez. Después de conocer esta información, la persona va a decidir si es verdadera o falsa. Si acepta la existencia de dicho ratón, el cual cambia dientes de leche por dinero, habrá generado un conocimiento. Si, por el contrario, no se cree esa información, seguirá siendo solo eso, información y, además, falsa. Por tanto, el conocimiento es la información que aceptamos como verdadera.

“El hombre habla de todo y habla de todo como si el conocimiento de todo estuviese todo en él”.

-Antonio Porchia-

Conocimiento empírico versus ingenuo

La forma que tenemos de obtener conocimiento es a través de la percepción por medio de los sentidos. Ver para creer. Si vemos al Ratoncito Pérez o lo escuchamos vamos a generar conocimiento sobre su existencia. También va a influir el razonamiento. Si hemos escuchado ruido y pensamos que puede ser el Ratoncito Pérez, vamos a razonar si ese ruido realmente indica que existe o no.

Por otra parte, existen otros métodos para generar conocimiento. El método más útil hasta el momento es el científico. La ciencia, haciendo uso de hipótesis que trata de falsear, es capaz de generar conocimiento.

Por ejemplo, los medicamentos que usamos han seguido una serie de experimentos que demuestran que realmente son efectivos, pero no, por ejemplo, las terapias alternativas. Que creamos que este tipo de terapias son eficaces o no, que pasen a ser conocimiento o no, va a depender de nosotros.

¿Qué es epistemología?

Como se ha visto, existen diferentes formas de obtener conocimiento. La rama de la ciencia que estudia el conocimiento es la epistemología. Esto es, la epistemología estudia los criterios que hacen que algo sea considerado como verdadero. Como hemos visto, existen varias formas de validarlo. Desde la experiencia de nuestros sentidos hasta el método científico.

Por tanto, existen diferentes tipos de conocimiento epistemológico. A pesar de ello, en este artículo vamos a centrarnos en un solo tipo, en la epistemología ingenua. La epistemología ingenua es un proceso a través del cual las personas obtenemos conocimiento subjetivo. Esto quiere decir que pertenece a nosotros, que es lo que nosotros creemos independientemente de que sea verdad y de que los demás estén de acuerdo.

Hombre mirando carteles informativos

La epistemología ingenua

Partiendo de que el conocimiento es lo que sabemos (o creemos saber), la teoría de la epistemología ingenua propone que el conocimiento surge de la generación de hipótesis. De esta forma, generamos distintas hipótesis y valoramos la relevancia de cada una de estas hipótesis a partir de la evidencia con la que contamos.

Así, si probamos un alimento que nunca antes habíamos comido y al día siguiente caemos enfermos, podemos generar distintas hipótesis. Por ejemplo, que el alimento causó la enfermedad o que la enfermedad no tiene nada que ver con el alimento y se debe a otras causas.

Aunque estas dos hipótesis no son las únicas posibles, ilustran bien las reglas que se generan a partir de dichas hipótesis. Si como tal alimento enfermo o si como el alimento no enfermo. Estas dos reglas son opuestas, por lo que vamos a tener incertidumbre respecto a la causa de la enfermedad. Para eliminar dicha incertidumbre, vamos a tener que elegir una de las dos hipótesis, lo que nos llevará a formar un conocimiento.

En esta situación vamos a tener dos opciones, quedarnos sin saber qué causó la enfermedad o aceptar alguna de las hipótesis y formar conocimiento sobre la causa de la enfermedad. Esto es, vamos a evitar el cierre cognitivo o a buscarlo. La elección de una u otra opción va a depender de los beneficios y los costos que tenga alcanzar dicho conocimiento. Así, si es muy importante conocer la causa de la enfermedad, es más probable que aceptemos la primera hipótesis con la que trabajemos.

“Los grandes conocimientos engendran las grandes dudas”.

-Aristóteles-


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