Belleza oculta: afrontando la pérdida de un ser querido

El proceso del duelo es uno de los más dolorosos siempre. La forma en que esta película lo recoge nos permite acercanos un poco.
Belleza oculta: afrontando la pérdida de un ser querido
Leah Padalino

Escrito y verificado por la crítica de cine Leah Padalino.

Última actualización: 15 marzo, 2024

Belleza oculta, Collateral Beauty en inglés, es una película norteamericana del año 2016 dirigida por David Frankel. La película generó muchas expectativas y contó con un reparto muy interesante en el que destacan nombres como: Edward Norton, Kate Winslet, Hellen Mirren, Will Smith o Keira Knightley. Sin embargo, a pesar de las expectativas y de la calidad interpretativa de sus actores, las críticas fueron, en general, negativas.

Desde un punto de vista cinematográfico, la película cae en el melodrama, en la lágrima fácil y en una sobredosis de diálogos y frases que buscan la emoción, pero se quedan en la superficieBelleza oculta nos trae un tema interesante, pero cae en un sentimentalismo demasiado forzado que no resulta creíble, demasiado hollywoodiense. El entorno navideño neoyorquino tampoco ayuda demasiado, y la convierte en una película televisiva de sobremesa navideña para toda la familia.

La propuesta es atractiva, influenciada claramente por Cuento de Navidad de Dickens, nos trae a un hombre de éxito que, tras la trágica muerte de su hija de 6 años, se ve sumido en una profunda depresión. Sus compañeros y amigos tratarán de ayudarle y contratan a tres actores para que aparezcan en su vida como manifestaciones de tres conceptos abstractos: Amor, Muerte y Tiempo. Una alegoría de la vida, una exposición de los principales temores a los que nos enfrentamos que nos acerca a un problema muy común en la sociedad: la depresión.

Dejando a un lado lo edulcorada que se plantea la cinta, lo previsible de la trama y la falta de naturalidad patente ya desde el comienzo, lo cierto es que Belleza Oculta hace de una situación trágica una especie de fábula o cuento. En este artículo, no vamos a centrarnos en lo cinematográfico, sino en la propuesta en sí, en las enseñanzas que podemos sacar y su relación con la psicología.

La pérdida en Belleza Oculta

La película arranca con un discurso motivacional llevado a cabo por el personaje de Will Smith, Howard Inlet, un empresario de lo más exitoso en el campo de la publicidad. En su discurso, dice que hay tres cosas que conectan a todos los seres humanos: amor, tiempo y muerte; “anhelamos amor, deseamos tener más tiempo y tememos a la muerte”. Instantes después, asistimos a un presente muy distinto, en el que Howard ha perdido a su hija de seis años y, como consecuencia, la ilusión por su trabajo, por sus amigos y por vivir. Howard ya no habla, no muestra ningún interés por nada y está al borde del llanto a cada momento.

Esta muerte, además de sumirlo en una depresión que le impide seguir con su vida, ha hecho que se separe de su esposa, tal y como ocurre en la mayoría de matrimonios tras la pérdida de un hijo. Los motivos que llevan a una pareja a separarse, tras la muerte del hijo, pueden ser muy diversos, pero lo cierto es que es muy frecuente que surjan todo tipo de conflictos: que uno de los miembros de la pareja lo lleve “mejor” que el otro, que se culpen mutuamente, que uno de ellos no logre superarlo…

Howard colocando figuras

El proceso del duelo es una etapa dura y difícil para todos, especialmente, si el duelo es por la muerte de un hijo. En algunas personas, este duelo se va resolviendo con el tiempo y de forma natural, pasando por diversas fases hasta llegar a la aceptación de la situación; sin embargo, para otros puede convertirse en un estancamiento, en un no avanzar que terminará desembocando en algún tipo de trastorno. En el caso de Howard, vemos que padece una profunda depresión unida a un estado de negación que le impide hablar del tema y relacionarse con los demás.

Sus amigos y compañeros de trabajo están preocupados por su situación emocional. No es fácil aceptar que una persona a la que quieres y siempre has visto tan llena de vida, de repente, se hunde y es incapaz de salir adelante; aún así, deciden ayudarlo, motivados también por la situación de la empresa que les afecta directamente. Para ello, contratan a una detective que descubre que Howard está escribiendo cartas al Amor, la Muerte y el Tiempo, a los conceptos de los que hablaba en tono positivo al comienzo de la película.

A raíz de esto, deciden contratar a tres actores para que se personen ante él como la encarnación de estos conceptos, de este modo, se demostrará que su salud mental no es la adecuada para el trabajo y, a su vez, podrá darse cuenta de la situación en la que se ha visto envuelto.

El contexto navideño en el que se da la cinta también es importante, pues son fechas en las que las emociones están a flor de piel, fechas de reflexión, de fantasmas del pasado como en la obra de Dickens y de recuerdo de quienes ya no están con nosotros.

Tres personas que representan al amor, el tiempo y la muerte

Las alegorías y el significado de la muerte

Los amigos de Howard también están viviendo su particular duelo y lucha personal, todos ellos ven peligrar su trabajo que es lo único que les queda. Whit acaba de divorciarse y su hija le odia, de algún modo, también ha perdido algo importante en su vida; Claire ha dedicado su vida entera a su trabajo, nunca ha formado una familia y le preocupa ser demasiado mayor, que su tiempo haya pasado; Simon descubre que tiene una enfermedad que terminará matándolo, acaba de ser padre y no quiere comunicarle a su familia lo que le ocurre.

Los actores que interpretan a los personajes alegóricos (amor, tiempo y muerte) conectarán profundamente con cada uno de estos personajes. La Muerte conectará con Simon y le ayudará a aceptar su destino; el Amor lo hará con Whit, que tratará de volver a acercarse a su hija y el Tiempo con Claire. Estas tres historias se irán entremezclando con la trama de Howard y su camino hacia la aceptación, que complementará con una terapia de grupo junto a personas en su misma situación.

Mujer con Howard

La muerte es el destino al que nos vemos condenados todos los seres vivos, no importa quién seas en vida, ni importa cuánto tengas porque, al final, todos vamos a morir. Un cuadro que ilustra muy bien esta idea es Finis gloriae mundi de Juan de Valdés Leal, una obra en la que el pintor plasmó diversos cuerpos descomponiéndose, donde el ataúd lujoso del obispo contrasta con los paupérrimos ataúdes del fondo, mientras una mano divina sujeta una balanza en alusión al juicio de las almas.

Así, Belleza Oculta nos presenta a un hombre totalmente exitoso, que sufre la muerte de su hija. De esta manera, ya de partida la historia nos recuerda que la muerte es igual para todos. Como curiosidad, el propio Will Smith descubrió durante el rodaje que a su padre le quedaba poco tiempo de vida. Una vez más, la muerte se persona ante cualquiera de nosotros.

Al protagonista de Belleza Oculta le resulta imposible concebir que su hija haya muerto antes que él, sin haber vivido lo suficiente. Pero como nos plantea la película, el tiempo no es más que una percepción, aunque podamos medirlo, somos nosotros quienes lo usamos con libertad. Por otro lado, el amor es esa fuerza que está presente en todo lo que nos rodea, incluso en el dolor; esa es la belleza colateral que invita a buscar y ver la película.

“Muy sentida es la muerte cuando el padre queda vivo”

-Séneca-


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