¿Sabes cómo generamos las expectativas sociales y cómo nos afectan?

¿Sabes cómo generamos las expectativas sociales y cómo nos afectan?
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 14 julio, 2019

Todos los días tratamos con multitud de personas, entre ellas algunas son muy conocidas y otras no. Y tenemos un concepto de la personalidad de cada una de ellas, inferido a través de las interacciones que hemos tenido con esas personas. Lo que nos lleva a generar una serie de expectativas sociales sobre el comportamiento de cada una de ellas.

La psicología social se ha preocupado ampliamente por el estudio de las expectativas. Gracias a esto, sabemos que están muy relacionadas con las impresiones que tenemos de los demás. Así que, antes de nada, hablemos de nuestra percepción social.

Percepción social

El ser humano, al nacer desprovisto de los recursos para ser independiente, necesita de relaciones sociales complejas. Por ello, nuestro cerebro está preparado para percibir nuestro ambiente social y evaluarlo. Una parte muy importante para controlar nuestras relaciones es saber cómo son las personas que conforman nuestro ambiente social. Y aquí es donde entra la percepción social.

Un modelo simple e interesante para explicar este fenómeno es el modelo de percepción social de Fiske. Según este modelo, nada más conocer a una persona la meteremos dentro de una categoría. Y esta se quedará en esa categoría, al menos que profundicemos en la relación y descubramos algo que nos invite a cambiarla.

Además, si tenemos ese interés, iremos comprobando si su comportamiento se adapta a esa categoría; en caso de no ser así, iremos adaptando o cambiando la categoría hasta que tengamos a esa persona categorizada o conceptualizada.

Hombres creando expectativas uno del otro

Este es un proceso muy importante, piensa que sin él la tarea de gestionar nuestras relaciones sería mucho más complicada. Ahora bien, es importante tener en cuenta que es un proceso rápido y útil, pero no preciso. Las personas tenemos una personalidad compleja en fuerte interacción con el contexto, que difícilmente se puede incluir dentro de categorías. Sin embargo, este pequeño “atajo mental” nos es útil para saber cómo tratar a las personas de nuestro ambiente.

Una vez que tenemos nuestro ambiente social categorizado y nos hemos formado conceptos de cada una de estas personas, empezaremos a generar expectativas. Pero, ¿qué son exactamente las expectativas?

Expectativas sociales

Las expectativas sociales son ideas que tenemos de como una persona de nuestro ambiente social se va a comportar en un futuro o ante una situación determinada. Cuando generamos una impresión sobre una persona, asociada a la imagen que generamos, aparecen estas expectativas. Esto nos ayuda a imaginar como nos tenemos que comportar y a prever su comportamiento.

Esta conducta de generar expectativas sobre nuestras relaciones cumple una función adaptativa. Es bastante sencillo intuir cuál es: en un ambiente artificial, basado en sociedades complejas como en las que habitamos la mayoría de nosotros, prever el comportamiento de los demás nos permite adaptar nuestras conductas, y así salir muy beneficiados de las interacciones sociales. A pesar de que no es un proceso preciso, poder realizar una anticipación y equivocarte a veces, es mejor que no realizarla o no acertar nunca.

Es importante saber que estas expectativas sociales o de la conducta de los demás afectan en gran medida a nuestro comportamiento. No tratamos igual a todas las personas, y no tratamos igual a la misma persona en distintas situaciones. Esto lo podemos observar en multitud de situaciones cotidianas.

Además, intentaremos hacer que los demás cumplan con nuestras expectativas, ya sea forzándolos de manera indirecta o alterando nuestra percepción de lo que los demás hacen. Además, este proceso no se da solo en esta dirección: debido a que nosotros también somos conscientes de la expectativas que los demás tienen de nosotros, también adecuaremos nuestro comportamiento para satisfacer las ideas de los demás.

Una pequeña reflexión

Nuestra vida está llena de expectativas sociales, tanto de nosotros sobre los demás como de los demás sobre nosotros . En este sentido, para que nuestras relaciones sean cómodas, tenemos tendencia a cumplir con estas expectativas, ya que romper con estas puede generar un espacio de incertidumbre, y por lo tanto, de ansiedad. Ahora bien hay que tener en cuenta que esto no es un proceso preciso, y por lo tanto multitud de veces estas expectativas no se van a cumplir.

El error al atribuir una expectativa conduce a tres situaciones: (a) la persona que recibe la expectativa cambia su comportamiento para adaptarse a ella, (b) la persona que genera la expectativa cambia su percepción para creer que se adapta a sus expectativas, y (c) se rompe con la correlación entre expectativa y conducta, y se asume como error.

Dos mujeres hablando

Aunque las dos primeras opciones eviten el conflicto social y logren en un principio mantener cualquier relación, lo cierto es que también pueden desembocar en grandes problemas a largo plazo. Esto se debe, a que en la primera opción la persona cambia su comportamiento para satisfacer a otra, lo que lleva a que la otra persona genere una idea errónea de cómo es en realidad. Y en el caso de la segunda opción, la persona que genera la expectativa se esta autoengañando inconscientemente sobre cómo es la otra persona.

La tercera opción es la que causa una mayor ansiedad, debido a la falta de control sobre lo ocurrido. A pesar de esto, si la relación supera o asume esta ansiedad, se creará una relación más estable. Es posible que en relaciones momentáneas (por ejemplo, un vecino), las dos primeras opciones sean las correctas, ya que no existe una relación a largo plazo ni un vínculo estrecho con ellas. Sin embargo, sería una gran negligencia comportarnos así con nuestras relaciones mas profundas.

Ahora bien, ¿cómo pensáis vosotros que os comportáis en relación a vuestras expectativas? ¿Y cómo os gustaría comportaros?


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.