Las consecuencias del exceso de autosacrificio

Hay aprendizajes vitales que dan lugar a conductas muy hirientes; especialmente cuando se repiten en el tiempo, a pesar de nuestros esfuerzos por corregirlas. Hoy queremos hablar sobre el autosacrificio, ¿cuáles son sus consecuencias?
Las consecuencias del exceso de autosacrificio
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 25 enero, 2024

¿Dedicas la mayor parte de tu tiempo a los demás? ¿Dedicas más energía a satisfacer sus necesidades que a satisfacer las tuyas? Si tus respuestas han sido afirmativas, es probable que el esquema de autosacrificio pueda estar ocasionándote algún problema.

Para el prestigioso psicólogo Jeffrey Young, el origen de este problema está en la infancia. Concretamente en el aprendizaje de formas de reaccionar ante sucesos infantiles. En su modelo, postula un total de 18 tipos de esquemas, y hoy queremos centrarnos en uno: el de autosacrificio.

Amiga consolando a otra
Los esquemas que emergen de la infancia distan de ser entidades permanentes. Pueden mantenerse o bien transformarse, si bien se imponen ante las experiencias que constituyen la vida.

Una aproximación al concepto de esquema disfuncional temprano (EDT)

Para Young, los esquemas se definen como las formas de sentir y pensar que causan dolor. Comienzan a formarse en el seno de la infancia y se repiten y reiteran a lo largo de la vida: ¿cuántas veces has pensado algo del estilo: «otra vez lo he vuelto a hacer»? En esto consistiría un esquema: en una secuencia aprendida e interiorizada que aplicamos en determinadas ocasiones sin pensar. Entre las características de los EDT, encontramos:

  • Son guías, pautas y modelos interiorizados muy amplios y generalizados a multitud de situaciones.
  • Están formados por sentimientos, recuerdos, pensamientos e impresiones corporales.
  • Se refieren tanto a nosotros como a nuestra relación con otras personas.
  • Nacen cuando somos niños e incluso cuando estamos en la adolescencia.
  • Pueden transformarse a lo largo de la vida.
  • Pueden llegar a ser extraordinarias fuentes de malestar.

A pesar de que se pueden desarrollar esquemas disfuncionales tempranos en ausencia de situaciones traumáticas o de abuso, lo cierto es que buena parte de estos esquemas son causados por situaciones que podrían calificarse de perniciosas. Teniendo esto en cuenta, podemos afirmar que todos ellos son formas devastadoras de procesar y reaccionar ante los estímulos del entorno.

«Los esquemas en la adultez llevan a la persona a recrear inadvertidamente en su vida actual las condiciones infantiles que tan dolorosas fueron para ellos».

-Jeffrey Young-

¿Qué consecuencias puede tener el exceso de autosacrificio?

«¿Qué necesitas? ¡Estoy para ti!». Este es un patrón habitual en las personas que dan a expensas de negarse el cuidado a sí mismas.

El autosacrificio es un esquema que se orienta a lo que los demás necesitan en vez de retrotraerse al interior de la persona. El cuidado existe, pero el autocuidado tan vital para el bienestar se encuentra ausente. Privarse de los cuidados que necesitamos puede tener un gran impacto sobre la salud mental de las personas:

«El esquema de autosacrificio, junto con el esquema de subyugación, se caracterizan por una tendencia hacia otros».

-Sara Castellanos Sánchez-

Problemas relacionales

Entre ellos podemos mencionar las relaciones de abuso. Cuando nos autosacrificamos en exceso, es decir, damos mucho de nosotros mismos e ignoramos qué es lo que necesitamos, estamos traspasando una línea roja peligrosa: la consideración del yo.

El exceso de autosacrificio atenta contra el “ego sano” que nos protege.

La confusión

Uno de los pilares que sustentan al exceso de autosacrificio es el hecho de «evitar hacer daño». Sin embargo, es importante tener en cuenta que, como seres imperfectos que somos, siempre habrá momentos en los que perjudicaremos a alguien.

Un ejemplo puede ser: cumplo las necesidades que presentan los miembros de mi familia porque así lo aprendí de mi madre, da igual que sean jóvenes o adultos: estoy disponible para ellos siempre.

Dificultades a la hora de decir que “no” ante determinadas peticiones

A menudo, esta dificultad está vehiculizada por una emoción que se experimenta con desagrado: la culpa. Se experimenta culpa cuando decimos que “no” porque en el pasado nos inculcaron que debíamos estar presentes y abiertos a satisfacer las necesidades de los demás, y que si optábamos por lo contrario, el resultado que obteníamos era la decepción de nuestras figuras de apego.

«Una de las razones detrás del exceso de autosacrificio está la de evitar la culpa de sentirse egoísta».

-Jeffrey Young-

Amigas hablando en la calle
Hay quien experimenta culpa al decir que no y se ve obligado a aceptar cualquier petición.

Fatiga por compasión

Estas personas pueden llegar a desarrollar una extraordinaria capacidad empática. Esto ocurre porque están pendientes de cualquier señal que indique necesito ayuda. Son personas hiperdetectoras.

La factura de tener tal sensibilidad es que terminan física y psicológicamente exhaustas. Sobre todo, en periodos de la vida en los que los problemas parecen asediarnos sin descanso.

«En ocasiones este esquema conduce a sentir que las propias necesidades no están siendo debidamente satisfechas y al resentimiento hacia esos a quienes se atiende».

-Jeffrey Young-

Como hemos visto, el exceso de autosacrificio implica una intensa atención en lo ajeno, lo que puede perjudicarnos. Cuando anteponemos lo que otros quieren, sienten o manifiestan a nuestros propios deseos y sentimientos, podemos encontrarnos con problemas vinculados con las relaciones y con situaciones en las que nos sentimos tremendamente confundidos.

Además, sentirse mal por decir que «no» a algo que claramente dista de apetecernos es como un coche que va en dirección contraria por autopista: es peligroso. Sobre todo cuando se convierte en la norma en vez de ser la excepción.

El primer paso para el cambio será tomar conciencia de cómo nos comportamos para con nuestro universo de relaciones. Sin embargo, en ocasiones las personas podemos requerir de ayuda más especializada. Si crees que este es tu caso, probablemente puedas considerar la ayuda de tu profesional de confianza.

«La familia típica de origen se basa en la aceptación condicional: los niños deben suprimir los aspectos importantes de sí mismos a fin de obtener el amor, la atención y la aprobación de sus padres».

-Jeffrey Young-


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  • Young, J. E. (2015). Terapia de esquemas. Desclée de Brouwer.
  • Sánchez, S. M. F. C., Julca, N. M. A. S., & Tapia, C. R. M. (2022). Esquemas desadaptativos y conductas agresivas en adolescentes peruanos. PsiqueMag, 11(2), 89-95.
  • López Pell, A. F., Cid Colom, J., Obst Camerini, J., Rondón, J. M., Alfano, S. M., & Cellerino, C. (2011). Guías esquematizadas de tratamiento de los trastornos de la personalidad para profesionales, desde el modelo de Young, Klosko y Wheishar (2003). Ciencias psicológicas, 5(1), 83-115.

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