¿Conoces las dimensiones culturales de Hofstede y cómo influyen en una sociedad?
Todas las sociedades comparten normas, valores y símbolos que difieren en otras sociedades. Por ello decimos que esas sociedades tienen culturas diferentes. Dentro de los estudios de las diferencias culturales es imprescindible nombrar a Hofstede. Este investigador es el autor del modelo de las cinco dimensiones culturales.
Hofstede mostró que las personas comparten características a nivel regional y nacional. Estas características afectan a su comportamiento y son persistentes en el tiempo. Son patrones culturales. Son las dimensiones culturales.
Estas dimensiones son la distancia de poder, individualismo versus colectivismo, masculinidad versus feminidad, evasión de la incertidumbre, y la orientación a corto plazo versus orientación a largo plazo. Todas las dimensiones culturales tienen dos polos. Las sociedades pueden puntuar alto o bajo en cada dimensión por lo que sus características serán diferentes al igual que su comportamiento.
Distancia de poder
La distancia de poder es la forma en que una sociedad acepta el poder en las distintas instituciones y organizaciones. Los países que tienen distancia de poder pequeña se caracterizan por favorecer a las organizaciones descentralizadas, mientras que los países con una distancia de poder alta prefieren una autoridad centralizada. Esta dimensión expresa el grado en que los miembros menos poderosos de una sociedad aceptan y esperan que el poder se distribuya de manera desigual. El problema fundamental aquí es cómo una sociedad maneja las desigualdades entre las personas.
Las personas en sociedades que exhiben un alto grado de distancia de poder aceptan un orden jerárquico en el que todos tienen un lugar y que no necesita más justificación. En las sociedades con baja distancia de poder, las personas se esfuerzan por igualar la distribución del poder y exigir la justificación de las desigualdades de poder. Algunos países con alto grado de distancia de poder son Malasia, Guatemala y Panamá. En el polo opuesto se encuentran Austria, Israel y Dinamarca.
Individualismo vs colectivismo
En esta dimensión, el individualismo puede definirse como una preferencia por un marco social poco estructurado, se espera que los individuos se cuiden solo a sí mismos y a sus familias más cercanas. Por su parte, el colectivismo representa una preferencia por un marco muy unido en la sociedad en el cual los individuos pueden esperar que sus parientes o miembros de un grupo en particular los cuiden a cambio de una lealtad incuestionable. Estas diferencias se reflejan dependiendo de si la auto-imagen de las personas se define en términos de “yo” o de “nosotros”.
Finalmente, el individualismo y el colectivismo son una de las dimensiones culturales en las que se hace referencia al grado en el que los ciudadanos valoran la autonomía y el compromiso con las reglas de la sociedad y lealtad a un grupo al que el individuo pertenece. Los individualistas velan por sus necesidades, valoran el éxito personal y prevalecen sus intereses personales.
Por otro lado, los colectivistas comparten el sentido de pertenencia dentro de un grupo; además, para ellos, los intereses colectivos son más importantes que los intereses personales, es importante la jerarquía y las relaciones con los demás individuos. Según los estudios que se han realizado en este sentido, los países más individualistas son Estados Unidos, Australia y Reino Unido y los más colectivistas serían Guatemala, Ecuador y Panamá.
Masculinidad vs feminidad
La masculinidad, en esta dimensión, representa una preferencia en la sociedad por los logros, el heroísmo, la asertividad y las recompensas materiales por el éxito. La sociedad en general es más competitiva. Su opuesto, la feminidad, integra la preferencia por la cooperación, la modestia, el cuidado de los débiles y la calidad de vida. La sociedad en general está más orientada al consenso. Dadas las implicaciones de estos términos, en ocasiones se usan los términos culturas duras versus tiernas.
El término “masculinidad” está creado para una sociedad en la que los roles de género sociales son claramente distintos: los hombres deben ser asertivos, duros y enfocados en el éxito material; las mujeres deben ser modestas, sensibles y preocupadas por la calidad de vida. El término “feminidad” está creado para una sociedad en la que los roles de género social se superponen. Hombres y mujeres son modestos, tiernos y preocupados por la calidad de vida. Los países con más masculinidad son Japón, Hungría y Austria; y aquellos con más feminidad son Suecia, Noruega y Holanda.
Evitación de la incertidumbre
La dimensión de evitación de la incertidumbre expresa el grado en que los miembros de una sociedad se sienten incómodos con la incertidumbre y la ambigüedad. El problema fundamental aquí es cómo una sociedad se enfrenta al hecho de que el futuro nunca puede conocerse, ¿deberíamos tratar de controlar el futuro o simplemente dejarlo pasar?
Los países que exhiben una evitación de la incertidumbre fuerte mantienen códigos rígidos de creencias y comportamientos. Estas sociedades son intolerantes con el comportamiento y las ideas heterodoxas. Por el contrario, las sociedades débiles en la evitación de la incertidumbre mantienen una actitud más relajada, en la que la práctica cuenta más que los principios.
Por ejemplo, una baja puntuación en este índice muestra que la población de ese país es emprendedora, más propensa a tomar riesgos y menos independiente. Contrariamente a las culturas que tienen un alto índice de evasión de la incertidumbre, a las cuales les gusta la estabilidad, las reglas y las normas sociales, por lo que intentan evitar los riesgos en la medida de lo posible (asumiendo otro riesgo indirecto en sí: el de un progreso más lento). Los países con mayor evitación de la incertidumbre son Grecia, Portugal y Guatemala y los que tienen menor grado son Singapur, Jamaica y Dinamarca.
Orientación a largo plazo vs orientación a corto plazo
Toda sociedad tiene que mantener algunos vínculos con su propio pasado mientras lidia con los desafíos del presente y del futuro. Por lo general, las sociedades priorizan estos dos objetivos existenciales de forma diferente. Las sociedades con orientación a corto plazo prefieren mantener las tradiciones y normas bien implantadas, mientras ven el cambio social con suspicacia. Por otro lado, aquellos con una cultura con orientación a largo plazo adoptan un enfoque más práctico, fomentan el ahorro y los esfuerzos en la educación moderna como una forma de prepararse para el futuro.
La orientación a largo plazo se enfoca en virtudes orientadas a recompensas en el futuro. Estar dispuesto a retrasar el éxito social a corto plazo o incluso la gratificación emocional a corto plazo para prepararse para el futuro. Si se tiene esta perspectiva cultural, se valora la persistencia, la perseverancia, el ahorro y la capacidad de adaptación.
La orientación a corto plazo se centra en el presente o en el pasado y se los considera más importantes que el futuro. Si se tiene una orientación a corto plazo, se valora la tradición, la jerarquía social actual y el cumplimiento de obligaciones sociales. Importa más la gratificación inmediata que la satisfacción a largo plazo. Los países con más orientación a largo plazo son China, Hong Kong y Taiwan; aquellos con más orientación a corto plazo son Venezuela, Uruguay y Emiratos Árabes Unidos.
Para conocer la puntuación de tu país, Hofstede ha creado esta página (en inglés) donde se pueden consultar y comparar con las de otros países. Aunque un país puntúe alto en algunas dimensiones culturales, no todos los ciudadanos tienen por qué hacerlo. Estas características son más uniformes en sociedades pequeñas que comparten creencias. Es por ello que estas dimensiones culturales se aplican a sociedades, a grupos grandes, por lo que a nivel individual cada persona, independientemente de su grupo de pertenencia, puede presentar puntuaciones distintas en estas dimensiones.