¿Cómo apoyar a mi pareja en su proceso de depresión?

Ser el acompañante de una persona con depresión es duro y más si se trata de tu pareja. Aquí tienes consejos generales para dar lo mejor de ti.
¿Cómo apoyar a mi pareja en su proceso de depresión?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 05 septiembre, 2023

Sufrir un proceso depresivo es una experiencia dolorosa tanto para la persona que la padece como para quienes la rodean y acompañan. Apoyar a una pareja en depresión supone enfrentar momentos en los que está inconsolable, donde los propios esfuerzos son pasados por alto y, en definitiva, se observa cómo la percepción del mundo y cómo se opera en él se distorsionan.

En estos casos, el apoyo social es clave en la recuperación del estado depresivo. De hecho, una investigación sobre el tema afirma que la mayor fuente de apoyo en la adultez es la pareja sentimental (Gariépy et al., 2018).

No obstante, aunque se tenga la férrea voluntad de ayudar, a veces se incurre en errores que deterioran la relación. Por ello, aquí encontrarás una serie de consejos para ayudar a tu pareja en esta época tan oscura, de modo que ambos salgan victoriosos.

La depresión del otro

La mente de una persona con depresión funciona distinto a la de una que no la sufre. No se evalúan igual los eventos de la vida, no se interpretan las intenciones de los demás de la misma manera, incluso, la información que se recuerda varía. Por eso, ser el observador de alguien deprimido da lugar a confusión, rabia y frustración, en especial, si existe un vínculo emocional.

En este punto debes tener presentes 2 ideas: a nadie le gusta que la tristeza controle su vida y la depresión no define a una persona. Se trata de un trastorno emocional que afecta a la percepción, interpretación e interacción del entorno. A pesar de que es un problema de salud mental, a menudo, se contempla como egoísmo, falta de voluntad o como una intención de dañar.

Esta interpretación, que sale de manera natural, no es algo que se deba reprimir, sino redirigir y transformar. No es fácil y tomará un tiempo, pero es posible. A continuación, tienes algunos consejos para conseguirlo.



Cómo apoyar a una pareja que pasa por un proceso de depresión

Cuando una pareja u otro ser querido cae en una depresión, es importante que todos los que se encuentran a su alrededor se vuelquen en ayudarle. Para hacerlo de forma efectiva se pueden poner en marcha estas acciones.

1. Infórmate sobre la depresión

Cada persona vive la depresión de una manera. Existen reacciones dispares ante el padecimiento del presente trastorno. Algunos pasan largas temporadas en cama, otros aumentan su actividad y dejan de comer o comen demasiado; hay quienes se vuelven violentos, etc.

Por eso, es crucial que obtengas información sobre la depresión y que identifiques cómo se manifiesta la de tu pareja, de manera que puedas apoyar.

Acudir a un profesional de la salud mental es una buena manera de enfocar este trabajo de documentación.

2. Crea un espacio seguro en casa y en tus reuniones sociales

Si convives con tu pareja, es muy valioso que sienta que su hogar es un lugar seguro donde expresarse y sentir apoyo. Asimismo, esta sensación de hogar debe extenderse a reuniones con la familia y amigos. Toma en cuenta lo siguiente:

  • Nunca invalides las emociones de tu pareja.
  • Trata de aprender de sus síntomas y ponerte en su lugar.
  • La depresión no se escoge. No le culpes por sus síntomas o por tardar en recuperarse.
  • No identifiques su personalidad con lo que manifiesta. Un individuo no es su depresión.
  • Intenta no tomarte a pecho sus acciones durante las crisis: malas palabras, acusaciones, etc.
Si la persona deprimida siente que no está a salvo en un ambiente, sus síntomas empeorarán y no aceptará ayuda.

3. Cuida tu lenguaje y cultiva una buena comunicación

Ojo, no se trata de reprimir tus pensamientos, sino de saber cuándo expresarlos. Tampoco de endulzar tus palabras, sino de comunicarte con responsabilidad emocional. Para que comprendas mejor estos consejos, te dejamos algunas frases que, aunque se enuncien con buena intención, son contraproducentes:

  • «Te falta fuerza de voluntad»: opta por decir «eres fuerte y vas a poder con esto».
  • «Piensa en todo lo bueno que tienes en tu vida»: reformúlalo así, «estoy aquí para ti».
  • «Tienes que poner tú también de tu parte»: es mejor decir algo como «te ayudaré con todo aquello que te supere».
  • «Es que nunca te recuperas»: la depresión tiene altibajos y puede alargarse en el tiempo. Prueba con «estaré a tu lado».

4. Diferencia entre solucionar sus problemas y ser su apoyo

Este límite, que supone la diferencia entre ayudar a tu pareja a mantener procesos patológicos y colaborarle en superarlos, es muy difícil de encontrar al principio.

Sin embargo, es importante identificar en qué momentos estás participando en un paso hacia la sanación y cuándo compensas una dinámica de mantenimiento. En este sentido, la ayuda de un profesional es fundamental.

5. Ten paciencia

El proceso depresivo no es lineal y, en ocasiones, es imposible predecir su duración. La paciencia juega un papel clave, pues es fácil frustrarse cuando aparece una recaída tras esa mejora que parecía encaminada hacia una recuperación definitiva.

Como acompañante, tu mejor herramienta será la incondicionalidad para apoyar a tu pareja con depresión. Es natural que flaquees de vez en cuando, pues también eres un ser humano con límites. Tómate tu tiempo de autocuidados, renueva tus fuerzas.

6. Presta atención a señales de empeoramiento, autolíticas y de suicidio

Tu acción más crucial, llegado el momento, podría ser salvarle la vida a tu pareja. No restes importancia a señales como despedirse de seres queridos, manifestar el deseo de morir o repartir pertenencias. En esos momentos se debe acudir a profesionales de la salud para que activen el protocolo anti-suicidio.



Para apoyar a tu pareja con depresión, cuídate

El acompañamiento y el cuidado de esta enfermedad es muy duro. Es posible que, a raíz de ello, desarrolles síntomas depresivos o de ansiedad, incluso, el síndrome del cuidador quemado.

Por eso, aunque dediques tus esfuerzos a cuidar de la persona que más quieres, nunca descuides tu salud. Establece y respeta tus límites.

Para terminar, recuerda que la depresión y la ansiedad son las dos pandemias del mundo moderno. No todas las personas tienen el privilegio de contar con unas condiciones de vida dignas ni con una atención psicológica de calidad. Si estás aquí, quizás es porque buscas una manera de aliviar la pesadilla que vive alguien a quien quieres. Y eso supondrá luchar. Mucha fuerza y no flaquees.


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