10 señales de autismo en adolescentes
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Los trastornos del espectro autista (TEA) engloban una serie de alteraciones del neurodesarrollo que con frecuencia merman la capacidad de adaptación, sobre todo respecto al entorno social. Cuanto más temprana sea la detección, mejor será el resultado de cualquier intervención.
En este sentido, el problema es que hay casos en los que las manifestaciones características del cuadro pasan desapercibidas o faltan especialistas entrenados para identificarlas. A continuación, conocerás las señales más típicas de autismo en adolescentes.
La adolescencia suele ser una etapa en la que los problemas que genera el autismo se hacen más evidentes. Debido a que es un periodo en el que ocurren cambios fisiológicos y psicológicos importantes, es probable ver ciertos signos típicos; a diferencia de la infancia, donde los síntomas podrían ser confundidos con comportamientos naturales de los niños.
¿Desde qué edad es posible diagnosticar TEA?
El TEA es una afección del neurodesarrollo, por ende, los síntomas podrían observarse incluso desde la primera infancia. Sin embargo, como su nombre lo indica, se trata de un espectro heterogéneo. En consecuencia, es posible que, en ciertos casos, el trastorno no se identifique hasta la adultez.
En este sentido, Van’t Hof et al. (2021) publicó una revisión y un meta-análisis de la edad en que se diagnostica el autismo. Sus hallazgos revelan que la edad global en que tiende a diagnosticarse abarca un rango de 30,94 meses a 234,57 meses. En otras palabras, tiende a detectarse entre los 2 y 19 años. Además, señalan una media de 5 años para el diagnóstico.
Señales de autismo en adolescentes
Una de las principales características del trastorno del espectro autista son déficits en la comunicación social (Hodges, Fealko y Soares, 2020). Como bien sabemos, los adolescentes suelen destacar por su interés en el ámbito social. Por ende, puede ser aquí cuando los signos del autismo se hagan más salientes.
1. Intereses restringidos
Los pacientes con TEA suelen tener un grupo de intereses bastante cerrados y fijos. Por ejemplo, alguien podría tener un interés particular por los barcos y conocer muchos datos sobre ellos. Esto es algo que también puede observarse en un adolescente neurotípico y no significa que tenga autismo.
La diferencia radica en que los pacientes con TEA no muestran interés por otra cosa que no sea ese tema. Es decir, existe una fijación muy marcada y restrictiva.
2. Dificultades en la comunicación
Otra de las señales de autismo en adolescentes son los problemas en la comunicación con otros. Para las personas con esta alteración, puede ser difícil iniciar una conversación con alguien. Incluso es posible que desde el principio se nieguen a interactuar con los demás.
3. Lenguaje demasiado formal
Los adolescentes son bien conocidos por usar diferentes tipos de jergas al momento de hablar entre ellos. No obstante, los pacientes con TEA tienden a emplear un lenguaje formal al comunicarse, hasta con gente de su edad. Esto aumenta las dificultades en la comunicación, ya que para los otros podría ser complicado entenderlos.
4. Problemas para captar los matices del lenguaje verbal
Para las personas neurotípicas, el sarcasmo, los chistes y los tonos de la conversación son cosas que se dan con naturalidad. Pero, para los adolescentes con autismo puede ser un reto comprender este tipo de matices en la comunicación.
Entonces, podría ocurrir que se tomen todas las cosas que se les dice de manera literal. O que no sepan entender que el tono de voz de alguien indica molestia o tristeza.
5. Dificultad para comprender el lenguaje no verbal
Gran parte de nuestra comunicación no es verbal. Nuestro cerebro es capaz de detectar señales corporales sutiles e interpretarlas. Por ejemplo, si observamos que alguien tiene el ceño fruncido, es fácil asumir que está molesto o preocupado. No obstante, cuando estudiamos las señales de autismo en adolescentes, se halla que estos pacientes tienen problemas con ello.
Los adolescentes con TEA no captan de forma simple las expresiones corporales que forman parte del lenguaje. De hecho, es probable que, al hablar, su lenguaje se perciba como “robótico” porque tienden a no mostrar expresiones faciales.
6. Aislamiento social
Considerando los problemas anteriores en la comunicación, es común que los adolescentes con TEA tiendan a elegir la soledad. A diferencia de sus pares neurotípicos, ellos no se sienten cómodos en situaciones sociales donde quizá deban interactuar con desconocidos.
Por ende, es posible que no los veamos participar en actividades escolares, fiestas, etc. Además, suelen tener pocos amigos y mantienen con ellos un contacto infrecuente. Todo esto se debe a que las relaciones sociales no representan un interés especial para ellos.
7. Comportamientos estereotipados
A menudo, se observa que los pacientes con TEA muestran ciertas conductas repetitivas con su cuerpo. Por ejemplo, hay quienes se mecen de un lado a otro al estar sentados o que hacen movimientos repetidos con las manos.
Este tipo de comportamientos se conocen como estereotipias y pueden servir como un mecanismo para regular sus emociones.
8. Hipersensibilidad sensorial
Una de las señales de autismo en adolescentes más características es la hipersensibilidad a diferentes estímulos sensoriales. Por lo general, las personas con autismo no toleran ruidos fuertes ni tampoco luces muy brillantes. Este tipo de estímulos producen una sobrecarga sensorial que les puede abrumar, desencadenando una reacción de ansiedad.
9. Poca tolerancia a los cambios
En el trastorno del espectro autista se observa una tendencia importante a establecer diferentes rituales en la vida cotidiana. Una situación con la que podríamos ejemplificarlo podría ser realizar algún juego todos los días a la misma hora. Si bien las personas neurotípicas también tienen rutinas, suelen ser mucho más flexibles cuando se trata de cambiar.
En cambio, si por alguna razón el adolescente con TEA no puede seguir su rutina, quizá reaccione de forma agresiva. Para ellos, las alteraciones de la rutina son motivo de ansiedad y estrés.
10. Comportamiento desafiante
En algunos casos de TEA, los pacientes pueden mostrar conductas desafiantes, lo cual incluye rabietas o autolesiones. Dichos comportamientos son consecuencia de la dificultad que poseen para regular sus propias emociones.
Asimismo, si el entorno no aborda esas conductas de forma apropiada, podrían reforzarse y usarlas como manipulación.
Consideraciones sobre el diagnóstico de autismo en la adolescencia
El cuadro descrito, con sus manifestaciones, es característico de los cuadros leves y moderados de autismo. Sin embargo, existen casos en los que las dificultades son más profundas. Por ejemplo, hay personas que no hablan en absoluto y no toleran el contacto físico.
Siguiendo esta línea, es importante saber que lo que se explicó antes son indicios de una posible disfunción del neurodesarrollo. No obstante, el diagnóstico del TEA lo debe realizar un especialista capacitado.
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