Así te ayuda un psicólogo cuando tienes una enfermedad crónica
En España, más de 19 millones de personas sufren una enfermedad crónica (es decir, casi la mitad de la población mayor de 15 años) y, sin embargo, son pocas las que buscan ayuda en el psicólogo. Muchos entienden que los que les ocurre no tienen nada que ver con su salud mental, por lo que ni siquiera se plantean esta posibilidad.
No obstante, todo lo físico tiene un correlato psicológico. Ya sea a nivel biológico, por los cambios en el organismo, o simplemente por tener que soportar una serie de síntomas de por vida, la mente se va a ver afectada. Incluso cuando la persona se adapta a un nuevo estilo de vida y no desarrolla trastornos secundarios, como una depresión, la intervención psicológica es positiva.
Por todo ello, aquí encontrarás en qué consiste una intervención terapéutica para una enfermedad crónica. No te pierdas nada, pues se trata de un área de la psicología que recibe pocas visitas, pero es increíblemente beneficiosa.
Nuestra parte física y mental están unidas
Una enfermedad física tiene, inevitablemente, un correlato psicológico, y este no tiene por qué ser parte de los síntomas. Por ejemplo, existen algunas enfermedades crónicas que suelen cursar con depresión, como el hipotiroidismo, el alzhéimer, la diabetes o la esclerosis múltiple.
Si bien estos síntomas de enfermedad mental suelen ir desapareciendo a medida que el paciente se adapta a su nueva vida, en muchas personas perduran, incluso si la salud física mejora. ¿Cómo abordar, entonces, lo intangible, eso que te produce dolor y te impide hacer la vida que conocías, pero que nadie menciona?
Beneficios de ir al psicólogo cuando se padece una enfermedad crónica
A estas alturas seguro que ya vislumbras los beneficios de acudir a un psicólogo ante la presencia de una enfermedad crónica, que llega para quedarse, para modificar nuestros hábitos y para deteriorar la salud poco a poco. Vamos a resumir los beneficios de contar con apoyo profesional en estos trances:
- Permite adoptar un estilo de vida realista: son muchas las personas que se resisten a cambiar su vida ante la presencia de la enfermedad crónica. En psicoterapia se ayuda al paciente a cambiar de hábitos desde una perspectiva realista y positiva.
- Ayuda a comprender el estado emocional: comprender una enfermedad crónica no se circunscribe tan solo a cómo modifica el organismo, sino que la afectación sobre el estado de ánimo y las emociones es algo que se debe identificar y trabajar con ello.
- Se trabaja sobre el “debería ser”: esa nostalgia que ata al paciente a la vida que llevaba antes de la enfermedad suele ser la causa de mucho malestar y tristeza. La aceptación de la enfermedad y todo lo que ella conlleva también se trata en consulta.
- Fortalece la motivación: al final, no solo se trata de gestionar los aspectos negativos de la enfermedad, sino de encontrar nuevas metas y mantener la ilusión por vivir. Eso también se trabaja en terapia.
- Prevención de trastornos psicológicos: una adaptación inadecuada a la enfermedad predispone a la persona a desarrollar condiciones psicológicas como la depresión, trastornos de la conducta alimenticia y otros muchos. En terapia se trabaja sobre ello para evitar su aparición.
¿Cómo se trabaja en el psicólogo cuando se padece una enfermedad crónica?
Por lo general, se va a centrar la actuación en terapia sobre dos pilares fundamentales: las emociones del paciente y sus emociones al respecto de la enfermedad. Vamos a verlos por separado.
Emociones en la enfermedad crónica
Las enfermedades crónicas llevan en su propia naturaleza un cierto grado de malestar que varía en intensidad. Este malestar, como es obvio, se refleja en el estado de ánimo del paciente, pero no siempre se analiza de forma detallada.
Cada persona y sus circunstancias dan lugar a un escenario diferente, por lo que se hace necesaria una intervención personalizada.
Por tanto, la intervención de las emociones se centrará en el autoconocimiento y la gestión. Con la primera se busca identificar los eventos concretos que producen el malestar emocional y conocer a fondo dichas emociones. La gestión se refiere al trabajo posterior que se hace con ellos, lo que nos lleva al siguiente apartado.
Intervenciones conductuales
Aceptar una enfermedad y encontrar un nuevo sentido a la propia vida no es solo cuestión de explorar la propia mente. En el psicólogo también se aprende a adquirir nuevos hábitos que mejoran el día a día con una enfermedad crónica. Estos hábitos no solo ayudan a aliviar los síntomas de la enfermedad en sí, sino que también hacen al paciente más fuerte mentalmente. Por ejemplo, si se le educa en el cuidado de la alimentación, la rigurosidad de la medicación y la higiene del sueño, mejorará la vida física y mental del paciente con diabetes.
Encontrar nuevos proyectos en los que trabajar, derribar estigmas sobre la enfermedad, tomar las riendas de una vida que parecía perdida, todo ello y más se adquiere con una buena psicoterapia. Por eso, si estás leyendo esto porque pareces una enfermedad crónica, no dudes en acudir: te mereces ser feliz, funcione como funcione tu cuerpo.
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