Apnea del sueño: causas, signos y tratamiento asociado
Dicen de la apnea del sueño que es esa enfermedad que nos va robando el oxígeno e incluso días de vida mientras dormimos. No son solo simples e intensos ronquidos repentinamente interrumpidos. El síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño afecta a casi un 5% de la población y está asociada a su vez a un mayor riesgo a la hora de sufrir determinadas enfermedades.
A menudo, muchos de nosotros consideramos como conductas “normales” procesos fisiológicos que en realidad no son ni normales ni aún menos saludables. Hay quien comenta eso de que en realidad todos roncamos por la noche, en especial los hombres, y que ello no es razón suficiente para acudir al médico ni tampoco para darle excesiva importancia.
La apnea del sueño es una afección grave y más común de lo que pensamos: afecta a hombres y mujeres por igual y las consecuencias son graves.
Es un error. La apnea del sueño es una afección grave, incluso mortal, por una razón muy fácil de entender: estamos ante un trastorno en el que la respiración se interrumpe de forma repentina durante el sueño. Dejamos de respirar durante 5, 6 o 10 segundos. Al poco, nuestro cuerpo reinicia de forma automática el proceso de respiración sin que nos demos cuenta.
Puede que a simple vista nos parezca algo poco relevante, pero hemos de tener en cuenta que esa irregularidad respiratoria se repite, en ocasiones, hasta más de 20 veces en una hora. Las consecuencias son evidentes, y más si pensamos que esa singularidad acontece noche tras noche. El síndrome de apnea hipoapnea del sueño no es inocuo, es más, la idea de que esta condición solo afecta a los hombres tampoco es cierta: hay estudios que demuestran que la incidencia en el sexo femenino es igual a la del sexo masculino.
¿Qué es la apnea del sueño y qué signos presenta?
Quien lo padece no se da cuenta. No percibe sus intensos ronquidos ni tampoco la interrupción brusca de su respiración. Las vías respiratorias se estrechan provocando un colapso donde deja de llegar aire a los pulmones. Ello supone en primer lugar, que nuestro cuerpo deja de recibir oxígeno, que se eleva el CO2 en sangre y que también nuestro cerebro deja de oxigenarse durante 7 o 10 segundos.
Al poco, la persona vuelve a respirar tras un ronquido mucho más fuerte de lo normal, como quien emerge de debajo del agua o como quien recobra la respiración tras haberse atragantado. Asimismo, y partiendo del número de interrupciones por hora, esta enfermedad puede clasificarse en 3 categorías, de mayor a menor gravedad:
- Leve: si esas interrupciones se dan entre 10 y 20 veces por hora.
- Moderado: si ocurren entre 20 y 30 veces por hora.
- Severo: la más grave, en este caso esas interrupciones respiratorias ocurren más de 30 veces por hora.
Causas asociadas a la apnea
Hay varias causas asociadas al síndrome de apnea hipapnea del sueño. Es muy común que tengamos la clásica imagen de un varón de mediana edad y con obesidad. Ese paciente que ronca por las noches y que más tarde, se despierta agotado y sin ánimos de afrontar su jornada. Bien, cabe decir que hay muchos matices y que el origen de este trastorno tiene diferentes orígenes:
- Desviación del tabique nasal.
- Pólipos en las vías respiratorias.
- Paladar grande.
- Particularidades craneo-faciales: la forma de la cara, dimensiones del maxilar inferior, longitud del cuello…
- La obesidad.
- Hipertiroidismo.
- Personas fumadoras: el tabaco cursa con inflamación en las vías respiratorias.
- Asimismo, existe otra particularidad no muy común pero a su vez presente en esta enfermedad: hay personas con una pequeña alteración cerebral donde este, deja de enviar los estímulos respiratorios durante pequeños instantes de tiempo durante la noche.
Por otro lado, es importante tener en cuenta un dato que ya hemos señalado al inicio. La apnea del sueño afecta tanto a hombres como a mujeres. No obstante, en el caso de estas últimas, la incidencia se dispara sobre todo llegada la menopausia, instante en que los diversos cambios metabólicos median en este problema.
Consecuencias de la apnea
El principal efecto de la apnea es más que evidente, la persona experimenta un gran cansancio diurno, además de somnolencia. Hay casos, ahí donde esta afección es más grave, en el que el paciente se siente totalmente incapacitado para realizar muchas tareas, su agotamiento es extremo e invalidante.
- Asimismo, es común que también padezcan sequedad de boca, exceso de sudoración e incluso que por la noche presenten somniloquia (hablar en sueños).
- El dolor de cabeza es otra consecuencia muy recurrente.
- Si la apena es severa los pacientes presentarán hinchazón en las piernas.
- También pueden presentar problemas de concentración, pérdidas de memoria…
- En el caso de los niños que sufren apnea, se ha visto que suelen evidenciar un comportamiento hiperactivo.
Consecuencias graves de la apena
- Hipertensión.
- Asma.
- Fibrilación auricular.
- Un riesgo mayor de desarrollar determinados tipos de cáncer.
- Problemas renales.
- Trastornos cognitivos y del comportamiento: disminución de la atención, problemas en las habilidades motoras y en la memoria verbal y visoespacial.
- Mayor riesgo de desarrollar demencia.
- Enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, como aterosclerosis, ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovasculares.
- Trastornos oculares, como glaucoma, ojo seco, etc.
- Trastornos metabólicos, incluyendo intolerancia a la glucosa y diabetes tipo 2.
- Complicaciones del embarazo, como por ejemplo la diabetes gestacional.
Tratamientos para la apnea
Los tratamientos para la apnea dependerán sin duda de la condición médica de cada paciente, de sus características y del origen que haya provocado ese trastorno del sueño y la respiración. No será lo mismo, por ejemplo, tratar a un paciente con hipertiroidismo que a otro con problemas en el tabique nasal y fumador o a un niño con obesidad que ya evidencia este problema.
Así, y por lo general, estos son los enfoques terapéuticos más comunes:
- Mejorar los hábitos de vida: mejor alimentación y vida más activa.
- Utilizar un dispositivo nocturno de respiración, como una máquina de “CPAP “, la cual, expulsa aire a presión y se conecta a un tubo con una mascarilla facial.
- Las boquillas de reposicionamiento mandibular: son dispositivos que cubren los dientes superiores e inferiores y mantienen la mandíbula en una posición que evita que bloquee la vía aérea superior.
- Los dispositivos de retención de la lengua: son boquillas que mantienen la lengua en una posición hacia adelante para evitar que bloquee la vía aérea superior.
- Asimismo, es interesante señalar que hay terapias muy interesantes donde enseñan a las personas a mejorar la posición de la lengua y fortalecer los músculos que controlan los labios, la lengua, el paladar blando, la pared faríngea lateral y la cara. Todo ello favorece el descanso nocturno, la respiración y la desaparición de la apnea.
Por último, y en los casos más graves, es común que se recurra a la cirugía para favorecer la correcta respiración nocturna. Como vemos, cada persona requerirá una metodología particular, de un tratamiento donde mejorar su descanso y, en última instancia, su calidad de vida.
Referencias bibliográficas
García Urbano, J. (2012). Roncopatía y Apnea Obstructiva – Soluciones a los problemas del sueño. ISBN 978-84-937238-9-7.
Friedman, Michael (2009). Apnea del sueño y roncopatía: tratamiento médico y quirúrgico. Elsevier España.