Albert Ellis: biografía del creador de la terapia racional emotiva conductual

Albert Ellis ha sido uno de los psicólogos más influyentes del siglo XX. En este artículo te explicamos los puntos más importantes de su vida, esos en los que en buena medida se basan sus contribuciones.
Albert Ellis: biografía del creador de la terapia racional emotiva conductual
Montse Armero

Escrito y verificado por la psicóloga Montse Armero.

Última actualización: 10 octubre, 2022

Albert Ellis pasará a la historia como uno de los psicoterapeutas más importantes de todos los tiempos. Fue el creador de la terapia racional emotiva conductual, un tipo de terapia revolucionaria para su época y muy aplicada en la actualidad.

Ellis contribuyó significativamente a la visibilización y la divulgación de la psicología. A lo largo de su carrera, escribió más de 800 artículos científicos y 80 libros, muchos de los cuales son obras referentes en su sector.

Además, su obra no solo abarca su terapia más conocida. Albert Ellis fue un hombre profundamente interesado en la conducta humana e indagó en temas tan variados como la sociedad, la sexualidad, la depresión, la ansiedad o cómo alcanzar la felicidad desde su enfoque psicológico. En este artículo queremos mostrarte algunos de los hechos más destacados de su vida.

Una infancia dura

Albert Ellis nació el 27 de setiembre de 1913 en la ciudad de Pittsburgh, aunque se crio y vivió el resto de su vida en Nueva York. Fue el mayor de tres hermanos, de los que en muchas ocasiones tuvo que hacerse responsable.

Ellis describió en numerosas ocasiones a sus padres como personas ausentes. Su padre era un hombre de negocios que pasaba mucho tiempo fuera de casa, y su madre era una mujer distante y con unos cambios de humor muy marcados. Según el propio Ellis, padecía trastorno bipolar. Sus padres se divorciaron cuando este tenía once años, aunque de acuerdo con sus palabras, para él no fue un hecho traumático.

Fue un niño especialmente enfermizo y pasó mucho tiempo en hospitales. Sus padres apenas lo visitaban, y aunque al principio fue duro, Ellis usó su racionalidad para aprender a aceptar aquello que no podía cambiar. De alguna manera, sus experiencias tempranas le llevarían más adelante a desarrollar una de las terapias psicológicas más conocidas.

Mente con mecanismos

La juventud de Albert Ellis

Albert se definía como un muchacho reservado marcado por dos miedos fundamentales: hablar en público y conversar con mujeres con las que pudiese tener una cita. Lejos de dejarse vencer por sus miedos, Ellis pasó tiempo investigando sobre cómo superar sus fobias. Estas no desaparecieron de la noche a la mañana, pero le puso tanto empeño que finalmente las venció a base de exponerse a sus miedos más temidos.

Se casó cuatro veces y tuvo un total de 53 historias amorosas según sus propios cómputos, además de que llegaría a convertirse en un gran orador.

Por otro lado, la Gran Depresión afectó a gran parte de familias estadounidenses, y tanto Albert como sus hermanos tuvieron que trabajar para ayudar económicamente en casa. Pese a ello, pudo estudiar y en 1934 se licenció en Administración de Empresas.

En aquella época, Ellis ya mostraba interés por la filosofía y la psicología, y escribió una gran cantidad de historias, libros y artículos sobre el amor, el sexo, el matrimonio y la felicidad. Ninguno de ellos fue publicado. No obstante, Albert Ellis ya había elegido su camino y empezado a caminar por él. Así, en 1942 se inscribió en la Universidad de Columbia para graduarse en psicología clínica.

Los inicios de Albert Ellis como psicoterapeuta

Una vez licenciado, Ellis realizó el doctorado e intentó trabajar como profesor de psicología, aunque no lo logró. No fue hasta años después que fue contactado para dar clases en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Rutgers. En aquella época también llegó a ser el jefe de psicología clínica en el New Jersey Diagnostic Center.

Los primeros años como psicólogo Albert Ellis ejerció como psicoanalista, la orientación predominante en aquella época. Sin embargo, no se sentía cómodo con aquel tipo de terapia y refería que en muchas ocasiones sus pacientes empeoraban.

Ellis comenzó a indagar sobre otros tipos de tratamiento y en 1955 formuló la primera versión de su terapia. La llamó terapia racional. En 1956, la presentó ante la Asociación Americana de Psicología, pero fue duramente criticado porque estaba basada en las creencias. La sociedad todavía no estaba preparada para su nuevo enfoque.

La consagración de Albert Ellis: la terapia racional emotiva conductual

Poco tiempo después, en 1959, Ellis fundó el Albert Ellis Institute, al que dedicó el resto de su vida. En él se han formado miles de terapeutas para aprender su modelo de psicoterapia. El centro cuenta además con 15 institutos asociados en los cinco continentes.

Gracias a contar con su instituto, Albert Ellis pudo popularizar su terapia a través de conferencias y talleres, así como también realizó numerosas colaboraciones en radio y televisión. La terapia racional de Ellis pasó a llamarse en 1961 terapia racional emotiva, y más adelante, en 1993, se convirtió en la que conocemos actualmente como terapia racional emotiva conductual. Veamos en qué consiste.

Según Ellis, cualquier terapia psicológica está basada de forma directa o indirecta en principios filosóficos. En su caso, uno de sus máximos influyentes fue Epicteto y su máxima “lo que turba a los hombres no son las cosas, sino las opiniones que de ellas se hacen”. Es decir, que es la propia persona quien crea sus propias perturbaciones independientemente del suceso exterior.

Lo que además alimento esas perturbaciones es el sistema de creencias de la persona. Pero esto, lejos de ser negativo, es una oportunidad hacia el cambio, ya que si la persona modifica sus pensamientos y, en consecuencia su conducta, podrá enfrentar los problemas de una manera mucho más racional y resolutiva (Ellis, A. et al., citado en Chávez, A.L., 2015).

Sus últimos años de vida

Albert Ellis ejerció como psicoterapeuta hasta el final de sus días. No obstante, el camino no estuvo exento de dificultades. Uno de los sucesos más difíciles que tuvo que hacer frente fue cuando a sus 92 años fue expulsado de la junta directiva de su propio instituto. Según el resto de miembros, tanto sus excesivos gastos médicos como su forma de ser excéntrica y confrontativa ponían en riesgo la continuación del centro.

Pese a ello, Ellis alquiló un espacio cerca de su centro y continuó impartiendo talleres. Finalmente, la Corte Suprema de Nueva York le dio la razón en 2006 y autorizó su reinserción en la Junta Directiva. Enfermería de neumonía y tendría que ser hospitalizado durante 14 meses, tiempo durante el cual siguió impartiendo talleres, escribiendo y concediendo entrevistas. Finalmente, falleció en su casa por una insuficiencia cardíaca y renal el 24 de julio de 2007.

El legado de Albert Ellis

Obtuvo varios reconocimientos como profesional, especialmente en la segunda mitad de su vida. Y es que proponer un modelo totalmente opuesto al aceptado por sus coetáneos no siempre es bien recibido ni entendido en un primer momento.

Sin embargo, Ellis fue lo suficientemente valiente como para presentar una teoría diferente. Gracias a ella la psicología avanzó, ya que la terapia racional emotiva conductual se considera que contribuyó al desarrollo de la teoría cognitivo conductual de forma muy significativa.

Asimismo, colaboró con un buen número de terapeutas a la hora de realizar investigación y compartir sus reflexiones. También trabajó como editor y consultor para diferentes revistas científicas. Albert Ellis ha dejado una huella marcada en el mundo académico, acompañada por una no menos valiosa labor de divulgación.


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