Curiosidades de la medicina
La medicina es una de las disciplinas con las que todos los seres humanos tenemos contacto alguna vez. No es exagerado decir que nuestro bienestar y nuestra vida dependen de ella, en mayor o menor medida. Es una de las ciencias más antiguas, y probablemente engloba a una serie de profesiones que cambiarán, pero que nunca dejarán de existir.
Una de las curiosidades de la medicina es que se trata de uno de los campos con más subdivisiones o especialidades. El médico general se ha convertido en una rareza. Hoy en día existen 50 ramas médicas, mal contadas. Son tantas las especialidades que solo un médico está capacitado para derivar a un paciente al área que corresponde.
La medicina es también uno de los campos del saber que más ha avanzado. Viene haciéndolo desde la antigüedad, pero, para sorpresa de muchos, se podría decir que es mucho más lo que se ignora que lo que se sabe. De hecho, lo más aceptado es que no hay cura para ninguna enfermedad. Lo que hay son tratamientos de apoyo y ayuda que surten efecto, pero no curas como tales. Veamos otras curiosidades de este campo del saber.
“Los mejores médicos del mundo son: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría”.
-Jonathan Swift-
Los tratamientos y la medicina
A lo largo de la historia de la medicina se han empleado diversos tratamientos que resultan muy curiosos. Por ejemplo, durante la Edad Media llegó a pensarse que cualquier enfermedad podía ser curada con el oro. Por eso, las personas con más recursos masticaban láminas de este metal o lo tomaban en polvo con las comidas.
También en aquella época era común que las prescripciones médicas incluyeran oraciones para sanar. De otro lado, se cuenta que el emperador Augusto sufría grandes dolencias de salud y fue curado por su médico, Antonio Musa. Estamos hablando del año 23, antes de nuestra era. Como muestra de agradecimiento, el emperador exoneró de impuestos a todos los médicos de Roma.
Musa empleó una planta para lograr la curación: el plátano. Lo consideraba una panacea universal. Precisamente en honor a este gran médico, el nombre científico de la planta es Musa paradisiaca. Es de anotar que las plantas eran el elemento terapéutico habitual hasta la segunda década del siglo XX, cuando la medicina dio un giro hacia la química de laboratorio.
Otros datos curiosos de la medicina
Se estima que la enfermedad más antigua conocida es la tuberculosis. Los primeros rastros de esta datan de unos 5000 años antes de nuestra era. La especialidad que estudia las enfermedades en los primeros homínidos se llama “paleopatología”. Desde esta rama se ha establecido que durante la prehistoria humana los males más comunes eran los endocrinos.
Durante mucho tiempo se creyó que las enfermedades tenían un componente sobrenatural. En la Mesopotamia antigua se elaboró una lista de 6000 posibles demonios que atacaban la salud. Así mismo, desde entonces y por mucho tiempo, se vinculó a ciertas enfermedades con problemas morales o castigos divinos.
Por muchos años, quienes realizaban las cirugías no fueron los médicos, sino los barberos. Ellos tenían fama de ser diestros con las navajas y por eso se les encargaban desde extracciones de muelas hasta amputaciones de miembros. Los médicos consideraban que esas acciones eran muy degradantes para su condición.
Más curiosidades de la medicina
Aunque resulte muy difícil de creer, hace 200 años hubo una epidemia de muelas explosivas. Comenzaba con un dolor insoportable, que crecía con las horas, y terminaba en una explosión brutal. Se cuenta incluso que una joven mujer casi fue derribada por ese estallido y permaneció sorda por varias semanas.
No pocas veces la medicina depara sorpresas desagradables para el personal de salud. Se sabe, por ejemplo, de una niña de 12 años que presentó malestar estomacal. Después tuvo vómitos y en lo devuelto apareció una babosa gorda de jardín. Estaba viva y bastante activa. En los días siguientes, la chiquilla vomitó otros ocho bichos similares.
La halitosis, o mal aliento, es un mal muy común y lo era mucho más en el pasado. Sin embargo, un caso conocido en 1886 en Escocia bate todos los récords. Un hombre consultó a un médico porque una noche encendió una cerilla para mirar su reloj y al soplar para apagarla lo que obtuvo fue una bocanada de llamas. Al parecer tenía un problema digestivo que incrementaba la producción de metano, un gas inflamable. Curiosidades de la medicina.
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